5 Tips Para Ser Un Dador Alegre: Métodos Y Consejos
En la Biblia se puede ver cómo Dios nos menciona acerca de los beneficios de ser un dador alegre, y esto como muestra de estar en sintonía con los frutos del Espíritu. El dar es una personificación del carácter de Cristo, pues es un comportamiento que demuestra la esencia de nuestro Señor en persona.
El acto de dar puede venir de diferentes formas: ya que podemos dar nuestro tiempo, nuestra energía, nuestras posesiones, e incluso hasta nuestras opiniones, asimismo, nosotros, los hijos de Dios, debemos dar por consecuencia de nuestra propia voluntad, pues de venir desde el fondo de nuestro corazón, nos hará sentir placer el estar siendo generosos con nuestro prójimo.
Entonces, por supuesto que los regalos y los obsequios que damos con amor y con sentido de compromiso, son los más motivantes y estimulantes para el espíritu de la otra persona, y de ser así para con ellos, aún más para Dios.
Por consiguiente, el dar no simplemente nos hace felices, sino que nos hace ganarnos también el cariño de Dios, pues Dios siempre ha amado al que da con eterno gozo en su corazón.
¿Qué es un Dador Alegre?
El Dador Alegre en la Biblia, es la persona que da "semillas" y siembra en otras personas, sea para afrontar su necesidad o para su contentamiento, con el deseo de hacerlo en su corazón. El dar con alegría, es la actitud con la que un hijo de Dios debe sembrar a otros, sobre todo a los necesitados.
Además que el que da con la sensación adecuada, sentirá felicidad después de hacerlo. La persona que sienta esta felicidad se le hace imposible esconder su alegría, pues esa alegría no solamente va a definir cómo se siente la otra persona, sino también como se siente el dador. Esto es tan hermoso que incluso impacta profundamente al corazón de la persona que lo recibe, y también contenta a Dios.
“Recuerden lo siguiente: un agricultor que siembra solo unas cuantas semillas obtendrá una cosecha pequeña. Pero el que siembra abundantemente obtendrá una cosecha abundante. Cada uno debe decidir en su corazón cuánto dar; y no den de mala gana ni bajo presión, «porque Dios ama a la persona que da con alegría»
Y Dios proveerá con generosidad todo lo que necesiten. Entonces siempre tendrán todo lo necesario y habrá bastante de sobra para compartir con otros. Como dicen las Escrituras: «Comparten con libertad y dan con generosidad a los pobres. Sus buenas acciones serán recordadas para siempre»
Pues es Dios quien provee la semilla al agricultor y luego el pan para comer. De la misma manera, él proveerá y aumentará los recursos de ustedes y luego producirá una gran cosecha de generosidad en ustedes.
Efectivamente, serán enriquecidos en todo sentido para que siempre puedan ser generosos; y cuando llevemos sus ofrendas a los que las necesitan, ellos darán gracias a Dios. Entonces dos cosas buenas resultarán del ministerio de dar: se satisfarán las necesidades de los creyentes de Jerusalén y ellos expresarán con alegría su agradecimiento a Dios.” 2 Corintios 9: 6-11 (NTV)
El apóstol Pablo menciona dos actitudes esenciales que el Dador Alegre debe evitar a toda costa a la hora de dar:
Dar de mala gana
La palabra en griego que tradujo literalmente mala gana significa confesar o con tristeza. De este mismo modo podemos inferir que quién da de mala gana se entristece pues siente que está desprendiendo sé de sus pertenencias de su tiempo o de su dinero.
Dar por obligación
La persona que da un obsequio o siembra una semilla por obligación, irremediablemente se siente presionada, y esta actitud es completamente un antónimo al dar de corazón.
¿Por qué ser un dador alegre?
Hay una frase muy famosa que afirma que debemos dar hasta que duela, y cuando más duela, de esa misma manera dar todavía más. Sin embargo, bajo los lineamientos de Dios, el dar es algo muy distinto.
Como hemos leído, Dios nos demanda dar con alegría. Entonces ¿qué mejor inspiración que esta? El saber que Dios está contento cuando yo doy con alegría. Pensémoslo de este mismo modo, ¿qué hijo estaría contento en su cumpleaños al ver que su padre se acerca con un regalo, pero tiene mucha tristeza y una cara enorme de dolor? En realidad, aunque no lo creamos, la principal alegría del niño, se hace al notar a su padre complacido de hacerle feliz por medio de obsequios. De esta misma forma, podemos observar que Dios antes que nada desea la disposición de nuestro corazón en cada semilla que sembramos.
Entonces, por consiguiente tienes estas razones de por qué ser un Dador Alegre:
Porque personificamos a Jesucristo.
El dar es una de las características inefables de Jesucristo, se nos hace imposible que demos generosamente sin tener la esencia de Él realmente plantada en nuestras vidas. Cuando un hombre está realmente dispuesto a dar en el fondo de su corazón, es una respuesta a la abundante gracia de Dios que habita en él.
Porque glorificamos a Dios.
El ser un Dador Alegre demuestra nuestra obediencia respecto al evangelio de Jesucristo. Jesucristo enseñó alguna vez que debemos alumbrar nuestra luz delante de todos los hombres, para que ellos puedan ver nuestras buenas obras, y glorifiquen a nuestro Padre que está en los cielos (Léase Mateo 5:16).
Nosotros los hijos de Dios, cuando damos a alguien, cuando ayudamos y cuando somos generosos glorificamos a nuestro Padre.
Dice Mateo 10: 8 que "De gracia recibisteis, dad de gracia". Esto nos indica que debemos ser generosos, pues no podemos glorificar a Dios cuando deberíamos utilizar algo que tenemos para ayudar a alguien y no lo hacemos. Pues todo lo que tenemos ha sido por la gracia de Dios, todo lo que hemos recibido ha sido dado por Dios.
Dios quiere que nosotros sembremos.
Dios nos demanda a que nosotros no nos quedemos con las semillas que nos entrega, pues nuestro corazón no debe ser únicamente para pedir, sino primordialmente para dar. Sabemos que el hombre que siembra hoy se convertirá en un cosechador el día de mañana.
La Biblia nos indica que Dios siempre ha conocido nuestro corazón, por eso Él nos da semillas a los que sembramos. Cada persona puede recibir de acuerdo a lo que puede sembrar, pues es imposible cosechar de algo que nunca ha sembrado. Siempre que siembres los frutos del Espíritu de Dios, vas a recibir: te aseguro que si siembras pan al necesitado, nunca faltará pan en tu casa.
El espíritu de Mammón y el Dador Alegre.
En el libro de Mateo, capítulo 6, versículo 24, Jesús nos informa que no podemos servir a dos señores, pues el que ama uno, de alguna forma aborrece al otro. De esta misma manera, no podemos servir a Dios y al mismo tiempo amar a las riquezas.
En la Biblia, la palabra que traduce la palabra riquezas es mammonas, cuya etimología proviene de la palabra Mammón. También la palabra Mammón tiene una procedencia aramea qué, en sentido literal, significa riqueza. Básicamente, Mammón, es el dios de la avaricia material. Es de entenderse que nadie puede servir a Dios y a Mamón al mismo tiempo. Mammón es un dios Caldeo, el cual era invocado por los paganos para suplir las necesidades económicas. Los paganos al invocar a este este Dios, lo hacían con la motivación de detener más fortunas y con el miedo a perder lo que poseían.
El Dador Alegre demuestra que está desprendido del amor a las riquezas, en realidad el poseerlas no las convierten en simples riquezas sino en semillas. Dice Eclesiastés 5:10 que "el que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto". Por esto, el dador alegre rompe con esos estigmas y Dios lo bendice, porque teniendo bienes en sus manos, su amor principalmente es para Dios y nunca para los bienes materiales y el dinero.
Métodos y Consejos para ser un dador alegre.
Está comprobado científicamente que el ser un Dador Alegre contribuye para nuestra felicidad, pues ahí estudios psicológicos que demuestran que para ser feliz debemos ser generosos. Asimismo la práctica del evangelio conlleva pensar en los demás pues la felicidad y la salvación no se encuentran encerradas en el mero egoísmo. Para ser un dador alegre, te invito a leer los siguientes Tips, que te acercarán más al transmitir el amor de Dios por medio de la generosidad:
1. Modelar a Jesucristo.
La principal forma de ser un dador alegre es actuar como el mayor dador que todo que haya existido, el hijo de Dios. Conocemos que él dio la espalda las riquezas y a la gloria en el reino para venir a la tierra por su voluntad y de esta y regalarnos la vida eterna.
“Con mi ejemplo les he mostrado que es preciso trabajar duro para ayudar a los necesitados, recordando las palabras del Señor Jesús: “Hay más dicha en dar que en recibir” Hechos 20:35 (NVI)
2. Llenarse de Dios.
El dar es una de las características principales de un padre a su hijo. Cuando hacemos destacada la búsqueda de la presencia de Dios en nuestra intimidad, nuestra vida inmediatamente comienza a cambiar, y el modo en el que vemos este tipo de acciones también lo hace. Así que el dar en lugar de verse como un peso se puede ver como una necesidad o inclusive un lujo.
“Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna.” Juan 3:16 (RV1960)
3. Piensa que harás más feliz la vida de otra persona.
Independientemente de la persona la que vayamos a dar, el internalizar en nuestros pensamientos que lo que hagamos con nuestras manos llenará de gozo la vida otra persona se convierte en un incentivo para nosotros dar.
“Si guardáis mis mandamientos, permaneceréis en mi amor, así como yo he guardado los mandamientos de mi Padre y permanezco en su amor. Estas cosas os he hablado, para que mi gozo esté en vosotros, y vuestro gozo sea perfecto.” Juan 15: 10-11 (BLA)
4. No olvides ser generoso contigo mismo.
El amor propio es fundamental para poder amar a los demás, Dios nos adoptó Como hijos para que podamos comprender el valor que tenemos, el señor quiere mantener ese estima en nosotros. Si comprendemos el valor que tenemos como hijos de Dios, aumentará considerablemente nuestra autoestima, y sentirnos bien con nosotros mismos es un estimulante para poder ser generosos con los demás, porque para amar a los demás, debemos aprender a amarnos a nosotros mismos.
“Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo.” Mateo 22:39 (RV1960)
5. Acepta la generosidad del prójimo.
El dar es sembrar, el cosechar recibir. El dador alegre debe aprender a congraciarse en la dadivosidad del otro. Pues quién pone en el corazón de la otra persona es ser generoso contigo es Dios, entonces así como damos, ser agradecidos con lo que recibamos nos hará más alegres.
“El alma generosa será prosperada; Y el que saciare, él también será saciado.” Proverbios 11:25 (RV1960)
Oración para ser un dador alegre.
Papito Dios, hoy te quiero dar las gracias. Te doy las gracias por la vida, te doy las gracias por todo lo bueno que has hecho en mí, y te doy las gracias por esta inspiración tuya, que hoy me permites leer. Te pido, Señor, que lo que he leído se adhiera a mi carácter. Que mi carácter se convierta en el carácter de Cristo, para que de esta forma, yo pueda ser cada vez más agradable a ti. Señor, úsame como bendición para otras personas. Te pido que me conviertas en un buen sembrador, y que me des semillas, las cuales pueda sembrar en tierras fértiles; semillas con tus palabras, semillas de vestidos, semillas de pan, y semillas de dinero, para aportar alegría a la vida de otras personas, de acuerdo a la generosidad que tú pongas en mi corazón. Te pido que tu Espíritu Santo redarguye mi corazón, para yo poder dar así como el dador alegre que tú quieras que yo sea. En el nombre poderoso de Jesús, que así sea, Señor.
¡Amén!
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