Significado bíblico de la inmundicia carnal y espiritual

El significado bíblico de la inmundicia tiene que ver con ciertas cosas que las sagradas Escrituras nos enseñan que son inmundas para el Señor. Por esta razón a través de la palabra nos quiere educar para que nos alejemos de las cosas inmundas que nos pueden impedir el acceso al reino de los cielos.

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La palabra inmundicia está relacionada con la inmoralidad sexual, la fornicación y la lascivia, y es un pecado muy mencionado por el apóstol Pablo: “y quizá tenga que llorar por muchos de los que antes han pecado, y no se han arrepentido de la inmundicia y fornicación y lascivia que han cometido” (2 Corintios 12:21)

En este sentido es de suma importancia comprender cada palabra de la biblia para poder estar prevenidos y guardarnos de todo lo que no sea del agrado del Señor y que nos puede perjudicar en muchos sentidos.

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    El significado bíblico de la inmundicia carnal y espiritual

    Para saber el significado de este término debemos revisar con detenimiento la palabra. Primero debemos centrarnos en el Antiguo Testamento, ya que de ahí procede su uso en relación a diversos aspectos ceremoniales del templo de Dios.

    En el libro de levítico podemos notar que la inmundicia podía referirse al flujo corporal. En el caso de los hombres se hace referencia al semen y en el caso de las mujeres a la sangre de la menstruación. Tal como lo dice la palabra: “Habló Jehová a Moisés y a Aarón, diciendo: Hablad a los hijos de Israel y decidles: "Cualquier varón, cuando tuviere flujo de semen, será inmundo (…) Cuando la mujer tuviere flujo de sangre, y su flujo fuere en su cuerpo, siete días estará apartada; y cualquiera que la tocare será inmundo hasta la noche” (Levítico 15: 1-2, 19)

    Aquí la inmundicia se trata de algo que mancha, contamina, ensucia porque es algo desagradable. De igual forma se menciona a los animales que son inmundos y que si los tocamos, nos contaminamos. Y por eso se requiere un aislamiento temporal o baños para limpiarnos de nuevo.

    De igual forma se consideraba algo inmundo tocar a algún reptil, tener contacto con algún muerto, o con un leproso. Incluso existían consecuencias si se entraba en contacto con algo inmundo que podrían acarrear la expulsión de Israel. Esto se puede observar en la palabra:

    “Cualquier varón de la descendencia de Aarón que fuere leproso, o padeciere flujo, no comerá de las cosas sagradas hasta que esté limpio. El que tocare cualquiera cosa de cadáveres, o el varón que hubiere tenido derramamiento de semen, o el varón que hubiere tocado cualquier reptil por el cual será inmundo, u hombre por el cual venga a ser inmundo, conforme a cualquiera inmundicia suya” (Levítico. 22:4-5).

    Con respecto al ámbito sexual, en el libro de Levítico 20:21 además nos muestra que si una persona tiene una relación incestuosa estaba inmundo y debía morir. Sin embargo no solo hace referencia al incesto sino al adulterio y la fornicación que son llamadas inmundicias. Con respecto a lo espiritual, se llama inmundicia a la idolatría.

    En el libro de Romanos, Pablo menciona la homosexualidad como un acto inmundo y recalca que es algo que se realiza con el cuerpo: “Por lo cual también Dios los entregó a la inmundicia, en las concupiscencias de sus corazones, de modo que deshonraron entre sí sus propios cuerpos” (Romanos 1:24)

    De esta manera el término “inmundicia” significa estar sucio, manchado, contaminado por algo. Pero cuando comenzó el nuevo pacto, el Señor purificó a los animales que anteriormente eran llamados como inmundos porque simbolizaban el pecado que manchaba a los gentiles y que ahora eran limpiados por la sangre preciosa de Cristo, quien entregó su vida y nos liberó del yugo.

    Así que Dios había enseñado a Israel a limitarse de algunas cosas para mostrarles que a pesar de que él hizo todo bueno, existen ciertas cosas que perjudican, que contaminan o causan enfermedades. Por lo cual el apóstol Pablo nos exhorta a controlar nuestro cuerpo y tener una sola esposa para no andar en concupiscencias: “Pues no nos ha llamado Dios a inmundicia, sino a santificación” (1 Tesalonicenses 4:7)

    En este sentido, en el Antiguo Testamento existía un proceso de purificación con agua. Pero ahora existe un proceso de santificación que tiene que ver con la acción del Espíritu a través de su Palabra y limpiándonos mediante su preciosa sangre.

    De esta forma que a pesar de que todo pecado nos contamina el alma, existen pecados que se hacen con el cuerpo que ensucian nuestro ser delante de la presencia de Dios y que necesitan de una purificación que solo Nuestro Señor Jesucristo nos puede dar a través de un genuino arrepentimiento, el cual nos limpia de todo pecado, inmundicia, iniquidad.

    Qué es la inmundicia espiritual

    Jesucristo hablaba de sus discípulos de la siguiente manera: “Ellos no son parte del mundo, así como yo no soy parte del mundo” (Juan 17:14) Pero esto no significa que los creyentes tengamos que vivir en reclusión, o evitar toda comunicación con las personas, ya que debemos convivir con éstas, sin embargo no somos parte de este mundo en el sentido que no estamos en busca de cosas banales y carnales propias de este mundo terrenal, tal como el poder, placeres descontrolados, prácticas ilícitas, riquezas, entre otros.

    Este no es o no debería ser el propósito principal de ningún cristiano. Sin embargo, muchos se desvían del verdadero camino y se dejan llevar por las cosas del mundo porque son atrayentes.

    En este sentido, si los creyentes tienen parte en las costumbres inmorales, incorrectas, egoístas, engañosas y egoístas del mundo, serían considerados inmundos y contaminados ante los ojos de Dios. Tal como lo expresa la palabra: “Por lo cual, Salid de en medio de ellos, y apartaos, dice el Señor, Y no toquéis lo inmundo; Y yo os recibiré” (2 Corintios 6:17)

    En este sentido, el creyente no puede estar en el mundo, compartiendo sus malas costumbres y estar limpio, ya que de esta manera se irá alejando del Señor, y no le está dedicando el tiempo que Dios se merece. El buen creyente no debe tener mente doble, ni servir a dos señores, debe estar enfocado en el mundo espiritual aún cuando le toque convivir con los demás.

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    Aquella persona que se enfoca más en el mundo, en hacer las cosas malas y carnales, es de mente doble y ciertamente no está dedicada del todo al Señor. Por lo cual se hará cada vez más apático en cuanto al aspecto espiritual y se muestra inconstante en la devoción a Dios.

    Esto se puede apreciar en la palabra: “Pero pida con fe, no dudando nada; porque el que duda es semejante a la onda del mar, que es arrastrada por el viento y echada de una parte a otra. No piense, pues, quien tal haga, que recibirá cosa alguna del Señor. El hombre de doble ánimo es inconstante en todos sus caminos” (Santiago 1:6-8)

    Así que aunque vivimos en el mundo, los creyentes no son de este mundo, deben vivir una vida netamente espiritual, dando buen testimonio, siendo portadores de las buenas nuevas de Cristo, evitando las inmundicias, leyendo la palabra, orando y clamando por todos, para que este sociedad sea mejor cada día. Esa es la misión de un creyente, proclamar el evangelio a toda criatura, dar el mensaje de salvación a todas las naciones del mundo.

    Qué debe hacer un cristiano para mantenerse limpio

    Los verdaderos creyentes tienen la verdad porque aceptaron a Cristo en su corazón como su único y verdadero Dios. Por lo cual el Espíritu Santo mora en ellos y los limpia de todo pecado, y son santos delante de Dios. Sin embargo llegar a ser un buen cristiano y cumplir lo establecido en las Sagradas Escrituras no es algo fácil, ya que requiere de esfuerzo y dedicación a la obra del Señor, a quien debemos servir con devoción y de corazón.

    De esta manera, las personas del mundo que andan en inmundicias, no se vuelven santas o se limpias solo por estar en contacto con los cristianos, y a pesar de que acepten la verdad de las buenas nuevas, se necesita tiempo y dedicación para enseñarles e inculcarles el ejemplo correcto. Además debe existir una plena disposición de su parte en querer aprender y limpiarse de todo lo malo.

    Por otro lado, el creyente puede fácilmente contaminarse cuando se relaciona con aquellos que no aprecian la verdad o no respetan los principios de la palabra de Dios. Tal como lo expresa el apóstol Pablo: “¿No saben ustedes que un poco de levadura hace fermentar toda la masa?” (1 Corintios 5:6)

    Así que los cristianos deben mantenerse atentos y saber con quién se relaciona porque puede estar en peligro su santidad ante los ojos del Señor. Pero resulta muy lamentable el hecho de que muchos creyentes se asocian con personas que tienen creencias erradas con respecto a la nuestra. Esto puede ser algo engañoso, ya que cuando se trata del aspecto espiritual se tiende mucho a manipular y confundir con falsas doctrinas que buscan desviarnos de la verdad que es Cristo.

    Ciertamente, tendrás que lidiar con muchas personas de diferentes religiones, ideologías, pensamientos. No se trata de aislarte del mundo y encerrarte en ti mismo. Pero debes estar firme en la roca que es Cristo y no permitir que nada ni nadie te aparte o pretenda desviarte del propósito de Dios.

    En el libro de Efesios 2:3 el apóstol Pablo les señala a los cristianos lo siguiente: “Sí, entre ellos todos nosotros en un tiempo nos comportarnos en armonía con los deseos de nuestra carne, haciendo las cosas que eran la voluntad de la carne y de los pensamientos, y éramos naturalmente hijos de ira así como los demás”

    Sin embargo, debemos comprender que podemos encontrar personas apáticas dentro de las congregaciones, las cuales también pueden ser una mala influencia para nosotros, es decir, no solo los inconversos pueden contaminarnos, también los falsos cristianos o los cristianos de doble ánimo pueden hacerlo.

    Así que como creyentes debemos estar enfocados en el aspecto espiritual y estar firmes en la sana doctrina de la biblia, en la comunión con Nuestro Padre, en la alabanza, adoración y estar firmes en lo que creemos porque también los cristianos se pueden contaminar.

    De esta forma el amor se puede enfriar y nosotros incluso pudiéramos ser una mala influencia para otros si nos dejamos arrastrar por las cosas banales del mundo. Lo cual estaría perjudicando nuestra relación directa con Dios.

    La bonanza espiritual para los creyentes limpios

    Significado bíblico de la inmundicia
    Significado bíblico de la inmundicia

    Para los creyentes limpios, santificados con la sangre de Cristo, la abundancia material no es lo esencial en sus vidas, porque Dios les provee todo lo que necesitan de forma sobre abundante. Pero si desean la bonanza espiritual, recibir cada día la presencia del Espíritu Santo, las palabras confortadoras, la sanación en todos los aspectos, la reivindicación con el Padre Celestial.

    Eso es lo meramente importante en la vida de un verdadero cristiano. Tal como lo expresa la palabra:
    “No os afanéis, pues, diciendo: ¿Qué comeremos, o qué beberemos, o qué vestiremos? Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas cosas. Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:31-34)

    En la actualidad se puede observar la evidencia de que nuestro Dios ha impartido gran bonanza espiritual sobre sus Hijos fieles, ya que éstos han cumplido a cabalidad su propósito y han mostrado gran interés en proclamar el evangelio en todas las naciones y a toda criatura.

    La predicación del mensaje de salvación se ha impartido en todo el mundo y se ha incrementado con el tiempo, lo cual es un gran testimonio de que la palabra es viva y eficaz.

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    1. Yoselin Jaramillo dice:

      Me pareció muy interesante el estudio

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