7 Consejos Para Alcanzar La Paz De Dios - Paz Y Tranquilidad

El significado de Paz es muy tergiversado y confundido comúnmente. Principalmente por los autores que confunden la paz espiritual con la tranquilidad. Debemos tener en cuenta que el ser más seguro qué podría existir es Dios. Él no tiene que ocultarse, Mira consulta médica; no sufre de miedos, temores al futuro a pesar del pasado.

Pues en realidad es el único Ser el cual siempre ha tenido una satisfacción total, llena de gozo y disfrute de todos los Frutos del Espíritu. Y es por eso que al nosotros adoptar la posición de hijos de Dios tenemos el derecho de gozar de todos los frutos del espíritu también, y específicamente de la paz de Dios.

Sin embargo, nosotros los hijos de Dios en muchísimas ocasiones dejamos de disfrutar de la paz por dejar nuestra confianza en el ambiente externo, confundiendo la paz de Dios con la tranquilidad terrenal, y descuidamos nuestra conexión espiritual con Dios. Estoy seguro de que al menos en una ocasión te has encontrado en un ambiente tranquilo, sin ruido, lleno de abundancia; sin peligros, y con aire armonioso, y aún así se te ha hecho difícil encontrar la paz de tu interior sin comprender por qué.

“La paz os dejo, mi paz os doy; yo no os la doy como el mundo la da. No se turbe vuestro corazón ni tenga miedo.”

Juan 14:27 (RVR95)

Es por eso que en este artículo pondremos sobre la mesa las características de la paz y de la tranquilidad para que así puedas tener mayor discernimiento y entendimiento sobre tus emociones y tu estado espiritual.

Índice De Contenidos

    ¿Qué es la Paz?

    Está escrito en la Biblia, específicamente en Juan 16: 33, que el Señor nos ha entregado sus buenas nuevas para que podamos encontrar paz en Él. Pues, en este mundo atravesaremos momentos duros, tragedias, y aflicciones en general, pero aún así tenemos el poder de mantener nuestra conexión espiritual estable con Dios, y la salud de nuestras emociones se encuentra sujeta a nuestras condiciones espirituales. Porque nos podemos sentir confiados, y podemos animar nuestro espíritu, ya que Jesús venció al mundo.

    Lo que trata de hacernos entender Jesucristo, no es que en todo momento debemos sentirnos alegres, porque en realidad estamos en toda nuestra capacidad emocional de sentir y atravesar por emociones como la tristeza y la ira. Sino que estas emociones no deben ser nuestras emociones predominantes. Así como tampoco debemos dejarnos dominar de estas emociones que pueden llegar a ser dañinas para nuestra salud, y nocivas para nuestra felicidad. Puede sentir tristeza y al mismo tiempo estar en paz, ya que el hecho de que sientas tristeza no significa que debas estar en desequilibrio. De la misma manera cómo puede sentir ira sin la necesidad de odiar.

    Pues la paz de Dios es equilibrio, y la paz de Dios también es la presencia de su amor.

    Un maravilloso ejemplo de la paz de Dios  es la manera en la que Jesús afrontó la tormenta a diferencia de los apóstoles que le acompañaban.

    Jesús calma la tormenta

    "35 Al anochecer de aquel mismo día, Jesús dijo a sus discípulos:

    —Vamos al otro lado del lago.

    36 Entonces dejaron a la gente y llevaron a Jesús en la barca en que ya estaba; y también otras barcas lo acompañaban. 37 En esto se desató una tormenta, con un viento tan fuerte que las olas caían sobre la barca, de modo que se llenaba de agua. 38 Pero Jesús se había dormido en la parte de atrás, apoyado sobre una almohada. Lo despertaron y le dijeron:

    — ¡Maestro! ¿No te importa que nos estemos hundiendo?

    39 Jesús se levantó y dio una orden al viento, y dijo al mar:

    — ¡Silencio! ¡Quédate quieto!

    El viento se calmó, y todo quedó completamente tranquilo. 40 Después dijo Jesús a los discípulos:

    — ¿Por qué están asustados? ¿Todavía no tienen fe?

    Marcos 4:35-40 (DHH)

    Por supuesto que en una situación de esta magnitud es natural sentirse con miedo, sin embargo el miedo en muchas ocasiones es paralizante y sentirlo solamente puede lograr que perdamos el equilibrio, el autodominio y la paz que Dios quiere que nosotros tengamos a pesar de cualquier situación en nuestras vidas.

    ¿Qué es la tranquilidad?

    La tranquilidad es el mayor estado emocional de serenidad, quietud o "silencio" qué podría experimentar un sujeto. Pues es el período de despreocupación que podemos sentir en un momento específico relacionado con el contexto en el que estamos. Es decir que la tranquilidad no puede existir sin la ausencia de "tormentas". Es decir que la tranquilidad está relacionada con un aumento de relajación que empieza a partir del nivel físico para poder calmar nuestra mente.

    Por supuesto que la tranquilidad es una emoción muy positiva y sana, pues colabora con el aumento de autoestima de una persona. Sin embargo no es completa, y no basta con sentirnos tranquilos si la tranquilidad está ligada con nuestra calidad de vida, dependiendo de un lugar, de determinadas personas, de determinados acontecimientos y del resguardo de ciertas costumbres.

     

    La falsa visión de tranquilidad, es el bienestar material que muchísimas personas confunden con la paz. Pero en realidad, aunque externamente puedas estar lo más seguro posible, esta es una tranquilidad incompleta, una tranquilidad sin paz. Porque puedes experimentar tranquilidad sin

    conocer la paz, así como puedes vivir en una verdadera Paz, a pesar de que las condiciones externas no sean motivo para estar tranquilos. Pues la paz empieza a partir de ti mismo, de tu capacidad para romper el confort y de tu confianza en Dios.

    “No se turbe vuestro corazón; creed en Dios, creed también en mí.”

    Juan 14:1

    Diferencias Y Semejanzas De La Paz Y Tranquilidad

    Como has podido notar, con este artículo la paz y la tranquilidad mantienen muchas cosas en común sin ser iguales. Y lo acorde para tu bienestar y tu felicidad, así como para la felicidad que transmites a las personas que te rodean, es necesario que puedas aprender a diferenciar y a reconocer lo que estás sintiendo, para asimilarlo mejor y hacerlo propio en tu vida.

    Semejanzas que comparten la paz y la tranquilidad:

    • La paz y la tranquilidad son benignas para tu salud.
    • La paz y la tranquilidad afectan positivamente a tus emociones.
    • La paz y la tranquilidad pueden ser experimentadas en conjunto, eso es gozo.

    Diferencias entre la Paz y la tranquilidad:

    • La Paz es principalmente espiritual, cuando la tranquilidad es principalmente física.
    • La Paz de Dios comienza con la elección propia de aceptar su seguridad en tu vida, pero la tranquilidad comienza con las condiciones del entorno en el que estás.
    • La tranquilidad es pasajera, más la paz es eterna.
    • La tranquilidad conlleva inacción, cuando para sentir paz debes ser un pacificador que pelea la batalla de la fe y romper tus barreras terrenales para conectarte con Dios.

    Como podemos observar, la Paz de Dios no tiene comparación, es una necesidad innegable que tenemos en nuestras vidas.

    Consejos Para Alcanzar La Paz De Dios

    Si has decidido alcanzar la paz de Dios que no depende del estado de un calma y tranquilidad,  y trasciende todo problema, circunstancia, tormenta, proceso y situación en la que te encuentres, te invito a tomar en cuenta los siguientes consejos que serán de bendición para tu vida:

    1. Ten en cuenta que los problemas nunca vienen vacíos, siempre tienen un propósito que puede convertirte en una mejor persona. Adoptando esta mentalidad podrás atravesar los problemas convirtiéndolos en sabiduría el lugar de heridas sin sanar.

    “Sabemos que Dios dispone todas las cosas para el bien de quienes lo aman, a los cuales él ha llamado de acuerdo con su propósito.”

    Romanos 8: 28 (DHH)

     

     2. No te afanes, a diferencia de eso se paciente y constante. En muchas ocasiones de nuestra vida podemos obsesionarnos con alcanzar nuestras metas y resultados rápidamente, y sucede que sentimos que vamos muy lento sin darnos cuenta de las bendiciones que hemos estado recibiendo durante el camino que hemos podido recorrer. Cada paso que damos cuenta y debemos aprender a valorarlos. Es mejor dar un paso a la vez frecuentemente, que correr y rendirnos en la primera caída.

    “El cual, cuando vino y vio la gracia de Dios, se regocijó y animaba a todos para que con corazón firme permanecieran (fieles) al Señor.”

    Hechos 11:23

     

    3. Es nuestro deber priorizar nuestro estado espiritual, para no descuidar nuestra mente y nuestro cuerpo. Debemos aprender a llevar una vida sana en todos los sentidos y nunca dejar de desarrollarnos en cada área de nuestras vidas.

    “Porque nadie aborreció jamás su propio cuerpo, sino que lo sustenta y lo cuida, así como también Cristo a la iglesia.”

    Efesios 5:29

    4. No busques la felicidad en el disfrute de este mundo porque la verdadera felicidad está en la presencia de Dios en tu vida. Si no aprendemos a disfrutar en las condiciones que tengamos, jamás disfrutaremos las metas que logremos alcanzar. La felicidad es interior, dentro de cada uno de nosotros, y antes que buscarla, se construye.

    “Ya que han resucitado con Cristo, busquen las cosas de arriba, donde está Cristo sentado a la derecha de Dios. Concentren su atención en las cosas de arriba, no en las de la tierra.”

    Colosenses 3: 1-2 (NVI)

     

    5. Evita el apego. Para nosotros es muy fácil apegarnos a las cosas, a los bienes materiales a las situaciones agradables que hemos vivido, y a personas. Es necesario que aprendamos a dejar ir. Porque si nuestra dependencia es únicamente de Dios, de esta manera podemos apreciar el valor de cada momento y de cada persona en el presente y disfrutarlos.

    “Pero los problemas de la vida, el apego a las riquezas y otras apetencias, llegan y lo ahogan de manera que no da fruto.”

    Marcos 4:19 (BLP)

    6. Acepta quién eres. Erradicar los pensamientos negativos sobre ti, todas las personas poseemos defectos y virtudes que nos hacen únicos. Para poder sentir paz interior es necesario que nos aceptemos como seres únicos, porque Dios nos creó a su imagen y semejanza, con virtudes que desarrollar, y áreas en las que quizá debamos crecer para ser mejores personas. Pero para poder crecer el primer paso es aceptarnos como hijos de Dios, dejar de culparnos y empezar a caminar sobre el área que nos incomoda.

    “Porque Dios nos escogió en Cristo antes de la fundación del mundo, para que fuéramos santos y sin mancha delante de Él, en amor.”

    Efesios 1:4 (NBL)

     

    7. Mantén dominio sobre tus pensamientos. Hay una frase muy famosa del cantautor estadounidense Tyler Joseph que dice que nada puede matar a un hombre más rápido que su propia mente, y realmente es así, los pensamientos negativos son el peor impacto negativo que podemos tener sobre nosotros mismos.

    “Porque no nos ha dado Dios espíritu de cobardía, sino de poder, de amor y de dominio propio.”

    2 Timoteo 1:7

    La Biblia nos invita a tener dominio sobre nuestros pensamientos y pensar con amor, bondad y fe. Es decir, que Dios quiere que nosotros tengamos una mentalidad resolutiva, en lugar de queja hacia los problemas.

    “Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.”

    Filipenses 4:8 (RVR1960)

    Oración para aceptar la paz de Dios en tu vida

    Ahora que has llegado a la conclusión de este estudio bíblico, es mi deseo invitarte al realizar la siguiente oración para asentar la Paz de Dios en tu vida.

    Padre, gracias por la oportunidad que me das de entender, aprender y comprender una vez más cómo funciona la vida, cómo funciona tu creación en mí, cómo funciona tu voluntad, y aprender acerca del beneficio más bello de tu bondad inmerecida: tu Paz.

    Padre eterno Te agradezco por la paz que tú nos regalas, te pido que me conviertas a mí en un vocero y portador de tu Paz sobre mi familia, mis amigos y toda persona que se encuentre conmigo. Haz que tu Paz pueda deslumbrar en mi rostro y pueda contagiar a toda persona que la necesite, en el nombre poderoso de Jesús; te pido Señor que seas tú el único Refugio al que yo quiera ir cada vez que me sienta angustiado, desahuciado, incómodo y sin fuerzas. Que tu Santo Espíritu arrope mi descanso.

    Hazme comprender que siempre estás ahí para mí, y enséñame a hacerlo presente por cada día de mi vida, en el nombre del Príncipe de Paz, Jesucristo.

    Amén.

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