La epístola a Filemón - La importancia del perdón en el evangelio

La epístola a Filemón es un libro escrito por el apóstol Pablo y Timoteo desde la cárcel en Roma. Esto ocurrió aproximadamente en los años 60-62 d.C. Esta carta o epístola fue escrita para Filemón, quien fue un cristiano acomodado de la iglesia en Colosas, quien posiblemente se convirtió a Cristo durante el Ministerio de Pablo.

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    La epístola a Filemón – Contexto histórico

    Esta epístola a Filemón constituye la carta más breve y privada que escribió Pablo. Filemón ejercía mucha influencia en la iglesia y por eso este apóstol dirige la carta también a la iglesia, ya que él podría ser el pastor o uno de los líderes de la misma. Para comprenderla debemos primeramente contextualizar los hechos y poder concatenar el mensaje y su enseñanza.

    En este sentido es importante hablar de Onésimo, quien era un esclavo que se había escapado de la casa de su amo Filemón, y antes de su partida le robó algunas de sus pertenencias.

    Es importante destacar que el nombre de Onésimo en el vocablo griego significa "Útil". Por esta razón Pablo en su carta menciona con un juego de palabras la connotación del nombre de este esclavo:

    “Por lo cual, aunque tengo mucha libertad en Cristo para mandarte lo que conviene, más bien te ruego por amor, siendo como soy, Pablo ya anciano, y ahora, además, prisionero de Jesucristo; te ruego por mi hijo Onésimo, a quien engendré en mis prisiones, el cual en otro tiempo te fue inútil, pero ahora a ti y a mí nos es útil, el cual vuelvo a enviarte; tú, pues, recíbele como a mí mismo” (Filemón 1: 8-12)

    El apóstol Pablo encontró a este esclavo en Roma y se convirtió a Cristo durante su Ministerio. Él escribe esta carta durante su encarcelamiento en esta Nación para solicitar a Filemón, quien era un hombre rico y miembro de la iglesia de Colosas, para que perdone a Onésimo y lo reciba como hermano en Cristo.

    Para que Filemón pudiera perdonar y aceptar a Onésimo, Pablo le escribe con mucho tacto y en tono algo despreocupado, por eso emplea palabras apropiadas para su propósito. Esta súplica está organizada de un modo prescrito por los antiguos maestros griegos y romanos.

    Primeramente se establece una relación para luego persuadir y conmover. No se menciona a Onésimo por nombre hasta que se establece bien la relación, y solo se hace la petición, como al final de la sección, para intentar convencer.

    En este sentido la epístola a  Filemón contiene mucha información histórica de gran valor y tiene relación con la iglesia primitiva con la institución de la esclavitud, la cual estaba esparcida en el Imperio Romano y según diferentes apreciaciones, los esclavos formaban parte de un tercio de la población para aquella época, y esto era algo aceptable.

    En los tiempos del Ministerio de Pablo, la esclavitud había sustituido al trabajo libre. Los esclavos podían ejercer diferentes roles como los de doctores, maestros, músicos, artistas, contadores, bibliotecarios, entre otros.

    Estos esclavos no tenían un valor humano, eran considerados objetos que simplemente podían ser vendidos, intercambiados y así mismo podían ser castigados severamente por sus amos. Pero esta situación fue cambiando en el Nuevo Testamento, ya que los esclavos al estar contentos podían rendir más en el trabajo asignado.

    En este sentido, el cristianismo comenzó por atacar los males de la esclavitud cambiando el corazón de los esclavos y de sus amos. Por esto hizo énfasis en la igualdad espiritual de las personas, sin importar su condición de esclavo.

    Así que la palabra de Dios le dio fin a los abusos de la esclavitud, dando a conocer el tema del perdón, la compasión y el amor mediante Nuestro Señor Jesucristo, quien vino a este mundo precisamente a liberarnos del yugo de la esclavitud, porque ciertamente nadie puede ser libre si primero no cambia internamente su alma y su corazón.

    Análisis de la epístola a Filemón

    Para analizar esta epístola a Filemón se debe aclarar que el término “epístola” hace referencia a una carta personal que le envía el apóstol Pablo a Filemón y a la iglesia. La idea central de este libro o carta es el amor en la restauración, el perdón y la compasión. La cual es propia del cristianismo, ya que el Señor Jesús había implementado como mandamiento segundo amar a nuestro prójimo como a nosotros mismos, aún si serán nuestros enemigos. Al respecto lo podemos apreciar en la palabra:

    “¿Cuál es el mandamiento más importante de todos? Jesús le contestó: —El primero y más importante de los mandamientos es el que dice así: “¡Escucha, pueblo de Israel! Nuestro único Dios es el Dios de Israel. 30 Ama a tu Dios con todo lo que piensas, con todo lo que eres y con todo lo que vales.” 31 Y el segundo mandamiento en importancia es: “Cada uno debe amar a su prójimo, como se ama a sí mismo.” Ningún otro mandamiento es más importante que estos dos” (Marcos 12:28-31)

    En este sentido, la razón principal de esta epístola fue para interceder en favor del esclavo Onésimo, así como Jesús intercedió por cada uno de nosotros, dando su vida por nuestra salvación y liberación del pecado.

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    Tal como se mencionó anteriormente, Onésimo fue convertido por Pablo cuando se encontraba en la cárcel en Roma, debido a que robó a Filemón su amo, y Pablo manda a este esclavo para que lleve le lleve la carta y pueda solventar su situación.

    El apóstol Pablo conocía a Filemón, ya que él era líder de una iglesia en la ciudad de Colosas. Así que el mismo Onésimo le llevó esta carta a su amo Filemón. Éste era una creyente gentil en esa ciudad, y en su casa se reunía su iglesia.

    En la epístola se puede observar que el apóstol Pablo esperaba que Filemón pudiera compartir la carta con la iglesia:

    “Te saludan Epafras, mi compañero de prisiones por Cristo Jesús, Marcos, Aristarco, Demas y Lucas, mis colaboradores. La gracia de nuestro Señor Jesucristo sea con vuestro espíritu. Amén” (Filemón 1: 23-25)

    En este sentido, el esclavo Onésimo convertido a Cristo estuvo sirviendo a Pablo mientras éste se encontraba en prisión y ahora  está siendo enviado de regreso a Filemón, pero va acompañado por Tíquico, quien de igual forma es portador de epístolas a las iglesias en Colosas (Colosenses) y Asia (Efesios).

    Así que el evangelio buscar seguir las enseñanzas dadas por Jesús durante su Ministerio, donde el perdón es otorgado por gracia para darnos la salvación y entrada al Reino de los Cielos. Es por ello que resulta muy importante analizar esta epístola porque nos refleja el verdadero cristianismo, donde no hay distinción de credo, raza, clase social porque todos somos hijos de un solo Padre y por eso debemos estar unidos y ser misericordiosos.

    De esta manera, el evangelio busca reconciliar a las personas entre sí, no solamente a los judíos (Pablo) sino también a los gentiles (Filemón). También incluye al esclavo (Onésimo).

    La epístola a Filemón
    La epístola a Filemón

    La igualdad en Cristo Jesús

    Esta epístola a Filemón es una muestra de la misión principal que tiene el evangelio de Cristo, la cual es la igualdad entre la humanidad. Sin embargo, en aquella época existían muchas limitaciones y prejuicios que impedían la expansión de dicho evangelio.

    El apóstol Pablo tuvo que pasar por pruebas y vicisitudes para poder dar a conocer el evangelio de Cristo y enseñar su palabra, ya que los enemigos siempre estaban expectantes para tratar de desviar el propósito que Dios le había dado a este siervo del Señor.

    Cuando estuvo en prisión no dejó de alabar a Dios, y Onésimo pudo ser convertido a Cristo. Por esta razón, Pablo sintió misericordia y escribió esta epístola tan llena de sentimiento y bondad.

    En este orden de ideas, esta carta es el escrito más corto de Pablo y también constituye una de las muestras más tangibles de la gracia y el perdón expresas en la palabra de Dios.

    Es importante destacar además el gran interés del apóstol Pablo por la reconciliación y nos demanda a que lo pongamos en práctica en nuestra propia vida y relaciones personales.

    En este sentido, nosotros como hijos de Dios tenemos también necesidad de alcanzar la misericordia del Señor, su gracia y perdón. Así que a través de Jesucristo podemos ser redimidos de toda culpa porque él nos limpia y nos purifica. Él es nuestra fuente de agua viva y solo a través de él podremos tener vida y vida en abundancia.

    Como hijos de Dios estamos llamados a hacer cosas mayores que las que Jesús hizo cuando vino a este mundo a dar su vida por cada uno de nosotros. Estamos llamados a predicar el mensaje de salvación y participar de su obra maravillosa aquí en la tierra.

    Jesús no ve ya nuestro pecado, ve nuestro corazón y disposición para ser transformados, renovados, dejando atrás los deseos carnales y dándole paso a una nueva vida en Cristo.

    El apóstol Pablo tomó las enseñanzas de Jesús y las aplicó en su Ministerio para mostrar el evangelio del amor y del perdón. Por esta razón, Pablo le pidió a Filemón que aceptara a su antiguo esclavo problemático así como lo aceptaría a él mismo, y que extendiera el mismo amor y perdón hacia  Onésimo de la misma forma en la que Dios lo había perdonado.

    Pablo no desafiaba de forma explícita el sistema de la esclavitud, solo se centraba en cómo la conversión puede transformar y mejorar las relaciones personales con los demás y con el Señor. Este apóstol además implementó los principios universales que desmontan cualquier trato de injusticia.

    De esta manera, nosotros como cristianos debemos seguir este modelo expreso en la epístola a Filemón, donde se manifiesta el verdadero evangelio de Cristo lleno de amor, de misericordia y de perdón.

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