El evangelismo personal e interactuado a la luz de la Palabra

El evangelismo personal e interactuado se manifiesta de diferentes formas, ya que predicar el evangelio es un mandato claro y preciso que nos dejó nuestro Señor Jesucristo cuando vino a este mundo:  “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:15) De esta manera, Jesucristo nos demanda que prediquemos el evangelio, pero nos da el ejemplo porque en su Ministerio enseñó la manera de enseñar, orar, manifestar las obras mediante milagros, prodigios y maravillas.

Te invito a leer: Disciplinas en el evangelio - Edificando sobre la roca

Cuando Dios manifiesta su Poder mediante sus hijos, es una forma de predicar que el Señor es poderoso, está vivo y quiere salvarte. Por esta razón, como creyentes debemos ser luz en medio de las tinieblas y predicar a través de nuestro testimonio, así como lo hizo Jesús.

Índice De Contenidos

    El evangelismo personal e interactuado – A qué se refiere

    El predicar el evangelio debe ser un estilo de vida para todo cristiano, ya que todos estamos llamados a ser luz en medio de las tinieblas. Esta proclamación se puede hacer forma grupal como lo hizo el Señor en el sermón de la montaña o así como lo hizo en el templo. Esto sería el evangelismo interactuado en el cual se proclama la palabra de Dios a un grupo de personas.

    Por otro lado, Jesucristo además empleó el método personificado como en el caso de Simón el fariseo, la mujer samaritana o así como lo hizo con Nicodemo. De esta forma, cuando nos referimos a los métodos de evangelización debemos conocer a qué se refiere tanto el método personificado como el interactuado. Cuando se habla del sistema personificado, se refiere la forma directa que se tiene para presentar una verdad a una persona directamente.

    Este tipo de evangelismo requiere llevar esta labor en un ambiente ameno, agradable, en el cual la persona pueda percibir la palabra de forma que la acepte y no la rechace. Es decir, no se debe llegar a una persona para señalarla, juzgarla, amenazarla, sino que se debe hacer de forma sabia, tomando en cuenta que esa persona no conoce aún a Cristo.

    De esta manera, cada evangelista debe aprovechar las circunstancias más adecuadas para predicar el evangelio de salvación. Al momento de acercarnos a una persona, debemos hacerlo con amor, misericordia pero también con la autoridad del Padre, ya que al hablar de la verdad podremos encontrarnos con un contraataque de parte del enemigo.

    Por lo cual antes de evangelizar debemos colocarnos la armadura, tal como lo anuncia la palabra:  “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:13-18)

    Cuando tenemos la armadura, entonces estamos listos para poner en práctica el mandato de Nuestro Señor Jesucristo y predicar el evangelio a todos, sin distinción de género, religión, cultura, estrato social, ideología política, entre otros.

    El evangelismo personal e interactuado
    El evangelismo personal e interactuado

    En este sentido, cuando se va a evangelizar de forma personal se debe conocer a la persona, su cultura, sus intereses, ya que esto nos va a permitir acercarnos más y así poder llevarle la palabra sin crear un ambiente tenso o incómodo.

    Evangelizar no es imponer la palabra, es llevar el alimento que da vida de una forma agradable, anunciando que nuestro Dios le ama y le hace un llamado para que lo acepte y lo reciba en su corazón.

    De igual forma, es importante enseñarle a esa persona que una vez que lo acepte, el Espíritu Santo comenzará a obrar en su vida, transformándolo a la imagen y semejanza de Cristo.

    Se le debe resaltar cuál es su identidad en Cristo, ya que muchas veces los hijos de Dios aún no conocen cuál es su propósito en este mundo.

    Jesucristo en sus evangelios demostró la manera en la que se debe evangelizar a los demás, ya sea de forma personal, de persona a persona o grupal como a sus discípulos y seguidores, en los cuales enseñaba diferentes parábolas.

    El evangelismo de Jesucristo – Hechos más relevantes

    Dentro del Ministerio de Jesucristo encontramos muchos mensajes relevantes en los cuales se establece una relación de persona a persona y de forma agradable y en confianza. Dentro de estos hechos encontramos los siguientes:

    1.- Jesús con la mujer samaritana

    El encuentro de Jesús con la samaritana lo encontramos en el siguiente pasaje: “La mujer le dijo: Señor, no tienes con qué sacarla, y el pozo es hondo. ¿De dónde, pues, tienes el agua viva? ¿Acaso eres tú mayor que nuestro padre Jacob, que nos dio este pozo, del cual bebieron él, sus hijos y sus ganados? Respondió Jesús y le dijo: Cualquiera que bebiere de esta agua, volverá a tener sed; mas el que bebiere del agua que yo le daré, no tendrá sed jamás; sino que el agua que yo le daré será en él una fuente de agua que salte para vida eterna. La mujer le dijo: Señor, dame esa agua, para que no tenga yo sed, ni venga aquí a sacarla. Jesús le dijo: Ve, llama a tu marido, y ven acá. Respondió la mujer y dijo: No tengo marido. Jesús le dijo: Bien has dicho: No tengo marido; porque cinco maridos has tenido, y el que ahora tienes no es tu marido; esto has dicho con verdad. Le dijo la mujer: Señor, me parece que tú eres profeta” (Juan 4: 11-19)

    En esta cita podemos ver la manera en la que Jesús proclama su evangelio sin discriminar, sin ofender pero diciendo la verdad de una forma sabia y prudente, ofreciéndole la fuente de agua viva, ofreciéndole una salida a su vida, en la cual Jesús le podía proporcionar la purificación de su pecado.

    2.- El encuentro con Nicodemo

    Este encuentro de Jesús con el Nicodemo dejó claro lo que significa el nacer de nuevo, lo cual le resultaba algo muy extraño para esa época, ya que el maestro hablaba de forma espiritual, mas él quería respuestas terrenales que le explicaran de forma natural aquello que era netamente espiritual.

    El punto es que Jesús es quien nos hace nacer de nuevo por medio de su perdón y misericordia, donde a través de su presencia en nuestra vida somos transformados en nuevas criaturas, dando nacimiento a un nuevo hombre renovado, y dejando atrás al viejo hombre, así como Moisés tuvo que dejar atrás sus costumbres egipcias, su reinado, sus lujos y su poder.

    De esta manera, cuando llegamos a Cristo, comenzaremos a recibir de su Santo Espíritu, quien será nuestro consolador, ayudador, para así ser fortalecidos en la prueba.

    En este sentido, Jesucristo en el encuentro con Nicodemo reveló la verdad de nuestro nacimiento en Cristo Jesús, abrió nuestros ojos espirituales. Esto lo podemos apreciar en el siguiente pasaje:

    “Nicodemo le dijo: ¿Cómo puede un hombre nacer siendo viejo? ¿Puede acaso entrar por segunda vez en el vientre de su madre, y nacer? Respondió Jesús: De cierto, de cierto te digo, que el que no naciere de agua y del Espíritu, no puede entrar en el reino de Dios. Lo que es nacido de la carne, carne es; y lo que es nacido del Espíritu, espíritu es. No te maravilles de que te dije: Os es necesario nacer de nuevo. El viento sopla de donde quiere, y oyes su sonido; mas ni sabes de dónde viene, ni a dónde va; así es todo aquel que es nacido del Espíritu. Respondió Nicodemo y le dijo: ¿Cómo puede hacerse esto? Respondió Jesús y le dijo: ¿Eres tú maestro de Israel, y no sabes esto? De cierto, de cierto te digo, que lo que sabemos hablamos, y lo que hemos visto, testificamos; y no recibís nuestro testimonio. Si os he dicho cosas terrenales, y no creéis, ¿cómo creeréis si os dijere las celestiales? Nadie subió al cielo, sino el que descendió del cielo; el Hijo del Hombre, que está en el cielo” (Juan 3: 4-13)

    3.- Con el gadareno

    Jesucristo cuando vino a este mundo nos mostró su poder para sanar, liberar, consolar. El caso del endemoniado Gadareno, demostró la autoridad de Jesús ante su adversario y sus demonios, donde se vio cara a cara con el maligno que tenía prisionero a un hombre. Esto lo podemos ver en el siguiente pasaje:

    “¿Qué tienes conmigo, Jesús, Hijo del Dios Altísimo? Te ruego que no me atormentes. (Porque mandaba al espíritu inmundo que saliese del hombre, pues hacía mucho tiempo que se había apoderado de él; y le ataban con cadenas y grillos, pero rompiendo las cadenas, era impelido por el demonio a los desiertos.) Y le preguntó Jesús, diciendo: ¿Cómo te llamas? Y él dijo: Legión. Porque muchos demonios habían entrado en él. Y le rogaban que no los mandase ir al abismo. Había allí un hato de muchos cerdos que pacían en el monte; y le rogaron que los dejase entrar en ellos; y les dio permiso. Y los demonios, salidos del hombre, entraron en los cerdos; y el hato se precipitó por un despeñadero al lago, y se ahogó”  (Lucas 8:26-33)

    Nuestro Señor Jesucristo en este pasaje nos revela su dominio ante el adversario y la capacidad para manejar este tipo de situaciones en las cuales se encontró con un hombre endemoniado que estaba totalmente atado a una legión de demonios que lo tenía oprimido y no le permitían tener lucidez y tener una vida plena. Pero una vez que este hombre fue liberado, quiso seguir al maestro, pero éste le mandó a que diera testimonio de lo que Dios había hecho en su vida.

    Te puede interesar leer: Cómo hacer la liberación espiritual. 9 pasos a seguir

    De la misma manera, nosotros estamos llamados a testificar las maravillas que Dios ha hecho en nuestra vida, y esto lo podemos hacer mediante la evangelización personal e interactuada, ya que hemos sido rescatados del abismo en el que nos encontrábamos, y esto es una proclamación de las maravillas que Cristo hace e la vida sus hijos.

    En este sentido, el método personificado es un método en el cual el locutor tiene que descender o ascender a la altura del interlocutor. Es decir aplicar la empatía y de persona a persona conocer las necesidades del otro y proclamar que existe un camino, una verdad y una vida en Cristo Jesús, donde encontramos la salvación.

    Al respecto la palabra nos enseña la manera en la que podemos atraer a las almas a Cristo, y éstas son las herramientas que tenemos para poner en práctica lo que hemos aprendido. Dar de gracia lo que por gracia hemos recibido. Evangelizar es dar de aquello que has recibido por gracias, ya que la salvación no es merecida, es por gracia.

    Al respecto la palabra nos muestra la manera en la podemos evangelizar mediante este pasaje: “Cuando Israel era muchacho, yo lo amé, y de Egipto llamé a mi hijo. Cuanto más yo los llamaba, tanto más se alejaban de mí; a los baales sacrificaban, y a los ídolos ofrecían sahumerios. Yo con todo eso enseñaba a andar al mismo Efraín, tomándole de los brazos; y no conoció que yo le cuidaba. Con cuerdas humanas los atraje, con cuerdas de amor; y fui para ellos como los que alzan el yugo de sobre su cerviz, y puse delante de ellos la comida” (Oseas 11:4)

    De esta manera, el evangelista debe manifestar el fruto del Espíritu Santo y estar revestido de amor para con su prójimo, para aquellos que no conocen al Señor y que necesitan de una palabra de aliento, de una esperanza, la cual solo puede lograr en Cristo Jesús Nuestro.

    En este sentido, el evangelismo ya sea personal o interactuado debe estar enfocado en el mensaje de salvación, trayendo las buenas nuevas del Reino de los cielos y dando testimonio fiel y real de las maravillas que ha hecho en nuestra vida y que también puede hacer en la vida de los demás, ya que la misericordia de Dios abarca a toda su creación.

    Puedes leer: Qué Es Un Evangelista. Comportamiento Y Roles

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Subir

    Utilizo cookies propias, de análisis y de terceros para mejorar la experiencia de navegación por mi web. Y en algunos artículos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias según el análisis de tu navegación. Pero solo es para seguir ofreciendo contenido de calidad en el blog de manera totalmente gratuita. Puedes informarte más profundamente sobre qué cookies estoy utilizando y desactivarlas si quieres (algo que agradecería que no hicieras) Más Información