Él es poderoso - Diferentes manifestaciones de su majestad en la biblia
Él es poderoso, el creador del cielo y de la tierra, Nuestro Dios Jehová de los ejércitos y el Gran Yo Soy, cuyo hijo Jesucristo representa el Dios encarnado que dio su vida para darnos la salvación y liberarnos de la esclavitud del pecado.
Este hombre llamado Jesús vino a esta tierra, no como un hombre común y corriente, sino que vino con Gloria y Poder para manifestar las maravillas y prodigios de Nuestro Señor. Esto lo explica claramente Juan en el versículo del 1 al 4:
“En el principio era el Verbo, y el Verbo era con Dios, y el Verbo era Dios. Este era en el principio con Dios. Todas las cosas por él fueron hechas, y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En él estaba la vida, y la vida era la luz de los hombres” (Juan 1: 1-4)
En esta cita se expresa que Jesucristo estaba en el principio, antes de que todo fuese creado. Así que en la eternidad él estuvo en comunión perfecta con el Señor. Él es poderoso, y es tan importante en la creación que sin él nada hubiera sido creado.
De esta manera, Jesucristo no se presentó como un simple ser humano, sino que vino con un propósito divino para otorgarnos el perdón de nuestros pecados.
Jesucristo vino como el Dios encarnado, el Todopoderoso que venció la muerte con su propia muerte y obtuvo la Victoria con su resurrección, donde Satanás fue destruido.
Él es poderoso – Muestras de su Gloria en la palabra
El término “poder” proviene del griego “dunamis” y se traduce como el poder ilimitado de Dios, y éste traspasa todo entendimiento humano, ya que va más allá de nuestras propias limitaciones.
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En las sagradas Escrituras podemos encontrar un sinfín de ejemplos que dan muestra fiel al poder de Dios en la vida de cada uno de los personajes bíblicos, quienes tuvieron que pasar por diferentes procesos para poder obtener la victoria y revelar las maravillas del Señor. Aquí mostraremos algunos de estos ejemplos:
1.- Dios endurece el corazón del faraón y trae pestes al pueblo de Israel
El poder de Dios se manifestó en la vida de Moisés, quien fue un servidor del Señor que tenía como misión liberar al pueblo de Israel, y a pesar de los obstáculos que Moisés veía a simple vista, Dios lo respaldó en todo momento.
Dios tiene el poder total de toda su creación y por eso endureció el corazón del Faraón para llevar a cabo su plan perfecto y Glorificar su nombre, mostrando su poder y majestad en todo momento. Esto se revela en la palabra:
“Y dijo Jehová a Moisés: Cuando hayas vuelto a Egipto, mira que hagas delante de Faraón todas las maravillas que he puesto en tu mano; pero yo endureceré su corazón, de modo que no dejará ir al pueblo” (Éxodo 4:21).
De esta forma Dios reveló sus señales y sus maravillas delante del faraón pero éste tenía cerrado el entendimiento, y su corazón no le permitía ver más allá.
Así que no hizo caso a la voz de Dios y padeció nueve plagas abrumadoras, pero la décima fue la más dolorosa, ya que todos los primogénitos de la tierra egipcia murieron, y estaba incluido el primogénito de faraón.
Pero aún así, el faraón solo entendió momentáneamente, ya que dejó ir al pueblo, pero después trató de embestir de nuevo contra ellos. De la misma forma pagó las consecuencias cuando sucumbió con su ejército en las aguas del Mar Rojo.
2.- Dios divide el mar
El poder de Dios es inigualable y en la biblia podemos encontrar muchos ejemplos de este poder y de la manera en la que él se manifiesta en sus hijos conforme a su voluntad y a su propósito con cada uno de éstos.
En el caso de Moisés, quien fue encomendado a liberar el pueblo de Egipto, pudo presenciar maravillas y prodigios durante su proceso, donde Dios abrió caminos donde no era posible pasar. Esto se puede apreciar en la palabra:
“Y extendió Moisés su mano sobre el mar, e hizo Jehová que el mar se retirase por recio viento oriental toda aquella noche; y volvió el mar en seco, y las aguas quedaron divididas. Entonces los hijos de Israel entraron por en medio del mar, en seco, teniendo las aguas como muro a su derecha y a su izquierda” (Éxodo 14: 21-22)
En este sentido, resulta muy terrible hablar o siquiera mencionar el lado tenebroso de caer en las manos del Dios vivo. Muchos filósofos en la actualidad aseveran que Jesús fue solamente un maestro que nos trajo algunas enseñanzas.
Pero ciertamente esto es falso, porque Jesucristo presenta al Dios encarnado que derrotó al enemigo en la Cruz del Calvario. Pero lamentablemente muchos pecadores reniegan de esta verdad y endurecen su corazón así como lo sucedió con el Faraón, quien se negaba a hacer la voluntad del Todopoderoso.
Pero Dios se manifestó con poder y le ordenó a Moisés que extendiera su mano sobre el mar, para que abriera el mar rojo para que el pueblo de Israel pudiera pasar por las aguas.
Pero cuando éstos pasaran, se le ordenó a Moisés que las aguas regresaran, y de esta forma ahogaron a todas las huestes de los egipcios sobre las arenas. Este espectáculo impactó de forma significativo al pueblo de Israel al ver la salvación del Señor Dios con poder y Gloria. Además también los egipcios pudieron darse cuenta del poder del Dios vivo.
Por esta razón, cuando las personas tienen la oportunidad de ver las maravillas y poderío de Jehová, pueden apreciar sus bendiciones y su respaldo para con sus hijos, y esto los hace confiar en él. Pero aquel que cree aun sin ver, tiene la fe que sobrepasa todo entendimiento y es la forma en la que podemos agradar a Dios.
De esta forma, Él es poderoso y es el mismo que nos da su gracia y su fortaleza en todo momento. Aunque existan tentaciones que contender y aflicciones que soportar, en sí mismos son débiles pero Dios se glorifica en el débil cuando lo fortalece.
Asimismo, los que están atribulados hallan consuelo en Dios y a pesar de que el pecado los esté sucumbiendo, pueden encontrar salvación en Jesucristo si se arrepienten de corazón.
El Todopoderoso está obrando prodigios fuera de lo que se considera común, fuera de la naturaleza misma. Manifiesta las señales de su gracia y poder a través de los hechos revelados en la palabra y que en la actualidad se pueden apreciar de igual forma.
Al respecto la palabra lo predijo en la siguiente cita bíblica: “En verdad, en verdad os digo: el que cree en mí, las obras que yo hago, él las hará también; y aun mayores que estas hará, porque yo voy al Padre” (Juan 14:12)
En esta sentido, como creyentes estamos llamados a revelar las maravillas de Dios donde su poder se manifieste en milagros y prodigios. Y es ahí donde se probará la fe de cada uno de sus hijos.
Por otro lado, cuando no podamos darle salida a los problemas es nuestro deber dejar a un lado el temor y encomendar sus caminos al Señor mediante las oraciones. Además si Dios permite que su pueblo esté en apuros encontrará el camino para sacarlos, tal como lo anuncia la palabra:
“No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13).
En este sentido, cuando tenemos presente el poder de Dios en nuestra vida, todas las adversidades son respaldadas por Dios, quien no nos da pruebas que no podamos soportar porque él nos da la fortaleza y las herramientas para vencer al enemigo y salir victorioso.
3.- Jesús multiplica los panes
Otros de los ejemplos del poder de Nuestro Señor Jesucristo lo podemos encontrar en los evangelios, y Juan tiene un especial interés en demostrarnos que Él era Dios.
Nos da como evidencia que el Señor alimentó a 5 mil personas solo con cinco panes y dos pescados. Y según las Sagradas Escrituras, todos lograron comer y hasta sobraron doce canastas llenas de pan y de pescado:
“Luego de ordenar que la gente se sentara sobre la hierba, Jesús tomó los cinco panes y los dos pescados, miró al cielo y dio gracias a Dios. Después partió los panes y se los dio a los discípulos, para que ellos los repartieran a la gente. Todos comieron hasta quedar satisfechos. Y cuando los discípulos recogieron los pedazos que sobraron, llenaron doce canastas. Los que comieron fueron como cinco mil hombres, además de las mujeres y los niños” (Mateo 14: 19-20)
De esta forma vemos la grandeza de Jesús al dar de comer a cinco mil personas con lo mínimo que tenía. Aquí queda demostrado que Él es poderoso y puede hacer de lo imposible lo posible. Solo oró a su Padre y éste le proveyó.
Asimismo nosotros como creyentes debemos apoderarnos de esta palabra, reconocer la grandeza de Jesús y seguir su ejemplo, ya que no podemos caer en la desesperación, solo debemos acudir al Padre, quien nos sustenta en medio de nuestra necesidad.
4.- Jesucristo camina sobre las agua y calma la tormenta
Otro de los prodigios de Jesucristo fue cuando los se encontraban en un barco en medio de una tormenta. Y de pronto a lo lejos se percataron de una figura que se acercaba caminando sobre el agua hacia el barco.
Esta figura era Jesús pero sus discípulos pensaron que era un fantasma, y cuando éste subió al barco, cesó la tormenta.
Esta demostración de poder les produjo primeramente miedo a sus discípulos pero luego supieron que era Jesucristo el que había caminado sobre las aguas mostrando su poderío.
Esto se puede apreciar en la palabra: “Y a la cuarta vigilia de la noche , Jesús vino a ellos andando sobre el mar. Y los discípulos, viéndole andar sobre el mar, se turbaron, y decían: ¡Es un fantasma! Y de miedo, se pusieron a gritar. Pero enseguida Jesús les habló, diciendo: Tened ánimo, soy yo; no temáis” (Mateo 14: 25-27)
En esta cita, los propios discípulos no podían creer que era Jesús quien caminaba sobre las aguas, e incluso llegaron a pensar que era un fantasma. Sin embargo Jesucristo era paciente con ellos y les mostraba con sus acciones, milagros y prodigios su poder sobrenatural.
5.- Jesucristo resucita a Lázaro
Uno de los milagros más impactantes de Jesucristo donde reveló su poder y gloria delante de los demás, fue el hecho de haber resucitado a Lázaro, quien tenía ya varios días muerto, y que su cuerpo incluso estaba en proceso de descomposición. Esto se puede apreciar en el siguiente pasaje:
“Dicho esto, gritó con todas sus fuerzas: —¡Lázaro, sal fuera! El muerto salió, con vendas en las manos y en los pies, y el rostro cubierto con un sudario. —Quítenle las vendas y dejen que se vaya —les dijo Jesús” (Juan 11: 43-44)
Cuán poderoso es Jesucristo que pudo resucitar a este hombre incluso cuando ya estaba en proceso de descomposición. Esto prueba una vez más que él tiene la llave de la vida y de la muerte, y que tiene el control de todas las cosas.
En este sentido, todos estos milagros y muchos más, revelaron la majestuosidad de Nuestro Señor Jesucristo cuando vino a esta tierra a demostrar que él era el Dios encarnado.
Y éste vino a buscar lo que estaba perdido, a sanar a los enfermos, a liberar a los cautivos y a darle consuelo al desamparado. Todo esto se manifiesta en los evangelios donde tenemos el mayor ejemplo de poder, amor y misericordia del que es Todopoderoso.
Cómo se manifiesta el poder de Dios en nuestra vida – Ejemplos bíblicos
Él es poderoso en cuanto es el dueño de todo lo creado, es el que controla todas las cosas y el que tiene el poder para quitar y poner conforme a su perfecta voluntad. Como creyentes nuestra fe en este poder es lo que nos mantiene firmes sobre la roca porque es por fe que creemos, que lo aceptamos y recibimos como nuestro único y verdadero Dios.
Todo esto se manifiesta mediante los milagros, prodigios, liberaciones, sanaciones, entre muchas más revelaciones que se pueden apreciar en la palabra de Dios y que son la evidencia de que él es el mismo ayer, hoy y por los siglos.
En las sagradas Escrituras existen además ejemplos de cómo Dios transforma la vida de las personas que le sirven de corazón, tal como es el caso de Pedro, a quien le cambió la vida por completo desde que conoció al Señor.
Sin embargo, este personaje tan importante en las escrituras tuvo que pasar por un proceso, en el cual Jesucristo lo enseñaba a controlar su ira. De esta forma este pescador insultador y cobarde, se convirtió en un tremendo predicador de Pentecostés.
Así que a pesar de haber cometido errores como el negar a Jesús tres veces, el arremeter contra el soldado y el hundirse en el mar por su falta de fe y miedo, pudo cumplir el propósito que Dios le había encomendado que era el apacentar a sus ovejas:
“Volvió a decirle la segunda vez: Simón, hijo de Jonás, ¿me amas? Pedro le respondió: Sí, Señor; tú sabes que te amo. Le dijo: Pastorea mis ovejas” (Juan 21: 16)
En este sentido, ya Jesucristo tenía un propósito en la vida de Pedro, pero primero debía enseñarlo y moldearlo para que pudiera llevar a cabo su voluntad.
Por otro lado, podemos ver en las Sagradas Escrituras, el caso de Saulo de Tarso, el perseguidor de la joven iglesia, quien se convirtió en el gran apóstol Pablo.
Sin embargo también tuvo que pasar por un proceso, ya que tuvo que sufrir golpes y encarcelamiento, pero aún así alababa y glorificaba al Señor: “A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban” (Hechos 16:25)
En este sentido, el Señor es poderoso por cuanto hizo los cielos y la tierra, y creó además al hombre y todo lo que en la tierra habita.
Y este poder se manifiesta desde el primer libro de la biblia “Génesis” hasta el último “Apocalipsis”, donde podemos ver su majestuosidad en los milagros, prodigios y en el poder transformadora para la vida de cada uno de sus hijos, ya que a través de su hijo Jesucristo nos ofrece la oportunidad de ser salvos y acceder al reino de los cielos.
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