Evangelizando al Mundo sin Cristo : 3 aspectos fundamentales que debemos considerar.
Uno de los grandes retos que debe abordar la iglesia de hoy es el relativo a cómo ir evangelizando al mundo sin Cristo. La iglesia ha naufragado en las diferentes vías de cómo dar respuestas a esta sociedad a través del evangelio, porque ha errado en cómo afrontar el contexto que la rodea, la pertinencia del mensaje y las estrategias de la evangelización.
Es por eso que hoy vivimos en un mundo posmoderno donde la sociedad tampoco ha encontrado las respuestas que busca en el cristianismo, y lo ha encajado como parte de un todo para alcanzar a Dios, terreno que se ha dejado ganar por la nueva era y las religiones orientales.
Hoy vamos a ver los 3 aspectos necesarios que la iglesia debe poner en práctica para cumplir la misión de ir evangelizando al mundo sin Cristo. Veamos:
1.- El contexto posmoderno.
Para que la iglesia comience una labor de ir evangelizando al mundo sin Cristo, debe conocer el contexto en el cual está plantada y se desenvuelve.
Vivimos en una sociedad posmoderna, entendiendo como posmodernismo a la nueva visión del mundo que ha adquirido la sociedad de hoy como consecuencia del fracaso del modernismo, cuyos ideales se basan en los avances de la ciencia, de las políticas sociales, en el progreso del humanismo y en las libertades religiosas, como medios para alcanzar la solución a los problemas existenciales del hombre. Premisas que fracasaron por la misma condición moral del hombre en medio de la depravación total que vive desde la caída de nuestros primeros padres en El Paraíso.
La sociedad, en búsqueda de la respuesta a sus propios dilemas, ha ido por el camino equivocado. Los ídolos culturales en que basan sus esperanzas son el materialismo, y encuentran placer en el hedonismo, lo que hemos llamado placer de la desilusión. Las personas piensan encontrar su salvación en el dinero y las cosas materiales, y en algunas sociedades tratar de adquirirlo de manera rápida, través de la corrupción en los entes públicos y grandes corporaciones.
Y en los más jóvenes, el control de las calles en las pandillas juveniles, generando inmensas entradas con el negocio de las drogas, el robo, el secuestro y el cobro de vacunas por protección. En la música que escuchan se promueve la sensualidad, el erotismo y la lascivia como formas de arte, movimientos de baile lascivos son los que dan prominencia al aspecto cultural. Letras que promueven a la violencia sexual y el adulterio, a las relaciones sexuales fuera de la santidad del matrimonio y justifican la actitud de quienes las efectúan.
Los avances comunicacionales ocupan la mayor parte del tiempo que las personas toman para comunicarse, dedicando así la mayor parte de su vida a mirar una pantalla del celular, buscando a través de las redes sociales las personas o cosas que den solución a sus anhelos, esperanzas o preocupaciones que les depare el devenir la vida, lo que generalmente produce mayor desinformación y desconcierto ante lo que se busca o se inquiere.
Hay un desconocimiento de las doctrinas bíblicas fundamentales de la salvación. La gente no lucha con el pecado sino que se complace en él, hay cambio de valores y construcción de valores ajenos al evangelio
Se ha perdido el conocimiento bíblico y se ha hecho parte de un todo confuso para llegar a Dios, el dios mostrado es un dios impersonal, los extraterrestres y los mundos paralelos llenan el lugar que debe ocupar el Dios eterno, infinito e incambiable que muestra la Biblia.
No es diferente en el entorno de la iglesia. No están involucrados en el servicio a Dios, y los que están en las iglesias son consumidores eclesiásticos, ahora tienen un púlpito con juego de luces y toda la tecnología. Necesitan de una tarima para los grupos de adoración en lo que se asemeja mas a un concierto secular que a la actitud que se debe rendir a Dios en adoración.
Muchas veces sus canciones son de estrofas cortas y repetitivas, y confunden la adoración con una suerte de éxtasis emocional. Un sermón corto y acomodado para el creyente, que no presenta ni proclama el mensaje de la cruz, y mucho menos orientado a sus propias necesidades espirituales ni a la confrontación de las personas con sus pecados delante de Dios.
En el trabajo tienden a luchar con la competencia desleal para lograr los ascensos requeridos, con las condiciones difíciles para sufragar los gastos básicos de alimentación, vestido, vivienda, salud, transporte y educación que se necesitan para sobrevivir en una sociedad cada vez más exigente, con las posibilidades laborales restringidas y cruel en el trato con los subordinados.
Las mujeres son víctimas del acoso sexual si quieren una posibilidad de trabajo o ascenso, llegando a ser degradadas moralmente tan solo por perseguir un mejor trabajo que le ayude a mejorar su calidad de vida.
En el hogar luchan con la formación de los hijos, cómo educarlos en un mundo que cada es mas peligroso por las asechanzas con que tienen que luchar los jóvenes que tenemos en casa: drogas, violencia e inseguridad, prostitución (incluida la prostitución infantil) y falsos conceptos sobre el amor, y las perversiones sexuales, el aborto y la promiscuidad. Esto, es el mundo sin Cristo, y necesitado de Dios.
La sociedad posmoderna buscó sus soluciones en el materialismo y el hedonismo, donde solo importa lo que logras tener y la manera de como disfrutarlo, no teniendo las soluciones a su destino eterno, como dijo el profeta Isaías: "Comamos y bebamos, que mañana moriremos". Así, debemos tener estas cosas presentes a la hora de ir evangelizando al mundo sin Cristo, para tener una óptica correcta del problema.
2. El Mensaje Apropiado.
De tal manera, que para comenzar evangelizando al mundo sin Cristo, el mensaje debe ser el apropiado, que apunte a la solución concreta de los problemas existenciales que atacan a la sociedad posmoderna. Tomemos el modelo de las 4 leyes espirituales:
. Primera Ley: Para ir evangelizando al mundo sin Cristo, debemos determinar primeramente el propósito de Dios para el hombre.
El hombre no aparece en la tierra como algunos pretenden mostrarlo, como el resultado incompleto de un proceso evolutivo aún en desarrollo, y sin propósito particular alguno.
Dios creó al hombre bueno (Efe 4.24) para que conociera correctamente a Su Creador, le amara y viviera en su presencia bienaventurado y feliz, amado por Dios, y para tener una vida abundante (Jn 10.10b), plena en amor, justicia y y santidad. Una vida que contrasta altamente con lo que vive hoy la sociedad posmoderna.
Era perfecto y vivía en la presencia de Dios. Entonces, ¿Porqué ahora lleva una vida tan miserable? ¿Qué le pasó?
.- Segunda Ley: Para ir evangelizando al mundo sin Cristo, el hombre debe conocer su condición pecaminosa que no le deja experimentar el amor de Dios ni el plan que éste tiene para su vida.
Tenemos que hacer conocer al hombre que al principio no fue así. Que él perdió su comunión con Dios por la desobediencia de nuestros primeros padres en El Paraíso (Gen 3; Ro 5.12), por causa de la caída el hombre perdió su comunión con Dios y Dios le separó de su presencia, y su naturaleza se corrompió de tal manera que su amor se volvió egoísmo, su justicia cambió en maldad y su santidad en corrupción moral.
Se hizo esclavo de esa naturaleza y por lo tanto, fue destituido de la presencia y gloria de Dios y no puede por ninguno de sus esfuerzos alcanzar a Dios y cruzar este abismo de separación que se creó entre Dios y el hombre: Ni las religiones, ni las filosofías ni aún sus buenas obras pueden tender este puente para unirse de nuevo a Dios. (Ro 3.23)
.- Tercera Ley: Para ir evangelizando al mundo sin Cristo, debemos proclamar a Jesucristo como la única y suficiente provisión de Dios para el hombre pecador.
Esta es la buena noticia: Solo a través de Cristo podemos conocer el plan de Dios para nuestra vida y experimentar su amor en nosotros.
Porque la paga del pecado es la muerte (Ro 6.23), él murió en nuestro lugar para apaciguar la ira del Padre sobre nosotros y reconciliarnos con Dios (Ro 5.8). Él es el camino, la verdad y la vida para poder reconciliarnos con el Padre (Jn 14.6).
A través de Cristo Dios cruzó el abismo de separación entre él y nosotros al enviar a Jesucristo a morir en nuestro lugar. De tal manera que tal acción de Dios exige una respuesta del hombre.
.- Cuarta Ley: Para ir evangelizando al mundo sin Cristo, debemos instar al hombre a confesar a Cristo Como Salvador y recibirlo como Señor para poder experimentar el amor de Dios y conocer el plan de éste para su vida.
En Ro 10.9-10 dice lo que debe hacer el hombre: confesar a Cristo con sus labios para salvación y creen en su corazón en que él resucitó para la justicia de la humanidad; es el primer paso para la salvación, se le debe recibir como Señor a través de la confesión de pecados y vivir en adelante una vida pronta y aparejada para hacer su voluntad, que es la única buena.
Esto puede hacerse a través de una sencilla oración de confesión de fe diseñada por la iglesia, o espontánea de la persona que es instada a tomar tal actitud.
En es restablecimiento de estas relaciones, que el hombre empezará a experimentar de nuevo el amor de Dios en su vida y empezará a poner en práctica el plan que Dios tiene para ella, encontrando el propósito y sentido que no puede darle la sociedad posmoderna, y que se debe tener muy en cuenta para las futuras acciones de ir evangelizando al mundo sin Cristo
3. La Estrategia Correcta
La iglesia debe volver al precepto bíblico para poder crecer y alcanzar a los no creyentes, evangelizando al mundo sin Cristo con el cumplimiento de sus funciones vitales.
.- En la práctica del compañerismo, la iglesia crece en amor.
Nuestro Señor Jesucristo sumarizó la Ley de Dios en un solo mandamiento: Amar a Dios sobre todas las cosas y a tu prójimo como a ti mismo. Este mandamiento es indivisible: amar a Dios sin amar a tu prójimo convierte al hombre en místico y misántropo. Amar al hombre sin amar a Dios le convierte en filántropo. De tal manera que nadie puede mostrar su amor sino es través del amor por su prójimo.
El ejemplo de la primera iglesia cristiana en Jerusalén nos muestra que sus miembros permanecían unánimes en todas sus actividades (Hch 2.46). Así que la iglesia debe unirse a través de sus actividades, ya sean inherentes a ella (Hch 2.42) , o las que muestra al mundo a través de los actos de misericordia que debe realizar como testimonio del amor de Dios en la comunidad.
.- En la práctica del discipulado, la iglesia crece en profundidad.
Uno de los problemas mas delicados que presenta la iglesia actual es la capacitación eficaz de líderes. La iglesia debe equipar a los santos. Formar líderes capaces de defender la fe "una vez dada a los santos" ( Ju 1.3) para poder "presentar defensa con mansedumbre y reverencia ante todo aquel que demande una razón de la esperanza que ofrece la iglesia al mundo posmoderno" (Cf. 1 Pe 2.15).
Si solamente se prepara teológicamente el pastor, ¿Cuál será el resultado doctrinal de esta iglesia cuando el pastor no esté con ellos? Es muy fácil caer en los errores y desviaciones doctrinales en las iglesias que no preparan a sus líderes para dar respuestas tanto doctrinales como existenciales a esta sociedad.
.- En el ejercicio de la oración, la iglesia crece en fuerza.
El poder de la oración hace fuerte a la iglesia. A través de ella, clamamos a Dios para que pasen las cosas que son conforme a su voluntad y para la expansión de su reino. La oración nos enseña a que toda nuestra fuerza la tenemos en Dios, ya que el es quien nos provee de lo que necesitamos y nos libra de todo el mal, es quien perdona nuestros pecados y obra para nuestro beneficio, de acuerdo a su voluntad.
El ejercicio de la oración fortalece a la iglesia, los miembros se unen por las causas presentadas a Dios y obtienen el propósito común que tiene la iglesia para sí misma y para la sociedad que la circuncida.
La oración hace a la iglesia testigo del poder transformador de Dios en la sociedad necesitada de él.
.- En el funcionamiento de los ministerios, la iglesia crece en amplitud.
La iglesia tiene ministerios inherentes a su propia naturaleza, tales como la predicación, la consejería pastoral, la enseñanza, la adoración y el evangelismo, entre otros; además de ministerios que se pueden desarrollar en la comunidad.
Si la iglesia tiene algún miembro que es un experto en finanzas, podía dictar cursos de economía doméstica; así un gerente deportivo podría organizar actividades deportivas en los más jóvenes.
La iglesia debe influir la música, el cine y el teatro a través de eventos que proclamen el evangelio, la ley de Dios o que realcen los actos de amor o toma de conciencia de algunas realidades de la sociedad. Debe efectuar actos de misericordia en la comunidad: escuelas, dispensarios, etc.
La iglesia se debe ampliar expandiéndose en la comunidad para sentar presencia y ganar autoridad en la acción de ir evangelizando al mundo sin Cristo en el ambiente que la circunscribe (Hch 2.47).
.- En el trabajo del evangelismo, la iglesia crece en tamaño.
La proclamación pura y simple del evangelio en la tarea de ir evangelizando el mundo sin Cristo es objetivo central de la iglesia. Todo lo demás depende de esto. Se pueden tomar las otras estrategias anteriormente descrita y obviando esta, no tendremos más que un club de acción social en la comunidad.
Ejecutar los diferentes planes de evangelismo y preparar a los miembros de la iglesia (Efe 4.12), es tarea fundamental para la proclamación de este mensaje, y en este trabajo de ir evangelizando al mundo sin Cristo, deben participar todos los miembros de la iglesia.
Hay que cumplir la Gran Comisión de Jesucristo (Mat. 28.19-20)
Querido lector, si ya eres miembro de una iglesia, sea en calidad de líder o no, es fundamental que conozcas estos 3 aspectos fundamentales de la evangelización, que te apropies de ellos y los presentes en los planes de evangelización junto con tu iglesia, para que puedan ir evangelizando al mundo sin Cristo, y expandir el reino de Dios en tu comunidad.
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