5 Versículos Sobre El Espíritu Santo Y Sus Frutos

En este artículo te mostraremos algunos versículos sobre el Espíritu Santo, al que todos conocemos como el consolador y la tercera persona de Dios. Jesús vino a la tierra a morir por todos los pecadores, pero resucitó para demostrar que había vencido a la muerte. Subió a los cielos pero nos dejó a este ser maravilloso que nos acompañará por los siglos de los siglos.

Versículos sobre el Espíritu Santo

En la Biblia hay numerosas citas bíblicas que hablan sobre El espíritu Santo de Dios y las maravillas que puede hacer en nuestro ser. Nosotros como seres humanos, damos mucho lugar a las tentaciones, pero el espíritu de Dios está allí para hablarnos de lo que está bien y lo que está mal.

¿No has notado en oportunidades que cuando vas a hacer algo incorrecto hay una voz interna que te dice que está mal y te hace sentir algo desagradable al pensarlo? Pues cuando sucede esto estás bajo el efecto del Espíritu Santo que está tratando de hacerte entender que no debes seguir tus planes.

En los próximos apartados te mostraremos algunos versículos sobre el Espíritu Santo para que conozcas un poco más de este maravilloso ser.

Quizás te puede interesar: La Iglesia Junto Al Espíritu Santo - Fuerza En Movimiento

Índice De Contenidos

    Versículos sobre el Espíritu Santo

    Estos son algunas de las citas bíblicas que pueden darte información sobre la tercera persona de Dios o el Espíritu Santo:

    1. Mateo 3: 11

    Yo la verdad os bautizo en agua para arrepentimiento; pero Él viene tras mí, cuyo calzado no soy digno de llevar, es más poderoso que yo; él os bautizará en Espíritu Santo y fuego.

    Nosotros, los cristianos nos bautizamos con agua, pero Jesús nos bautiza con el Espíritu Santo. El bautismo con el espíritu santo es comparable con un bautismo de fuego (simbólicamente hablando) por la gracia purificadora que representa.

    Cuando aceptamos a Cristo como nuestro salvador, el Espíritu Santo viene a nosotros y nos acompaña para confrontarnos ante el pecado y hacernos entender lo que está bien y lo que está mal. El Espíritu de Dios trabaja en nuestro corazón y nos convence de pecado para que no caigamos en las tentaciones.

    2. Juan 3:5

    Respondió Jesús: De cierto, de cierto os digo, que el que no naciere del agua y del espíritu, no puede entrar en el reino de Dios.

    Juan 3:5 es otro de los versículos que hablan del espíritu Santo. El bautismo es un acto simbólico donde nacemos del agua y del espíritu, donde reconocemos públicamente que creemos en el sacrificio de Jesús y la salvación que esto implica. Sin embargo, el agua es tan solo un elemento si no contamos con la gracia del espíritu Santo, es por esto que se considera que este acto en muchas religiones no es válido.

    Para que tenga validez, este acto debe ser completado con el bautismo del Espíritu de Dios, el cual nos acompañará hasta el día del juicio final y es necesario para poder entrar al reino de Dios. Y ¿Por qué es necesario? Porque nos convence de pecado y es el resultado de creer en la gracia redentora de Jesús, Dios hecho hombre.

    3. Juan 14:26

    Mas el Consolador, el Espíritu Santo, a quien el Padre enviará en mi nombre, él os enseñará todas las cosas, y os recordará todo lo que yo os he dicho.

    Si hablamos de versículos sobre el Espíritu Santo como consolador, Juan 14:26 es el ideal.  Luego de la muerte de Jesús, el Padre envió al Espíritu en Su nombre para que consolara a la humanidad y la convenciera de toda verdad. El Espíritu Santo es conocedor de todas las cosas que hay en el cielo y en la tierra; él conoce nuestro pasado, nuestro presente y nuestro futuro.

    También es conocedor de lo bueno y lo malo, por lo cual, puede hacernos entender lo que debemos y no debemos hacer. Por otro lado, cuando estamos tristes, el Espíritu de Dios puede consolarnos y recordarnos el amor tan grande que Dios siente por nosotros y todas las cosas que puede hacer si dejamos todas nuestras cargas en Él.

    4. Gálatas 5:22–23

    Mas el fruto del espíritu es amor, gozo, paz, paciencia, benignidad, bondad, fe, mansedumbre, templanza; contra tales cosas no hay ley.

    Gálatas 5:22–23 es una famosa cita bíblica que habla sobre los frutos del espíritu Santo. La persona que tiene al Espíritu de Dios no tiene necesariamente que decirlo, su comportamiento lo demostrará por sí solo. Si alguien tiene al Espíritu Santo en su corazón, desbordará amor, paciencia, gozo, bondad, fe y una gran infinidad de sentimientos positivos.

    Esto sucederá sin importar por lo que la persona esté atravesando en su vida. El Consolador no solo nos da sentimientos positivos para ayudarnos a nosotros mismos, sino también para que ayudemos a aquellos que se encuentran desamparados y con necesidad de ser alentados y guiados por el camino de Dios.

    5. Juan 15:26

    Cuando venga el Consolador, a quien yo os enviaré del Padre, el Espíritu de verdad, el que procede del Padre, él dará testimonio de mí.

    El principal propósito por el que el Espíritu Santo vino a esta tierra fue el de testificar la verdad de Jesús, el hijo de Dios que vino a quitar el pecado de la humanidad, a salvar lo que se había perdido. Es gracias a la obra del Espíritu Santo que podemos conocer la maravillosa verdad de la gracia salvadora de Jesús, que es el redentor del mundo. por este motivo es también conocido como el “Espíritu de verdad”.

    Echa un vistazo a: ¿Qué Es El Bautismo Del Espíritu Santo? Lo Que Dice Realmente La Biblia

    Pensamientos finales

    Espíritu Santo, Espíritu de verdad y El Consolador son algunos de los nombres con los cuales se conoce al Espíritu de Dios. Se trata de un ser divino que fue enviado luego de las ascensión de Jesús a lo alto. Su propósito es el de acompañar a los hijos de Dios hasta el día del juicio final y convencerlos de pecado y de la verdad redentora de Jesús, el hijo del Creador.

    Estos han sido solo algunos de los versículos sobre el espíritu Santo que puedes encontrar en la Biblia. El Espíritu de Dios no solamente puede hablarnos de la verdad, también puede consolarnos en momentos difíciles y recordarnos que hay un Dios que nos ama inmensamente, con un amor que no puede igualar ningún ser carnal o espiritual.

    Deja una respuesta

    Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

    Subir

    Utilizo cookies propias, de análisis y de terceros para mejorar la experiencia de navegación por mi web. Y en algunos artículos, para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias según el análisis de tu navegación. Pero solo es para seguir ofreciendo contenido de calidad en el blog de manera totalmente gratuita. Puedes informarte más profundamente sobre qué cookies estoy utilizando y desactivarlas si quieres (algo que agradecería que no hicieras) Más Información