Milagros de Jesús según el evangelio de Juan Primera Parte

Los milagros de Jesús según el evangelio de Juan Primera Parte nos permiten dar a conocer los acontecimientos sobrenaturales que se hicieron presentes en el ministerio del Señor aquí en la tierra. Por lo cual es de suma importancia darlos a conocer para glorificar su nombre y honrarlo.

Índice De Contenidos

    8 Milagros de Jesús según el evangelio de Juan Primera Parte

    Uno de los sucesos más relevantes del evangelio de Juan es la exposición de Cristo. Juan presenta a Jesús en su condición de Mesías e Hijo de Dios.

    Cabe destacar que el  carácter mesiánico de Jesús más de una vez fue el tema de discusión entre los judíos, tal como lo observamos en el siguiente pasaje:  “Pues mirad, habla públicamente, y no le dicen nada. ¿Habrán reconocido en verdad los gobernantes que éste es el Cristo?” (Juan 7:26).

    En la biblia podemos encontrar el registro de estas confesiones acerca del mesianismo de Jesús, tal como se aprecia en 1 Corintios 12: 24-27: “Porque los que en nosotros son más decorosos, no tienen necesidad; pero Dios ordenó el cuerpo, dando más abundante honor al que le faltaba, para que no haya desavenencia en el cuerpo, sino que los miembros todos se preocupen los unos por los otros. De manera que si un miembro padece, todos los miembros se duelen con él, y si un miembro recibe honra, todos los miembros con él se gozan. Vosotros, pues, sois el cuerpo de Cristo, y miembros cada uno en particular”

    De esta manera, Juan consideraba a Jesús como el cumplimiento de todas las esperanzas mesiánicas del pueblo judío. En total armonía con esto se encuentra la frecuente apelación al testimonio del Antiguo Testamento.

    Resulta aun más emblemático dentro del evangelio de Juan,  Jesús como Hijo de Dios. En diversas oportunidades Jesús manifiesta su propia relación filial con el Padre. Claramente este aspecto está presente en los Sinópticos y es especialmente notorio en Juan por la constante aparición del término “Hijo” sin añadir otra descripción al respecto.

    En el evangelio de Juan podemos apreciar detalles acerca de los diferentes milagros que Jesús realizó y que no están en los otros evangelios. Existen evidencias de la humanidad perfecta de Jesús en este evangelio.

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    Aquí se puede observar además sucesos que revelan que Jesús tuvo emociones humanas y sintió hambre, cansancio, sed. Pero Jesús siempre demostró su poder como Dios cuando hacía los diferentes milagros, en este evangelio encontramos siete:

    1.- Jesús convierte el agua en vino en las bodas de Caná de Galilea

    Este milagro lo encontramos en este evangelio de Juan, donde se encontraba la madre de Jesús, algunos invitados y sus discípulos: “Jesús les dijo: Llenad estas tinajas de agua. Y las llenaron hasta arriba. Entonces les dijo: Sacad ahora, y llevadlo al maestresala. Y se lo llevaron. Cuando el maestresala probó el agua hecha vino, sin saber él de dónde era, aunque lo sabían los sirvientes que habían sacado el agua, llamó al esposo, y le dijo: Todo hombre sirve primero el buen vino, y cuando ya han bebido mucho, entonces el inferior; mas tú has reservado el buen vino hasta ahora. Este principio de señales hizo Jesús en Caná de Galilea, y manifestó su gloria; y sus discípulos creyeron en él” (Juan 2: 1 – 11)

    De esta manera Jesús demostró delante de todos su gloria y poder y reveló que él tenía la autoridad para convertir el agua en vino, de la misma manera en la que nos puede convertir y transformar a nosotros en nueva criatura en Cristo Jesús.

    Sin embargo este milagro tiende a ser mal interpretado, pero constituye un aspecto muy importante porque al manifestarse este acontecimiento, los discípulos pusieron su fe en Jesús.

    Este milagro fue la primera de sus señales milagrosas y donde reveló Su Gloria y Sus discípulos comenzaron a poner su fe plena al Señor. En los otros evangelios podemos encontrar milagros como la expulsión de demonios y la sanación de la lepra.

    2.- Jesús sana al hijo del oficial

    Otro de los milagros que podemos encontrar en este evangelio de Juan es cuando Jesús sana al hijo de un oficial: “El oficial del rey le dijo: Señor, desciende antes que mi hijo muera. Jesús le dijo: Ve, tu hijo vive. Y el hombre creyó la palabra que Jesús le dijo, y se fue. Cuando ya él descendía, sus siervos salieron a recibirle, y le dieron nuevas, diciendo: Tu hijo vive” (Juan 4:49-51)

    De esta manera Jesús sanó al hijo del oficial con tan solo decirlo, y este hombre al creer en su corazón esta palabra, pudo hallar su milagro y recibir las buenas nuevas de las maravillas y poder de Dios.

    Como creyentes debemos apropiarnos de esta cita y recordar en nuestro corazón que Jesús hace milagros, y que esto no solo ocurrió como un hecho pasado, sino que en nuestro presente podemos hacer cosas mayores en su nombre, tal como él lo dice en su palabra:

    “De cierto, de cierto os digo: El que en mí cree, las obras que yo hago también él las hará; y mayores que éstas hará; porque yo voy al Padre” (Juan 14:12)

    En este sentido, como creyentes estamos llamados a hacer milagros en su nombre para glorificarlo y manifestar la majestuosidad y poder del Gran Yo Soy, de quien nos ayuda en nuestra enfermedad, nos levanta de las caídas y nos consuela en la tribulación: “Aunque afligido yo y necesitado, Jehová pensará en mí” (Salmos 40:17)

    Todos estos milagros, Dios los tiene para cada uno de sus hijos para exaltar su nombre en todas las naciones. Por lo cual debemos proclamar las buenas nuevas y predicar el evangelio a toda criatura:  “Y les dijo: Id por todo el mundo y predicad el evangelio a toda criatura” (Marcos 16:16)

    3.- Jesús sana al enfermo del estanque de Betesda

    Otro de los milagros de sanación que Jesús hizo fue en el estanque de Betesda:  “Y había allí un hombre que hacía treinta y ocho años que estaba enfermo. Cuando Jesús lo vio acostado, y supo que llevaba ya mucho tiempo así, le dijo: ¿Quieres ser sano? Señor, le respondió el enfermo, no tengo quien me meta en el estanque cuando se agita el agua; y entre tanto que yo voy, otro desciende antes que yo. Jesús le dijo: Levántate, toma tu lecho, y anda. Y al instante aquel hombre fue sanado, y tomó su lecho, y anduvo. Y era día de reposo aquel día” (Juan 5: 5-7)

    En esta cita se puede ver uno de los milagros en el que Jesús sanó al enfermo solo con pronunciar “Levántate, toma tu lecho y anda”. Podemos observar que no hizo falta meter a este hombre en el estanque, solo con su poder, su infinito amor y misericordia manifestó su milagro y sanó a este enfermo incluso en el día de reposo.

    4.- Jesús multiplica el alimento

    Jesús no solo hizo milagros de sanidad sino que también multiplicó el alimento para cinco mil personas, tal como lo podemos ver en la siguiente cita:

    “Entonces Jesús dijo: Haced recostar la gente. Y había mucha hierba en aquel lugar; y se recostaron como en número de cinco mil varones. Y tomó Jesús aquellos panes, y habiendo dado gracias, los repartió entre los discípulos, y los discípulos entre los que estaban recostados; asimismo de los peces, cuanto querían. Y cuando se hubieron saciado, dijo a sus discípulos: Recoged los pedazos que sobraron, para que no se pierda nada. Recogieron, pues, y llenaron doce cestas de pedazos, que de los cinco panes de cebada sobraron a los que habían comido” (Juan 6:10 – 13)

    Una vez más, Jesús demostró señales de que él era verdaderamente el Hijo de Dios y que podía multiplicar los panes y el pescado para satisfacer las necesidades de todos. Ciertamente Jesús también estaba dando la enseñanza de ser misericordioso y bondadosos con los demás, al dar de comer a tantas personas.

    5.- Jesús camina sobre las aguas

    Uno de los milagros sobrenaturales que impactó a sus discípulos, fue el hecho de que Jesús pudo caminar sobre las aguas. Este milagro maravilloso lo podemos encontrar en el siguiente pasaje:

     “Y se levantaba el mar con un gran viento que soplaba. Cuando habían remado como veinticinco o treinta estadios, vieron a Jesús que andaba sobre el mar y se acercaba a la barca; y tuvieron miedo. Mas él les dijo: Yo soy; no temáis. Ellos entonces con gusto le recibieron en la barca, la cual llegó en seguida a la tierra adonde iban” (Juan 6:18- 21)

    Los discípulos a pesar de haber estado ya tiempo con Jesús no dejaban de sorprenderse de las maravillas y prodigios que él hacía, hasta el punto de sentir temor por el poder que tenía y de los milagros sobrenaturales que se hacían presente con frecuencia durante el ministerio de Jesús aquí en la tierra.

    6.- Jesús sana a un ciego

    Jesucristo es la luz del mundo y solo mediante su presencia podemos hallar la claridad porque a través de él de su palabra nuestros ojos son abiertos. De esta forma que a través de este tipo de milagros de devolverles la vista a los ciegos, está además enseñanza cuál es el camino que debemos seguir porque él es la luz por la cual debemos transitar en este camino que es Cristo señor Nuestro.

    Milagros de Jesús según el evangelio de Juan Primera Parte
    Milagros de Jesús según el evangelio de Juan Primera Parte

    En el evangelio de Juan podemos apreciar cuando Jesús no solo sana la vista a un ciego, sino que nos enseña que a través de él podemos ver con claridad el camino de luz que representa:

     “Mientras estoy en el mundo, yo soy la luz del mundo. Habiendo dicho esto, escupió en tierra, e hizo barro con la saliva y le untó el barro en los ojos, y le dijo: Ve y lávate en el estanque de Siloé (que quiere decir, Enviado). El fue, pues, y se lavó y regresó viendo” (Juan 9:5-7)

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    7.- La resurrección de Lázaro

    Uno de los milagros más sorprendentes que podemos ver es cuando resucitó a Lázaro a pesar de que ya habían transcurrido días de muero. Esto nos deja en claro que solo Jesús tiene la llave de la vida y de la muerte:

    “Entonces quitaron la piedra de donde había sido puesto el muerto. Y Jesús, alzando los ojos a lo alto, dijo: Padre, gracias te doy por haberme oído. Yo sabía que siempre me oyes; pero lo dije por causa de la multitud que está alrededor, para que crean que tú me has enviado. Y habiendo dicho esto, clamó a gran voz: !!Lázaro, ven fuera! Y el que había muerto salió, atadas las manos y los pies con vendas, y el rostro envuelto en un sudario. Jesús les dijo: Desatadle, y dejadle ir” (Juan 11:41-44)

    En este sentido, Lázaro fue resucitado por Jesús y el nombre del Señor fue exaltado en gran manera, demostrando una vez más que él era el hijo de Dios. Sin embargo Jesús cuando resucitó al tercer día con un cuerpo transformado, venció a la muerte.

    8.- La pesca

    Jesucristo en el evangelio de Juan no solo hizo milagros de sanidad sino que además demostró su dominio y poder sobre el mar y los peces porque ciertamente él es el Todopoderoso:

    “Simón Pedro les dijo: Voy a pescar. Ellos le dijeron: Vamos nosotros también contigo. Fueron, y entraron en una barca; y aquella noche no pescaron nada. Cuando ya iba amaneciendo, se presentó Jesús en la playa; mas los discípulos no sabían que era Jesús. Y les dijo: Hijitos, ¿tenéis algo de comer? Le respondieron: No. El les dijo: Echad la red a la derecha de la barca, y hallaréis. Entonces la echaron, y ya no la podían sacar, por la gran cantidad de peces. Entonces aquel discípulo a quien Jesús amaba dijo a Pedro: !!Es el Señor! Simón Pedro, cuando oyó que era el Señor, se ciñó la ropa (porque se había despojado de ella), y se echó al mar.  Y los otros discípulos vinieron con la barca, arrastrando la red de peces, pues no distaban de tierra sino como doscientos codos” (Juan 21: 3-8)

    En este sentido, los milagros de Jesús se manifestaron durante su ministerio y en cada uno de ellos, la fe de los discípulos iba en crecimiento al ver las maravillas del Todopoderoso. Sin embargo, Judas lo traicionó, Pedro lo negó y el único que estuvo hasta el final de sus días fue Juan.

    Como creyentes debemos considerar la gran enseñanza que nos muestra este evangelio de Juan donde se hace énfasis de la importancia de la fe para la manifestación de su poder porque sin fe es imposible agradar a Dios.

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