Medios que destruyen tu mente - Cómo combatirlos mediante la palabra de Dios

Los medios que destruyen tu mente se encuentran en el mundo actual influyendo mediante todo lo que nos rodea. Por eso Jesucristo hace énfasis en decirnos: “No ruego que los quites del mundo, sino que los guardes de todo mal” (Juan 17:15)

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Ciertamente vivimos en el mundo y debemos convivir con los incrédulos, por eso debemos mantener la comunión con Dios para que nos dé la dirección correcta de nuestro andar porque el enemigo no descansa y puede usar sus artimañas para perturbar nuestra vida y desviarnos del propósito que tenemos en la tierra en función a la obra del Señor.

Índice De Contenidos

    Medios que destruyen tu mente

    Los medios se refieren a las herramientas que usa el enemigo para causar un efecto negativo en tu mente y por ende en tu vida. Es cuando se ejerce predominio o se contribuye en algo o en alguien.

    Existen distintos medios que pueden influenciarnos y podemos encontrarlos en las Sagradas Escrituras, en las cuales el enemigo se vale de recursos y herramientas para manipular y dañar la mente de las personas, especialmente busca dañar a los hijos de Dios. Estos son:

    1.- Los medios escritos

    Como cristianos debemos ser muy cuidosos en lo que leemos, ya que en la actualidad podemos encontrar un sinfín de bibliografía que puede desviarnos de la sana doctrina, ya que dejan fluir su propia opinión y echan a un lado lo que nos enseña la palabra de Dios.

    Así que todo aquello que leemos, lo capta nuestra mente y puede dañarnos y crear dudas en nuestro interior, así que debemos pedirle siempre dirección a nuestro Padre Celestial.

    Cada vez que leemos diarios, revistas, libros, incluso los mensajes en las redes sociales, pueden causar un efecto negativo en nuestra mente, en nuestro ser interior y debemos ser cuidadosos y atender a lo que dictamina la palabra:

    “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad” (Filipenses 4:8)

    En este sentido, debemos estar atentos, alertas, cuidar mucho nuestra mente, no dejar que las cosas que leamos nos afecten, nos perturben y nos roben la paz.

    2.- Los medios audiovisuales

    El hombre es muy vulnerable y susceptible a las imágenes, es atraído por aquello que ve. Por esa razón es importantes cuidarnos cuando vemos una película porque puede estarnos enviando mensajes confusos y muchas veces podemos dejarnos persuadir.

     Queda de nuestra parte escoger lo que es correcto y lo que no y discernir aquello que no nos favorece para así no darle entrada al diablo a que entre en nuestra mente y la dañe con mensajes subliminales o explícitos. Tal como lo expresa la palabra:  “Todas las cosas me son lícitas, mas no todas convienen; todas las cosas me son lícitas, mas yo no me dejaré dominar de ninguna” (1 Corintios 6:12)

    El enemigo se vale de nuestros sentidos para asecharnos, engañarnos y alejarnos del propósito del reino de Dios. Pero tenemos un libre albedrío que nos permite tomar decisiones acerca de lo que vemos y escuchamos.

     Así que es nuestra responsabilidad las consecuencias que estas decisiones puedan traer a nuestra vida, ya que si vemos algo que nos perturba, sin duda alguna, causará daños en nuestra mente, aunque minimicemos su efecto, podría incluso apartarnos de Dios.

    De esta manera el cine, la televisión, los anuncios publicitarios, las series de Netflix, las comiquitas, entre otros pueden ser usados por Satanás para dañar tu mente. Así que nuestros ojos deben ser lumbrera a nuestro camino. Tal como lo realza la palabra:

    “La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas” (Lucas 11:34)

    En este sentido, los medios audiovisuales transmiten mensajes que nos llevan a una conducta que está apartada del Orden de Dios, ya que promueven el consumo del cigarro, del alcohol, incitan al libertinaje, odio, muerte, entre otros.

    En el caso específico de las novelas, éstas transmiten conductas inmorales como: el adulterio, fornicación, homosexualismo, depravaciones, vicios, entre otros, y dejan a un lado la parte espiritual y el amor de Dios.

    Por otro lado encontramos programas televisivos que promueven prácticas relacionadas con el  ocultismo como la astrología, hipnosis, regresiones, entre otras cosas que no son del agrado de Dios.

    De igual forma existen programas infantiles que transmiten demonios mediante el ocultismo, tales como las Tortugas Ninja, los pitufos, Dragón Ball Z, Pockemon, Teletubis, Power Ranger, Los Trolls, Superman, Guerra de las Galaxias, entre otros. Este tipo de comiquitas en su mayoría transmiten conductas inmorales y antisociales.

    Además todos los juguetes que transmiten estos dibujos, influencian de alguna forma en la conducta de los niños y deja puertas abiertas al diablo para que tome parte de su mente.

    También los videojuegos pueden dañar la mente de nuestros niños y como padres debemos estar muy atentos y apercibidos porque el diablo es puerco y está buscando a quien devorar:

    “Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)

    Cabe destacar que existen falsas doctrinas que promueven prácticas de metafísica, de la nueva era que nos desvían del mensaje de salvación y del verdadero propósito de Dios en cada uno de sus hijos.

    En la actualidad muchas iglesias se valen de medios audiovisuales para dar conferencias, charlas que nada tienen que ver con la sana doctrina de Cristo.

    3.- La música

    La música la creó Dios y es buena para las personas. Ésta consiste en la formación ordenada de notas musicales que producen un sonido agradable. Tal como lo expresa la palabra: “los primores de tus tamboriles y flautas estuvieron preparados para ti en el día de tu creación” (Ezequiel 28:13)

    Sin embargo esta puede conllevar mensajes subliminales, ya que el enemigo lo ha utilizado como un medio de manipulación para dañar nuestra mente.

    Medios que destruyen tu mente
    Medios que destruyen tu mente

    Estos mensajes van dirigidos al subconsciente y luego el cuerpo reacciona, ya que la induce a la toma de decisiones para hacer cosas que no son del agrado de Dios y que pueden perjudicarnos.

    Cuando la música tiene mensajes directos que dañan nuestra vida, nos van creando ideas, donde fluyen pensamientos negativos y dañinos.

     Así que debemos discernir qué tipo de música debemos escuchar porque no queremos dañar nuestra mente, cuerpo, alma y corazón.

    Pero qué mensajes transmite la música no cristiana. Debemos comprender y tener en claro que los mensajes cuando no provienen del Espíritu Santo, tienen un propósito, la mayoría de las veces, y es la de perjudicar a los hijos de Dios y de alejarlos del reino de los cielos. Este tipo de música va dirigida a:

    • Los sentimientos: Angustia, aflicción, depresión, infidelidad
    • La mente: Sexo libre, alcoholismo, drogas, rebeldía, violencia, oposición a las autoridades, a los padres, entre otros.

    Cómo combatir los mensajes negativos con la palabra de Dios

    En la actualidad nos vemos bombardeados constantemente con malas noticias y mensaje negativos. Si bien es cierto que estamos en los últimos tiempos y sabemos que vendrán momentos duros, debemos tener nuestra confianza en Dios y mantener la calma.

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    En tiempos de cuarentena, tenemos muchos retos por enfrentar y la vida de las personas han experimentado cambios en su rutina y estilo de vida. El hacinamiento es una de las medidas de protección para evitar que el virus se propague. Sin embargo ha causado efectos negativos en la población, en las familias, matrimonios y en general porque no es fácil permanecer encerrados.

    Se ha notado que a pesar de que las personas traten de mantenerse sana, siguiendo las normas para no contagiarse del virus, resulta casi imposible el hecho de no tener preocupación por esta situación de pandemia mundial.

    Ciertamente ya que han ocurrido muchas muertes lamentables y pensamos que todo se sale de control. Pero para los hijos de Dios todas las cosas les ayudan a bien, tal como lo señala la palabra:

    "Hasta aquí nos ayudó Jehová", "y sabemos que a los que aman a Dios, todas las cosas les ayudan a bien, esto es, a los que conforme a su propósito son llamados" (1 Samuel 7:12; Romanos 8:28).

    Como hijos de Dios tenemos un llamado y debemos apartar todo lo que perturbe y dañe nuestra mente y evitar distracciones para poder concretar la obra de Cristo aquí en la tierra.

    Debemos comprender que nuestro refugio es Cristo y mediante su palabra encontramos la paz que necesitamos, sobre todo en estos tiempos tan difíciles que estamos viviendo. Nos transmite enseñanzas, fortaleza, nos da las herramientas para derrotar al enemigo y no permitirle entrada en nuestra vida.

    De esta manera, nuestra relación se hace más estrecha cuando leemos su palabra, ya que si conocemos más acerca de su carácter y voluntad, estaremos más fortalecidos y cambiaremos de forma significativa nuestra manera de pensar, sentir y actuar.

    Así que a través de la palabra es que podemos encontrar la paz del Señor que tanto anhelamos, la cual sobrepasa todo entendimiento y transforma totalmente nuestras vidas a pesar de los tiempos difíciles.

    Pero ¿cómo podemos echar fuera todos nuestros pensamientos negativas y evitar que el enemigo dañe nuestra mente? A continuación considera los siguientes aspectos:

    1.- Toda situación difícil es temporal

    Debemos entender que todas las situaciones adversas que pasamos en esta vida son pasajeras, no son para siempre. Dios tiene el control de cada una de éstas y si internalizas esto en tu corazón, entenderás que todas las cosas nos dejan una enseñanza y moldean nuestro carácter a la imagen y semejanza de Cristo.

    Al respecto, el apóstol Pedro, en su primera carta, nos invita a vivir consagrados al Señor, viviendo en santidad y sobrellevando las pruebas con paciencia. Tal como lo expresa la palabra:

    “Mas el Dios de toda gracia, que nos llamó a su gloria eterna en Jesucristo, después que hayáis padecido un poco de tiempo, él mismo os perfeccione, afirme, fortalezca y establezca”, (1 Pedro 5:10)

    2.- Las pruebas se superan

    A los hijos de Dios, las pruebas enviadas por el Señor, le ayudan a fortalecer el carácter y a incrementar su fe. Dios no nos permite pruebas que no podamos soportar porque él nos da las herramientas para sobrellevar toda carga por muy difícil que parezca.

    En la fidelidad y la misericordia de Dios por nosotros, no hay ninguna situación que nos pueda sacar del propósito del Señor. Al respecto el apóstol Pablo escribe este pasaje a la iglesia en Corinto:

    “No os ha sobrevenido ninguna tentación que no sea humana; pero fiel es Dios, que no os dejará ser tentados más de lo que podéis resistir, sino que dará también juntamente con la tentación la salida, para que podáis soportar” (1 Corintios 10:13)

    Por esta razón, debemos confiar en esta promesa y apoderarnos de ella para así fortalecernos en el Señor y continuar sin desmayar porque todo pasa, pero la palabra de Dios permanecerá por siempre.

    3.- Tenemos al Espíritu Santo

    No estamos solos, tenemos al Espíritu Santo que nos brinda paz duradera, que es nuestro consolador.  En el Evangelio de Juan se puede apreciar un hermoso discurso de Jesucristo a sus discípulos.

     Mientras él anunciaba su muerte en la cruz, también les expresaba que a pesar de que se alejaría de ellos físicamente, no los dejaría solos porque enviaría a su Santo  Espíritu a sostenerlos, sobre todo en tiempos de dificultad:

    “Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho. La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón, ni tenga miedo” (Juan 14:26-27)

    4.- Confiemos en Jesucristo

    La confianza en Jesucristo es lo que nos va a permitir derribar al enemigo y detener los dardos del enemigo, ya que él tiene la capacidad de vencer toda dificultad y darnos fortaleza ante las adversidades. Tal como se expresa en la palabra: “Estas cosas os he hablado para que en mí tengáis paz. En el mundo tendréis aflicción; pero confiad, yo he vencido al mundo”. (Juan 16:33)

    5.- La oración como herramienta primordial

    La oración es una herramienta poderosa que nos permite mantener nuestra relación con nuestro Señor y a través de ésta estamos siendo protegidos y resguardados por el Espíritu Santo cada día.

    Si le ponemos nuestros problemas a Dios, él nos escuchará y atenderá nuestras peticiones porque él es fiel y justo para cumplir sus promesas y darnos el gozo en medio de la prueba. Tal como se aprecia en la palabra:

    “Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con acción de gracias. Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús”  (Filipenses 4:6-7)

    En este sentido, este versículo nos muestra una verdad poderosa que da paso a la paz infinita de Dios, la cual es sobrenatural y sobre pasa todo razonamiento humano.

    Además nos ofrece la promesa de que bajo su manto seremos protegidos y resguardados, ya que mediante la oración estamos sometidos bajo la autoridad de Cristo, la cual nadie puede romper.

    Quizás en algún momento de tu vida puedes pensar que no hay salida o que ya no puedes más. Pero a través de la oración encontraremos refugio y nuestras interrogantes serán respondidas, ya que él nos escucha y responde a nuestras peticiones.

    Sin embargo debemos buscarlo de corazón cada día, y no solo cuando estamos en una situación muy difícil, ya que si mantenemos una estrecha relación con nuestro Señor, será más fácil sobrellevar las cargas que sin dudas van a existir en este mundo. Así que búscalo y él te escuchará:

    “Pedid, y se os dará; buscad, y hallaréis; llamad, y se os abrirá. Porque cualquiera que pide, recibe; y el que busca, halla; y al que llama, se abrirá” (Mateo 7: 7-8)

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