El poder de la mente - Un arma poderosa para vencer al enemigo

El poder de la mente es una de las grandes maravillas que Dios ha creado para desarrollarnos en este mundo. La mente está vinculada con el espíritu, el alma y el corazón de la persona. A través de las Sagradas Escrituras podemos ver el poder de Dios, ya que puede cambiar nuestra mente y transformarnos totalmente.

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    El Poder de la mente – A qué se refiere

    La mente tiene un rol muy importante dentro de las emociones y la toma de nuestras decisiones. La mente del hombre constituye todo lo que somos y todo lo que hacemos, de allí provienen todos los avances científicos.

    De esta forma que la calidad de la mente es incomparable y el Señor es el científico de científicos, ya que él es el creador de todas las cosas y hace posibles las cosas con su Poder.

    Para entender el poder de la mente es importante conocer en qué consiste la mente y cómo puede dirigir nuestros actos y cómo se puede proyectar en el logro de objetivos.

     En este orden de ideas, la mente se refiere a una organización de los procesos mentales o actividades psíquicas de una persona. Es el conjunto de procesos conscientes e inconscientes de la persona que influyen y conducen el comportamiento mental y físico.

    Por otro lado, la mente es la facultad de entender y comprender, en contraposición con las emociones. También es considerada como la parte del cerebro donde reside la actividad mental y nos permite comprender, sentir, razonar, conocer, recordar, pensar, reaccionar y adaptarse al medio ambiente y a los estímulos internos y externos.

    En la biblia podemos encontrar que en el Antiguo Testamento se nos presenta el término “corazón” en comparación con el vocablo “mente” y ambos están relacionados con los verbos “saber”, “conocer”.

    Tal como se puede observar en el siguiente pasaje bíblico: “Reconoce asimismo en tu corazón, que como castiga el hombre a su hijo, así Jehová tu Dios te castiga” (Deuteronomio 8:5)

    Por otro lado encontramos en la palabra que se nos habla de la mente y el corazón de forma separada: “Yo Jehová, que escudriño la mente, que pruebo el corazón, para dar a cada uno según su camino, según el fruto de sus obras” (Jeremías 17:10)

    De esta manera, en este pasaje nos habla del Poder de Dios quien conoce todo de nosotros, escudriña nuestra mente, pensamientos, alma, corazón, espíritu, es decir, tiene el control total de nosotros, así que no podemos ocultar lo que hay en nosotros porque solamente él puede conocer perfectamente.

    El poder de la mente – Un arma poderosa para derribar fortalezas

    El poder de la mente es un arma poderosa que podemos usar para crear cosas grandes y hacer maravillas en este mundo. Sin embargo, la mente es muy atacada por Satanás y constantemente estamos siendo bombardeados con dardos en los cuales nuestra mente se ve amenazada.

    Por esta razón es importante como cristianos saber que nuestra lucha es diaria, pero esta batalla no es con las personas que nos rodean, sino con el mundo espiritual de las tinieblas, en el cual nos vemos inmersos.

    Al respecto la palabra nos señala en este pasaje lo siguiente: “Pues aunque andamos en la carne, no militamos según la carne;  porque las armas de nuestra milicia no son carnales, sino poderosas en Dios para la destrucción de fortalezas, derribando argumentos y toda altivez que se levanta contra el conocimiento de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia a Cristo” (2Corintios 10:3-5)

    En este sentido, debemos entregarle nuestra mente a Dios y a su obediencia. De esta manera nuestra mente estará enfocada en las cosas del Reino de los cielos y no en las cosas del mundo.

    El poder de la mente
    El poder de la mente

    Así que los creyentes hemos sido armados en su palabra con toda una armadura que es descrita en el siguiente pasaje y de la cual debemos hacer uso a la hora de enfrentarnos al adversario:

    “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno. Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios; orando en todo tiempo con toda oración y súplica en el Espíritu, y velando en ello con toda perseverancia y súplica por todos los santos” (Efesios 6:13-18)

    En este mismo orden de ideas, hemos sido equipados para destruir todo argumento que el enemigo tenga en nuestra contra. Así que cuando el adversario quiera atacarnos, debemos tener presente que nuestra mente es un arma poderosa porque Dios la gobierna.

    Por otro lado, el enemigo siempre te va a atacar, sobre todo si te encuentras débil en la fe, por lo cual debes tener una comunión diaria con Dios para que siempre estés fortalecido y puedas luchar con las armas poderosas que la palabra te otorga, donde la mente juega un papel importante para derribar esas fortalezas que quieren desviarte del propósito que Dios tiene para cada uno de sus hijos.

    Es importante resaltar que como creyentes debemos cuidarnos de las cosas que vemos, escuchamos y hablamos, y para ello debemos escudriñar la palabra porque en ella encontraremos la verdad.

    Es nuestro aliciente en medio de la prueba y representa la voz de Dios, la cual nos va a permitir conducir nuestros pasos en rectitud y justicia. Por lo cual en la biblia podemos encontrar versículos que nos ayudarán a controlar nuestra mente y llevarla a la obediencia de Cristo, tal como se puede visualizar en este pasaje:

    “destruyendo especulaciones y todo razonamiento altivo que se levanta contra el conocimiento de Dios, y poniendo todo pensamiento en cautiverio a la obediencia de Cristo” (2 Corintios 10:5)

    De esta manera, debemos poner nuestros pensamientos delante de nuestro Padre y procurar mantenernos velando para evitar que el enemigo puede interferir e inmiscuirse en nuestros planes.

    Cuando ponemos en práctica nuestros pensamientos, esto puede ser de gran bendición o de gran maldición, ya que lo que se lleva a la acción primero se piensa y se maquina. Así que no debemos subestimar al enemigo y estar atentos a las cosas que están en nuestro entorno y que pueden ser anatemas en nuestra vida espiritual. Lo cual nos impide sentir la presencia del Señor.

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    En este sentido, la palabra señala que tenemos la mente de Cristo, y esto hace referencia al hecho de estar mentalizado y tener conocimiento acerca de quiénes somos en Cristo Jesús y la autoridad que tenemos sobre nuestro enemigo principal que es Satanás y sus demonios. Tal como lo indica su palabra:

    “Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes” (Efesios 6:12)

    De esta manera, el poder de la mente es un arma que podemos usar para vencer las asechanzas de nuestro enemigo, llevando nuestros pensamientos cautivos a la obediencia de nuestro Padre Celestial, quien es nuestro dueño, nuestro Señor, nuestro único camino a seguir.

    Por lo cual debemos entregarle nuestra mente a él y evitar las tentaciones que nos ofrece el mundo, en la cual somos atacados mediante imágenes, canciones, sonidos, voces, entre otras cosas que no provienen de Dios, sino que son dardos que nos lanza el enemigo para desviarnos del camino de luz en el cual nos encontramos.

    Así que el adversario, que es Satanás y sus demonios, busca derribar el plan perfecto que tiene Dios para con sus hijos, quiere a toda costa destruir la obra del Reino, y esto es una verdad que debemos internalizar para no subestimar al enemigo y cuidarnos de lo que estamos viendo, escuchando y hablando porque el enemigo se va a valer de cualquier estrategia para que caigamos en las redes del mal.

    Pero como hijos de Dios estamos sellados con el Espíritu Santo, quien nos lleva a toda verdad y esto nos conduce por el camino correcto que es Cristo Jesús, camino del cual no debemos apartarnos para no darle entrada al diablo en nuestra vida, sino alejándolo con la luz admirable que reside en nosotros, ya que estamos llamados a ser luz en medio de las tinieblas:

    “Porque en otro tiempo erais tinieblas, mas ahora sois luz en el Señor; andad como hijos de luz (porque el fruto del Espíritu es en toda bondad, justicia y verdad)” (Efesios 5:8-9       )

    Entonces debemos tener claro de quién es nuestro enemigo, ya que no estamos luchando directamente con las personas sino contra todo un mundo espiritual maligno y perverso que desea destruir a la humanidad.

    Cuáles son los estados de la mente de acuerdo a la biblia

    La mente es un arma muy poderosa que podemos usar para derrotar al mundo de las tinieblas que constantemente están asechando en contra del pueblo de Cristo.

    Sin embargo la mente en su totalidad es un misterio y encierra ciertos estados que debemos analizar para comprenderla aún más:

    1.- Mente Vana

    El término “vano” se refiere a un adjetivo que significa vacío, inútil, incapaz, no tiene semilla, carece de fundamento. Así que una persona cuando tiene mente vana siempre va a estar centrada en su propia opinión, criterio, ego.

    De igual forma su mente divaga en pensamientos desordenados, vacíos, sin sentido. Al respecto la palabra nos indica lo siguiente:

    “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente” (Efesios 4:17)

    2.- Mente reprobada

    La mente reprobada es aquella que no tiene en cuenta a Dios y tampoco sus mandamientos y principios: “Y como ellos no aprobaron tener en cuenta a Dios, Dios los entregó a una mente reprobada, para hacer cosas que no convienen” (Romanos 1:28)

    Tomando en cuenta lo que nos dice el pasaje bíblico en la carta a los romanos, una mente reprobada no discierne lo que es bueno, lo que es malo porque no puede diferenciar aquello que viene de Dios:

    “Pero el hombre natural no percibe las cosas que son del Espíritu de Dios, porque para él son locura, y no las puede entender, porque se han de discernir espiritualmente”  (1Corintios 2:14)

    De esta manera que una persona que tiene una mente reprobada puede cometer fácilmente todo tipo de actos vergonzosos porque ha perdido el temor ante Jehová. Así que esta persona está sumergida en deseos engañosos del enemigo, ya que su mente está reprobada.

    3.- Mente entenebrecida

    Cuando se habla de la mente entenebrecida se hace alusión a la mente oscurecida, y esto tiene que ver con el mundo de las tinieblas porque está cegada, sumergida en la vanidad y no dan lugar a la presencia de Dios.

    “Esto, pues, digo y requiero en el Señor: que ya no andéis como los otros gentiles, que andan en la vanidad de su mente, teniendo el entendimiento entenebrecido, ajenos de la vida de Dios por la ignorancia que en ellos hay, por la dureza de su corazón” (Efesios 4:17-18)

    Una mente entenebrecida está cegada espiritualmente, carece de la luz y su entendimiento está nublado y oscurecido debido a que el dios de este siglo, Satanás, lo ha apartado de la luz admirable que es Cristo y por eso su mente está entenebrecida. Tal como lo señala la palabra: “en los cuales el dios de este siglo cegó el entendimiento de los incrédulos, para que no les resplandezca la luz del evangelio de la gloria de Cristo, el cual es la imagen de Dios” (2 Corintios 4:4)

    En este sentido, la mente reprobada y la mente entenebrecidas están dirigidas por el diablo, quien los domina porque su corazón se ha endurecido.

    4.- Mente conformista

    Tener una mente conformista es resignarse a aceptar algo que no nos satisface totalmente. Así que la persona se conforma con lo que sabe, con lo que tiene, y no busca ni indaga.

    Al respecto la biblia nos exhorta a no conformarnos, sino a renovar nuestra mente cada día: “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)

    5.- Mente renovada

    Tener una mente renovada es tener una mente rejuvenecida que ha sido cambiada totalmente para adoptar una postura conforme a la voluntad de Dios. Al respecto la palabra dice lo siguiente:

    “No os conforméis a este siglo, sino transformaos por medio de la renovación de vuestro entendimiento, para que comprobéis cuál sea la buena voluntad de Dios, agradable y perfecta” (Romanos 12:2)

    Pero para tener una mente renovada se requiere tener una actitud contante de aprendizaje, dispuesto a cambiar el pensamiento y a ponerlo cautivo a la obediencia de Cristo, tal como nos demanda la palabra: “y renovaos en el espíritu de vuestra mente, y vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justicia y santidad de la verdad” (Efesios 4:23-24)

    En este orden de ideas, cuando renovamos nuestra mente estamos dispuestos a dejar lo viejo y adquirir una nueva mente, conforme a la voluntad de Cristo, donde prevalezca su verdad.

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