10 Características de un buen cristiano según la Biblia
Las características de un buen cristiano se basan en seguir el ejemplo de Cristo cuando vino a este mundo, en donde puso en práctica el amor por sobre todas las cosas, dando su vida por cada uno de nosotros para darnos la salvación y liberarnos de la esclavitud del pecado.
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Por lo cual debemos ser agradecidos y hacer la voluntad del Padre para llevar a cabo el propósito que Dios tiene con nosotros. De esta manera estaremos dando buen testimonio como hijos del Altísimo y glorificando su nombre.
Características de un buen cristiano
Ser un buen cristiano significa hacer la voluntad de Dios en todo momento, ser capaces de arrepentirnos cuando cometemos errores y pedirle siempre la dirección a nuestro Padre Celestial, ya que sin él no podremos obtener la victoria en nuestras batallas espirituales, aquellas que se manifiestan diariamente en nuestra vida y que pueden arrebatarnos el acceso al reino de los cielos.
Una vez que aceptas a Cristo como tu único y verdadero Señor y Salvador, entregar tu vida a él, y también entregas todas tus cargas, te limpias del pecado y naces de nuevo, dejando morir las cosas del mundo, lo carnal para darle entrada a un mundo espiritual lleno de la luz admirable de Cristo.
De esta manera el Espíritu Santo nos hace amar a nuestro prójimo, estar siempre agradecidos por todas las cosas, sentir gozo y tener paz en medio de la adversidad. Por lo cual todo creyente que tiene a Cristo en su corazón, debe presentar las siguientes características:
1.- Refleja el amor de Dios
Una de las características más importantes que debe poseer un buen cristiano es el amor primeramente a Dios, ya que para amar a los demás debemos tener como prioridad a nuestro Señor, reflejar su misericordia y estar dispuestos a ayudar a los demás.
Por lo cual es imposible que una persona diga que es cristiano y no manifieste el amor, ya que esto sería algo contradictorio, ya que Dios es amor. Las Sagradas Escrituras no nos dicen que solamente amemos cuando el amor sea recíproco o cuando esa persona lo merezca, sino que nos dice que debemos amar a los demás como a nosotros mismos.
Pero para poder amar a los demás, debemos amar principalmente a Dios, tal como lo dice la palabra: “Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales” (Marcos 12:30) De esta manera, el buen cristiano debe estar interesado por las necesidades de sus hermanos en Cristo así como también de sus familiares y seres queridos, y estar dispuesto a servir y a dar sin condición.
Por otro lado, otra de las características que debe tener el cristiano es negarse así mismo, para poder tener como prioridad a Dios y poder amar a su prójimo, tal como lo expresa Jesús en la palabra: “Si alguno quiere venir en pos de mí, niéguese a sí mismo, tome su cruz cada día, y sígame.” (Lucas 9:23)
De esta manera que si nos negamos a nosotros mismos, le permitiremos a Dios a que él haga su voluntad en nosotros y que se manifieste el Espíritu Santo y sus frutos, donde el amor es la base de todas las características que debe tener un buen cristiano.
2.- Perdonamos a los que ofenden
Una de las características de un buen cristiano es que perdonamos, así como le pedimos perdón a Dios, y él nos perdona. Esto es fundamental para poder darle entrada al Espíritu Santo en nuestra vida, ya que sin un arrepentimiento genuino, no podremos entrar al reino de los cielos.
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Cuando le pedimos perdón a Dios de corazón, él nos da la capacidad para perdonar a los demás, y así cumplir la voluntad de Dios que es perfecta y no añade tristeza. Sin embargo, muchas veces ponemos obstáculos para perdonar que no nos dejan vivir en libertad, ya que esto nos ata y nos esclaviza a vivir en amargura y resentimientos.
Por otro lado es importante que como cristianos nos adentremos en la palabra y la leamos con profundidad para conocer cada día más a Dios y el propósito de él aquí en la tierra.
Es por ello que estudiar la palabra nos da las herramientas para combatir el mal, para hallar el perdón y abrir nuestro corazón con humildad ante Dios y ante nuestro prójimo, ya que el amor de nuestro Padre se debe manifestar en sus hijos para dar testimonio de la obra que el Señor ha hecho en cada uno de nosotros.
Así que somos transformados en nuevas criaturas, bañadas con la sangre de Cristo que limpia todo pecado y nos libera de las ataduras del diablo. Sin perdón no alcanzaremos a estar en la presencia de Dios. Tal como lo podemos apreciar en la palabra: ¿“No debías tú también tener misericordia de tu consiervo, como yo tuve misericordia de ti?” (Mateo 18:33)
3.- Tiene gozo
Otra de las características de un buen cristiano es tener gozo en el corazón a pesar de las tempestades por las que tenga que pasar, ya que el gozo viene del Señor y sobre pasa todo entendimiento. Pero tener gozo no significa que tengamos que estar sonrientes siempre, sino que en nuestra alma hallamos esa alegría de ser hijos de Dios y recibimos las bendiciones con gratitud y buena disposición de corazón.
El gozo del Señor es nuestra fuerza, es nuestro aliento, nuestro aliciente en medio de la prueba, en medio de la tristeza, porque sabemos que somos sus hijos y que él hará lo que ha prometido porque su palabra no es engañosa, es real y será cumplida a cabalidad.
Pero esto debemos entenderlo de forma sincera y genuina, ya que Dios escudriña los corazones y conoce todo de nosotros, hasta los lugares de nuestro ser que son desconocidos incluso para nosotros, ya que Dios trabaja de forma sobrenatural y sus misterios son desconocidos totalmente por el hombre porque estamos limitados. Pero si nos acercamos a él, podremos conocer cosas profundas y misteriosas que aún no conocemos.
Cuando eres un creyente fiel que ha aceptado de corazón a Cristo como único salvador, comprendes que nuestro plano no es terrenal y que las cosas de este mundo son pasajeras. Así que cada situación difícil, problema, tristeza o angustia, es efímera.
Pero la eternidad con Cristo es nuestra meta principal, y debemos dejar a un lado las cosas que nos atan a lo carnal y adentrarnos en el gozo del Señor, en el mundo espiritual lleno de la presencia de Dios. Tal como se puede apreciar en la palabra: ”Poned la mira en las cosas de arriba, no en las de la tierra” (Colosenses 3:2)
4.- Tiene paz
Cuando eres un buen cristiano tienes paz por sobre todas las cosas, porque sabes que en medio de la tormenta, Dios obra de manera sorprendente y sobrenatural. Calma las peores tempestades y te da serenidad en medio de la adversidad.
Así que ser creyente no te aleja de todos los problemas, sino que con Cristo podemos superar cada batalla espiritual, porque peleamos es con huestes y principados de las tinieblas. Tal como se aprecia en la palabra:
“Les he dicho todo lo anterior para que en mí tengan paz. Aquí en el mundo tendrán muchas pruebas y tristezas; pero anímense, porque yo he vencido al mundo” (Juan 16:33)
En la actualidad, se habla mucho de la paz, y existen diferentes estrategias para tener la paz interior. Pero la paz que el Señor da no se asemeja a ninguna otra, ya que su paz no es temporal, sino que es eterna. Y esta paz no está asociada a las circunstancias naturales, sino que va más allá de la comprensión humana, para que se revele de forma completa en la vida del creyente.
5.- Se muestra paciente
La paciencia es otra de las características de un buen cristiano y se debe reflejar en todo momento, sobre todo en las circunstancias de gran adversidad, donde se pone a prueba nuestra lealtad a Cristo.
Ser paciente para los hijos de Dios, es esperar el tiempo y la voluntad de Dios, saber que él obrará cuando menos lo pienses. La paciencia pone de manifiesto tu confianza, fe, seguridad y esperanza. Por eso la palabra nos exhorta de la siguiente manera: “El que tarda en airarse es grande de entendimiento; Mas el que es impaciente de espíritu enaltece la necedad” (Proverbios 14:29)
6.- Es amable
La amabilidad está asociada con el amor y se revela mediante gestos y actos cordiales hacia los demás. De esta manera estamos demostrando que hemos sido transformados por el Espíritu Santo que mora dentro de nosotros y nos llena de gracia.
Para ser amables debemos dejar de lado nuestra vanidad, orgullo y soberbia y dar de aquello que hemos recibido de Dios, ya que nosotros somos imagen y semejanza de Cristo. Por lo cual debemos emanar su amor hacia los demás, mostrando lo que el Señor ha hecho por nosotros, ya que si él nos ama, ese amor se debe impartir a los demás.
Cuando eres amable, pueden ganar más almas para Cristo porque están reflejando lo que Dios ha hecho en ti, siendo una persona agradable, amena, solidaria y cordial. De esta forma enaltecemos y glorificamos el nombre de Cristo. Esto nos los enseña la palabra:
“No hagan nada por egoísmo o vanidad; más bien, con humildad consideren a los demás como superiores a ustedes mismos. Cada uno debe velar no sólo por sus propios intereses sino también por los intereses de los demás” (Filipenses 2:3-4)
En este sentido hay diversas formas de demostrar amabilidad y dar un buen trato a los demás, y es mediante las palabras, las cuales se deben usar para edificar y exhortar, y no para destruir y juzgar de mala manera. Si a través de lo que decimos, edificamos, eso puede traer muchos beneficios no solo para la persona sino para ti mismo, porque estás creciendo espiritualmente y estás poniendo en práctica lo aprendido en la palabra de Dios. Eso te hace ser un buen cristiano, un buen hijo del Señor.
Sin embargo, no solo debemos ser amables con nuestros amigos y allegados, sino que debemos hacerlos con nuestros enemigos. Lo cual no es tan fácil porque allí se pone a prueba tu lealtad a Cristo y el amor que él te ha derramado sobre ti.
Amen a sus enemigos y oren por quienes los maltratan. Así demostrarán que actúan como su Padre Dios, que está en el cielo.
7.- Confía plenamente en Dios
La confianza que le tengamos a Dios nos define como sus verdaderos hijos, sin importar las situaciones de gran dificultad: “Confiar en Dios es estar totalmente seguro de que uno va a recibir lo que espera. Es estar convencido de que algo existe, aun cuando no se pueda ver” (Hebreos 11:1)
El Señor sabe recompensar a aquellos que le tienen fe, ya que al hacerlo le demostramos fidelidad y lo estamos colocando en primer lugar en nuestra vida. De esta manera todas las cosas trabajan para bien.
8.- Es humilde
Ser humilde es una de las características de un buen cristiano que no se puede excluir, ya que Jesucristo fue un gran ejemplo de humildad, ya que siendo el Hijo de Dios fue humillado, escupido, golpeado, vituperado, injuriado, y aún así pidió perdón por sus adversarios.
Esta muestra de humildad debemos internalizarla en nuestro corazón y comprender que nuestro reino no es de este mundo, sino que somos llamados a entrar al reino celestial con vestiduras blancas. Por lo cual las cosas del mundo son temporales, pero la gloria de Dios es eterna.
9.- Tiene autocontrol
El buen cristiano tiene autocontrol y dominio propio porque está guiado por el Altísimo, quien nos ha proporcionado la libertad para escoger entre el bien y el mal. Y cada elección que hagamos presenta consecuencias. A diferencia de los animales, el Señor nos dio dominio propio para que podamos controlar nuestros malos deseos. Así que si alguien necesita ayuda para controlar sus impulsos, puede buscar de Dios para que Él le dé la fortaleza que necesita.
10.- Un cristiano da fruto
El buen cristiano muestra los frutos del Espíritu Santo: amor, paz, benignidad, gozo, humildad, dominio propio, fe, entre otros, tal como se refleja en la palabra de Dios:
“En cambio, el Espíritu de Dios nos hace amar a los demás, estar siempre alegres y vivir en paz con todos. Nos hace ser pacientes y amables, y tratar bien a los demás, tener confianza en Dios, ser humildes, y saber controlar nuestros malos deseos. No hay ley que esté en contra de todo esto” (Gálatas 5:22-23)
En este sentido, ser un buen cristiano te ayudará a crecer en tu vida espiritual. La vida de una persona cambia de forma significativa en el momento en que recibe a Cristo en su corazón, ya que ahora es imagen y semejanza de Cristo en este mundo, y ya no es independiente, sino que tiene un Dios Todopoderoso que lo resguarda y es dueño de su vida.
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Dios les bendiga, excelente material para poder estudiar y darnos cuente de las característica del buen CRISTIANO, pidamos a Dios nos ayude atreves del ESPIRITU SANTO a seguir transformando nuestras vivas para poder reflejar su AMOR.