Venciendo las dificultades en Cristo Jesús - 5 Herramientas necesarias

Venciendo las dificultades hace referencia a estar fundamentados sobre la roca, porque a pesar de las adversidades propias de vida, debemos estar claros de nuestro propósito como hijos de Dios, ya que no debemos enfocarnos en los tropiezos sino en las oportunidades que se nos presenten para vencer en medio de la prueba.

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En este sentido, Dios es el que está junto a nosotros en medio de la tempestad, en nuestro proceso para decirnos que él está con nosotros y no nos ha dejado y nunca lo hará porque es una de las promesas que nos regala nuestro Señor: “No teman ni se asusten ante esas naciones, pues el Señor su Dios siempre los acompañará; nunca los dejará ni los abandonará” (Deuteronomio 31:6)

En este sentido, tenemos que vivir confiados en Cristo y tener la certeza de que si andamos en sus caminos nuestro pie no tropezará, por eso debemos tener siempre la actitud de guerreros de Dios, dejar la queja a un lado y seguir adelante sin mirar atrás. De esta manera, los hijos de Dios estamos llamados a ser esos guerreros firmes en medio de la batalla porque es necesario luchar para obtener la victoria.

En este proceso  vamos a ser heridos, rechazados, humillados, golpeados porque estamos siendo probados. Por esta razón, el Señor permite las tribulaciones en nuestra vida para glorificar su nombre en todo momento.

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    Venciendo las dificultades con Cristo Jesús

    La única manera de vencer las dificultades es estar firmes en Cristo Jesús, ya que él debe estar presente siempre en la vida de todo creyente, porque cuando lo recibimos y lo aceptamos como nuestro único y verdadero salvador.

    En ese momento el Espíritu Santo comienza a guiar nuestra vida, a consolarnos, redargüirnos y transformarnos de una forma sobrenatural. Al respecto la palabra de Dios nos señala lo siguiente:

    “Será como árbol plantado junto a corrientes de aguas, que da su fruto en su tiempo, y su hoja no cae; Y todo lo que hace, prosperará” (Salmos 1:3)

    De esta manera, las grandes victorias a lo largo de la historia de la humanidad y las grandes victorias que aparecen en la Biblia, todas ellas demandan valentía de estos hombres y mujeres que marcaron huella. Es importante resaltar que cuando te propones algo que es significativo en tu vida, esto no se da de forma fácil porque si fuera fácil no representaría una gran victoria.

    Así que Dios nos ha demandado en su palabra a ser valientes y a vencer, a resistir el día malo para dar testimonio de las maravillas que el Señor hace en nuestra vida. Por esto, las dificultades en la vida no son fáciles pero son los que nos conducen a la victoria, la cual está garantizada.  Así que estos tropiezos y obstáculos en la vida siempre van a estar presentes y están en nuestro camino con un propósito que consiste en extraer lo mejor de ti.

    Todo proceso implica una lucha espiritual que debes enfrentar, donde tendrás que usar los recursos que Dios te ha dado basados en la oración, en la lectura de la palabra, en la obediencia, en el ayuno.

    Venciendo las dificultades
    Venciendo las dificultades

    De igual forma en la biblia tenemos la armadura que debemos usar para poder enfrentar a nuestro enemigo, para ser aprobados por Dios, para resistir el día malo, para pasar por el Jordán y salir en victoria. Esta armadura la podemos encontrar en el siguiente pasaje:

    “Vestíos de toda la armadura de Dios, para que podáis estar firmes contra las asechanzas del diablo. Porque no tenemos lucha contra sangre y carne, sino contra principados, contra potestades, contra los gobernadores de las tinieblas de este siglo, contra huestes espirituales de maldad en las regiones celestes. Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiendo acabado todo, estar firmes. Estad, pues, firmes, ceñidos vuestros lomos con la verdad, y vestidos con la coraza de justicia, y calzados los pies con el apresto del evangelio de la paz. Sobre todo, tomad el escudo de la fe, con que podáis apagar todos los dardos de fuego del maligno Y tomad el yelmo de la salvación, y la espada del Espíritu, que es la palabra de Dios” (Efesios 6:11-17)

    En este mismo orden de ideas, cada una de las dificultades que pasamos en la vida nos ayudan a crecer espiritualmente y en nuestra vida personal porque aunque no somos de este mundo tenemos que convivir con los demás en este mundo muchas veces hostil.

    Así que estamos venciendo las dificultades con un propósito determinado en nuestra vida, en la cual el Espíritu Santo no nos deja solos en este proceso porque para siempre es su misericordia y él nunca me dejará.

    Este proceso es para perfeccionar la obra de Dios en nosotros, y para ello debemos ser moldeados a imagen y semejanza de Cristo. Debemos pasar por el fuego, recibir su poder y gloria cada día para ver su rostro en nosotros y manifestar el fruto de su Santo Espíritu. Tal como lo demanda su palabra: “Mas el fruto del Espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley” (Gálatas 5:22-23)

    Cada uno de estos obstáculos en la vida nos ayudan para bien, porque Dios desea perfeccionarnos por medio de ellos. Dios comenzó a obrar en ti con un propósito para tu vida, por eso es que lo que él comenzó nadie lo puede detener, nadie puede parar el proceso en el que estamos inmersos: “estando persuadido de esto, que el que comenzó en nosotros la buena obra la perfeccionará hasta el día de Jesucristo”.  (Filipenses 1:6)

    Entendiendo esto, debemos aceptar el proceso con valentía, venciendo las dificultades, teniendo la certeza de que la respuesta está en Cristo Jesús. Cuando escudriñamos su palabra, nuestros ojos espirituales se abren y el Espíritu Santo comienza a tratar con nosotros mediante esa palabra. De esta forma estamos preparados para resistir en el día malo, tal como lo anuncia su palabra: “Por tanto, tomad toda la armadura de Dios, para que podáis resistir en el día malo, y habiéndolo hecho todo, estar firmes” (Efesios 6: 13)

    Como hijos de Dios debemos entender nuestro esencia, quiénes somos en él, ya que no somos cualquier persona, somos los escogidos, los llamados a ser luz en medio de la oscuridad, a proclamar el reino de los cielos, dándole toda la Gloria y toda la Honra a Dios.

    Cómo podemos vencer las dificultades según la biblia

    La biblia nos da las herramientas necesarias para vencer las adversidades de la vida porque nos señala las diferentes historias en las cuales los valientes de Dios tuvieron la gracia de Dios y obtuvieron la victoria. Pero ellos se dejaron dirigir por Dios y aunque tuvieron que pasar por muchos obstáculos, Dios nunca los dejó solos y se glorificó en todo momento, dando aliento al afligido como a David, consuelo al desamparado como a José, fortaleza al débil, como a Jeremías, valentía como a la reina Esther.

    De esta forma estos personajes bíblicos nos enseñan la manera en la que debemos enfrentar las dificultades. Así que como hijos de Dios tenemos que poner en práctica lo que dice su palabra y considerar los siguientes aspectos a la hora de vencer las dificultades:

    1.- Esforzarnos

    Muchas veces queremos obtener las cosas por arte de magia o en un abrir y cerrar los ojos. Recuerda que nuestro tiempo no es el mismo que el tiempo de Dios, por lo cual debes esperar en él, pero en esta espera debes hacer lo que te corresponda, esforzarte y ser valiente, tal como lo expresa su palabra: “Y llamó Moisés a Josué, y le dijo en presencia de todo Israel: Esfuérzate y anímate; porque tú entrarás con este pueblo a la tierra que juró Jehová a sus padres que les daría, y tú se las harás heredar” (Deuteronomio 31:7)

    2.- Ser valientes

    Tal como se mencionó anteriormente estamos llamados a ser valientes para poder vencer las adversidades y ser aprobados, porque cada prueba es puesta por Dios con un propósito. Al respecto la palabra nos señala lo siguiente: “Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas, ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en dondequiera que vayas” (Josué 1:9)

    3.- Ser fuentes

    Dios nos demanda a ser fuertes y esta fortaleza se logra durante nuestro proceso, nuestros desiertos, porque eso nos da las herramientas para vencer y obtener la victoria. Dios nos da fuerzas como las del búfalo y nos ayuda a renacer como las águilas, a estar firmes como la palmera.

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    Por esta razón debemos darle las cargas a Dios y él se encargará de ayudarnos en medio de la angustia, de nuestro cansancio, de nuestro afán porque él quiere que nos dejemos guiar por su Espíritu. La palabra nos demanda a “Fortaleced las manos cansadas, afirmad las rodillas endebles. Decid a los de corazón apocado: esforzaos, no temáis; he aquí que vuestro Dios viene con retribución, con pago; Dios mismo vendrá, y os salvará." (Isaías 35:3)

    4.- Tener gozo

    Una de las cosas que se nos dificulta es tener gozo en medio del dolor, de la angustia, de la escasez. Pero cuando vamos de la mano de Dios, él nos ayudará a estar alegres a pesar de lo que estamos pasando.

    En la biblia encontramos a un Silas y Pablo que alababan a Dios en medio de su flagelo, estando en la cárcel tras ser acusados injustamente: “Al recibir tal orden, este los metió en el calabozo interior y les sujetó los pies en el cepo. A eso de la medianoche, Pablo y Silas se pusieron a orar y a cantar himnos a Dios, y los otros presos los escuchaban. De repente se produjo un terremoto tan fuerte que la cárcel se estremeció hasta sus cimientos. Al instante se abrieron todas las puertas y a los presos se les soltaron las cadenas” (Hechos 16: 24-25)

    Por esta razón debemos alabar en todo momento porque en nuestra alabanza encontraremos respuestas a nuestra necesidad, a nuestra aflicción porque él conoce todo de nosotros, solo debemos estar confiados y alegres de tener su Santo Espíritu en nuestra vida:

    “He aprendido a contentarme, cualquiera que sea mi situación. Sé vivir humildemente, y sé tener abundancia; en todo y por todo estoy enseñando, así para estar saciado como para tener hambre, así para tener abundancia como para padecer necesidad. Todo lo puedo en Cristo que me fortalece” (Filipenses 4:11-13)

    5.- Ser fieles al Señor

    Las personas están diseñadas para mantener una relación personal con el Señor, pero cuando perdemos esta relación, esa intimidad personal con él, nada nos puede llenar y sentimos un vacío inmenso en nuestra alma.

    En este sentido, cuando mantenemos esa relación y andamos en sus caminos, la manera de pensar es distinta porque sabemos cuál es nuestro propósito en nuestra vida, tenemos una visión y vamos rumbo a una dirección.

    Venciendo las dificultades requiere entonces de resistir, de usar las herramientas que Dios nos ha dado en su palabra, donde podemos encontrar el manual de vida que nos indica lo que debemos hacer en medio de la adversidad.

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