Vete Y No Peques Más (Juan 8: 11). Significado

Un lector envió recientemente esta astuta pregunta: ¿Por qué Jesús le dice a la gente “Vete y no peques más” cuando sabía que era básicamente imposible para ellos dejar de pecar? Esta es una gran pregunta, y ha aparecido mucho en los comentarios de los que escuchan esta frase.

La Biblia enseña que no es posible en esta vida ir y no pecar nunca más, esto no es en absoluto lo mismo que decirle a la gente que peque todo lo que quiera. Creo que los cristianos pueden y deben dejar de pecar, pero abordo el tema del pecado de manera diferente a como lo encuentro en otros lugares.

Creo que la razón principal por la que Dios quiere que dejemos de pecar no es porque lo ofenda, sino porque el pecado nos daña. El pecado causa que estemos mal con él y también con nuestros semejantes y el mundo que nos rodea.

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Entonces, ¿cómo vamos a entender la declaración de Jesús, "Vete y no peques más"?

Bien, nota que no es en el contexto de sanar al hombre de ser un inválido que Jesús dice: "Ve y no peques más". Es en el contexto de los líderes religiosos que amenazan la vida del hombre por tuvo la audacia de cargar su lecho el sábado. (Juan 5:10).

Cuando Jesús le dice al hombre “No peques más o de lo contrario te puede pasar algo peor” está hablando de las consecuencias que puede traer el pecado. Y aquí no estamos hablando solamente de las consecuencias espirituales, sino también de las físicas y sociales.

Era cierto que si el hombre no tenía cuidado, los líderes religiosos tratarían de matarlo simplemente porque llevaba su lecho. De hecho, en los siguientes versículos, la furia asesina se redirige hacia Jesús porque Él es quien le dijo al hombre que cargara su lecho (Juan 5: 15-18).

El texto dice que buscaron una forma de matar a Jesús. El “algo peor” que le iba a suceder al hombre ahora estaba dirigido a Jesús. Entonces, ¿Jesús le estaba diciendo al hombre “Vete y no peques más”? Bueno, sí, pero lo que quiso expresar en realidad fue: "Vete y no peques más, o la policía del pecado te va a matar".

“Vete y no peques más” en Juan 8: 1-11

Juan incluyó este incidente en su Evangelio solo unos pocos capítulos después del “grave pecado del incidente de cargar el lecho” porque, a diferencia de cargar el saco de dormir en el día de reposo, la mujer en este evento realmente estaba pecando. Fue sorprendida en el acto de adulterio. Los líderes religiosos estaban a punto de matarla a pedradas cuando Jesús apareció, pero él la salva de aquel atroz acto.

Cuando no queda nadie para condenarla, le dice: "Vete y no peques más". La mayoría de los comentaristas notan la conexión aquí con la ley levítica de que el castigo por adulterio era la muerte por lapidación (Lev 20:10; Dt 22:22). La mayoría de los estos también señalan que la ley levítica requería que tanto el hombre como la mujer fueran apedreados, pero en Juan 8, solo la mujer está presente.

Esto no se debió a que los líderes religiosos no supieran quién era el hombre, ya que habían sorprendido a la mujer en el mismo acto de adulterio. ¿Dónde está el hombre? No sabemos. Existe cierta especulación de que esta mujer era simplemente la espectadora inocente en un plan malévolo de los líderes religiosos para acusar y atacar a Jesús (Juan 8: 6).

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Desde Juan 5: 1-18, los líderes religiosos habían estado buscando formas de desacreditar y matar a Jesús, y ahora habían encontrado (¿o creado?) Un camino en esta pobre mujer. ¿Podría ser que su socio culpable estuviera involucrado en el plan? Es probable que la mujer fuera en realidad una prostituta, y los líderes religiosos vieron esta situación como una oportunidad de “ganar-ganar” para ellos. Si Jesús no la defendía, entonces conseguirían apedrear a una prostituta.

El plan, por supuesto, no salió como se esperaba, Jesús dijo algo que hizo que todos se escabulleran; “El que esté libre de pecado, sea el primero en arrojar la piedra”. Una vez que todos se fueron, Jesús le dice a la mujer que no la condena (¡y es el único presente que podría haberlo hecho!), Y que ella debe ir y no pecar más.

¿Por qué Jesús le dice a la mujer “Vete y no peques más?

Por la misma razón que le dijo al hombre en Juan 5 que se fuera y no pecara más: porque los líderes religiosos estaban tratando de atraparla. Ahora que habían sido rechazados por Jesús y que su actividad justa de apedrear a una prostituta les había sido negada por el día, sin duda empezarían a buscar una manera de matarla de nuevo.

Básicamente, Jesús está diciendo: “Mujer, quiero protegerte de ellos, así que por favor, considera dejar tu profesión actual. Es probable que busquen incriminarte nuevamente, y la próxima vez, no te traerán a mí. Simplemente te matarán. Ninguno de los dos quiere eso, así que ve y haz algo diferente con tu vida".

Claramente, Jesús no quiso decir que la mujer nunca debería volver a pecar de ninguna manera. Él sabía, y nosotros sabemos, que esto es imposible. Simplemente le estaba advirtiendo sobre el peligro de continuar con su estilo de vida actual.

¿Puedes ir y no pecar más?

Primero, por favor, no seas un fanático religioso. Si Jesús es el único que tiene el derecho de condenar y juzgar a una persona, pero elige no hacerlo (Juan 8:11, 15), entonces es mejor que lo pensemos dos veces (¡y tres veces!) Antes de lanzar la primera piedra. No llames para pedir trabajo a las personas, ni ores para que se queme su casa, ni les digas que debido a su estilo de vida se dirigen al infierno.

Tal comportamiento se parece menos a Jesús y más a los líderes religiosos que intentaron matar a Jesús. En segundo lugar, reconoce qué es el pecado (y qué no es). El pecado daña nuestra relación con Dios y entre nosotros. El pecado destruye nuestras vidas y causa daño emocional, financiero, físico, espiritual y psicológico. La razón por la que Dios quiere que dejemos de pecar es simplemente porque desea lo mejor para nosotros, y el pecado no resulta precisamente en eso.

Nuestro pecado no hace que Dios nos rechace, nos odie o nos eche. Nuestro pecado entristece a Dios porque Él sabe cuánto duelen las consecuencias. Como nuestro Padre amoroso, no quiere que salgamos lastimados. A nuestro Señor no le importa nuestro pecado; Él se preocupa por nosotros, por eso quiere ayudarnos a no pecar.

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Pensamientos finales

Cuando trates de vivir esta vida de vencer el pecado, rápidamente descubrirás que es más fácil decirlo que hacerlo. A pesar de nuestras buenas intenciones, caemos y caemos, y volvemos a caer. Por este motivo debemos andar en el espíritu y caminar hacia la santidad espiritual. No dejamos de pecar tratando de dejar de hacerlo, sino caminando con Jesús e invitando a Dios a los lugares oscuros de nuestra vida.

Cuando una habitación está oscura, no ahuyentas la oscuridad yendo en contra de ella, orando contra ella y ordenándole que se vaya. No, la oscuridad retrocede naturalmente cuando la luz entra en la habitación. ¿Quieres intentar apartarte del pecado? Invita a Dios a participar y observa cómo la luz de su amor echa fuera todo pecado.