Dándole a tu iglesia sentido de pertenencia - Qué hacer como cristianos

Dándole a tú iglesia sentido de pertenencia significa tener un verdadero compromiso son el servicio del Señor porque debemos comprender que la iglesia es el cuerpo de Cristo y que todos los miembros son de igual forma importantes.

Cuando se tiene sentido de pertenencia, se comprende el objetivo central del ministerio, el cual debe ser Cristo y su mensaje de salvación. Si tenemos claro esto, podemos hacer la obra de Dios aquí en la tierra, en la iglesia y en todas las naciones, tal como lo demanda la palabra.

No se trata de hacer riquezas a través del ministerio de Dios para enaltecer al hombre, se trata de proclamar las buenas nuevas del Señor y enaltecer su nombre, poniendo de manifiesto las maravillas que Dios hace con sus hijos.

Para ello es importante que los hijos de Dios den un buen testimonio y que no solo en la iglesia actúen como siervos del Señor, sino también en todos los ámbitos de su vida, en su hogar, trabajo, casa de estudios, es decir, en cualquier lugar donde estemos, debemos revelar que somos verdaderos hijos de Dios.

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    Dándole a tu iglesia sentido de pertenencia – Qué debemos hacer como cristianos

    Como cristianos fieles tenemos gran responsabilidad en el momento en que aceptamos a Jesucristo como nuestro único y verdadero salvador. Desde ese instante el Espíritu Santo comienza a obrar en nuestra vida desde adentro hacia afuera, así que en nuestro interior Dios comienza a limpiarnos de todo pecado, de todo mal pensamientos, de todo sentimiento que no provenga de Dios.

    Luego esa transformación la reflejamos en nuestro exterior y comienzan a surgir los frutos del Espíritu Santo como templanza, tolerancia, paciencia, benignidad, bondad, mansedumbre, entre otros.

    De esta manera como hijos de Dios, debemos servirle en la iglesia y sentir que ese lugar en el cual se adora y exalta a Dios, nos pertenece. Debemos sentir en nuestro corazón que ese espacio de congregación, donde se encuentran todos los miembros del cuerpo de Cristo nos importa.

    En la biblia, podemos encontrar diferentes pasajes bíblicos donde se le exhorta a la iglesia para que ésta haga la voluntad del Señor, estén unidos en un solo sentir y proclamen las buenas nuevas de salvación.

    El Apóstol Pablo, en la carta a los Filipenses, les escribe a la iglesia mientras se encontraba preso, por eso es conocida como una de las epístolas de la cautividad. Aquí este personaje bíblico de gran importancia, les señala los siguientes aspectos:

    • Les agradece por su generosidad y disposición para suplir todas sus necesidades.
    • Reconoce en esta iglesia su comunión y constancia en el Evangelio.
    • Les afirma el gozo en el Señor, a pesar de las tribulaciones, porque siempre deben regocijarse en Dios.
    • Les exhortó a seguir el ejemplo de Cristo, ser humildes ante todo y vivir en comunión unos con otros, como hermanos que son.

    De esta manera el Apóstol Pablo les habló a los Filipenses con respecto al sentido de pertenencia hacia su iglesia, donde el centro debe ser Jesucristo y su ejemplo. Esto lo podemos apreciar en la siguiente cita:

    “Porque al Padre agradó que en él habitara toda la plenitud, y por medio de él reconciliar consigo todas las cosas, así las que están en la tierra como las que están en los cielos, haciendo la paz mediante la sangre de su cruz” (Colosenses 1:19,20).

    En este sentido, para poder unificar la iglesia y hacer la voluntad del Señor aquí en la tierra, debemos reconciliarnos primeramente con  Dios y luego con nuestros hermanos, porque somos un solo cuerpo de Cristo y todos somos necesarios e importantes.

    Cómo debe ser nuestro sentido de pertenencia

    El Señor es transcendental, magnánimo, majestuoso, Altísimo y poderoso. Así que debemos aplicar la obra redentora y fortalecer nuestro sentido de pertenencia de nuestra iglesia en todos los ámbitos de nuestra vida:

    1.- Nuestro sentido de pertenencia con Cristo

    Lo primero que debe tener claro todo cristiano es que el centro es Jesucristo, y él es quien dirige la iglesia y los ministerios. No se trata de nuestros deseos particulares ni conveniencias.

     Se trata del propósito de Cristo, el cual es proclamar la buenas nuevas de salvación para toda la humanidad, ya que él no quiere que ningún alma se pierda, tal como lo señala la palabra:

    “El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento”  (2 Pedro 3:9)

    De esta manera, no debemos perder el enfoque como iglesia ni buscar resaltar nosotros, porque la gloria es y será siempre para Dios. No es la gloria ni para los pastores ni para los predicadores, adoradores, evangelizadores, entre otros. La Gloria es solo para el Señor.

    Por esta razón, el propósito de nuestra iglesia es ser u lugar de bendición, de edificación, un lugar en el cual se manifiesten las maravillas de Dios. No se trata de nuestra vida, se trata de Cristo, tal como lo afirma la palabra:

    “Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entregó a sí mismo por mí” (Gálatas 2:20).

    En este sentido, lo que nos tiene que mantener en Cristo no deben ser los ministerios, o los logros obtenidos, sino Dios. Así que el apóstol Pablo nos invita a identificarnos con su crucifixión.

    2.-  Nuestro sentido de pertenencia a la familia

    Como se mencionó anteriormente, un creyente debe sentir sentido de pertenencia a su iglesia, pero debe poner en práctica los frutos del Espíritu Santo en todo momento y en todo lugar.

    No vale de nada que seas de una manera en la iglesia y de otra forma en tu hogar, con tu familia, ya que como verdaderos hijos de Dios debemos dar buen testimonio en nuestra vida cotidiana, sobre todo en nuestro hogar, con nuestros seres queridos, quienes deben ver las maravillas que Dios hace con cada uno de sus hijos.

    Puedes leer: 6 cualidades de una buena familia según la biblia

    Al respecto la biblia hace referencia al gadareno quien fue liberado de una legión de demonios y quiso seguir a Jesús. Pero éste le dijo: “Vuélvete a tu casa y cuenta cuán grandes cosas ha hecho Dios contigo” (Lucas 8:39).

    Así que no podemos pretender poner orden en la iglesia, si descuidamos nuestro hogar, nuestro interior. Por lo cual, el sentido de pertenencia en la familia, debe comenzar en el momento en que somos un ejemplo a seguir para nuestros hijos y demás familiares. Nuestra familia debe ser nuestro primer ministerio, donde esté presente la armonía, el amor y la reconciliación.

    3.- Sentido de pertenencia a nuestros hermanos en Cristo

    Una de las expresiones más frecuentes en los libros del Nuevo Testamento es “unos a otros” cuando se abordan los temas del perdón, comunión, amor, ayuda mutua y contención.

    Al respecto, es muy significativo que la descripción del origen de la iglesia cuando se reveló la promesa del Espíritu Santo era que se encontraba “unánime junta” (Hechos 2:1).

    Por este motivo, se nos da una responsabilidad principal: “que seamos solícitos en guardar la unidad del Espíritu” (Efesios 4:3); y que “no busquemos nuestro propio provecho, sino el de los demás” (Filipenses 2:4).

    Así que como miembros del cuerpo de Cristo, debemos cuidar el individualismo y evitar contiendas, resentimientos, competencias y rivalidades con nuestros hermanos en Cristo. La unidad es lo que quiere el Señor, que seamos un solo cuerpo, y que tengamos un mismo sentir.

    Principios para lograr tener sentido de pertenencia en la iglesia

    Cada cristiano tiene el llamado de darle sentido de pertenencia a su vida en la iglesia en la cual ha creído o ha aceptado al Señor. Por eso es importante seguir los siguientes principios para fortalecer el sentido de pertenencia en nuestra iglesia:

    1.- La capacitación

    La capacitación es fundamental para el crecimiento y desarrollo de nuestra iglesia, ya que de esta manera nos podremos enfrentar con las adversidades que se nos presenten.

    Todo cristiano al ser miembro del cuerpo de Cristo, debe escudriñar las escrituras, prepararse, recibir enseñanza en la sana doctrina y seguir los estatutos de la palabra. Esta capacitación le da solidez a la iglesia pero se debe perseverar en la palabra, en la oración y mantener la disciplina.

    2.- Fortalecer la comunión

    La comunión es una parte esencial en la obra de Dios, ya que de esta manera estaremos cumpliendo la voluntad de Dios. No solo debemos estar en comunión con Dios, sino que debemos estar en comunión como hermanos en Cristo, dentro de la iglesia.

    No se puede llevar un ministerio si estamos aislados. La palabra nos demanda a estar unánimes en oración, juntos como hermanos, haciendo la obra de Dios y llevando el evangelio a todas las naciones. Tal como lo demanda la palabra:

    “Todos éstos perseveraban unánimes en oración y ruego, con las mujeres, y con María la madre de Jesús, y con sus hermanos” (Hechos 1:14)

    De esta manera, la comunión también se debe hacer presente con nuestros hermanos en Cristo, debemos fortalecer nuestra comunión con nuestro hermanos fieles, ya que la palabra nos exhorta a que a través de nuestra unión, se activa el poder de Dios en la iglesia, y se fortalece nuestro sentido de pertenencia. Se manifiesta el poder de Dios, donde prevalece el amor y la misericordia en todo momento.

    3.- Debemos permanecer juntos como hermanos en Cristo

    “En la unión está la fuerza”, es una de las frases que más usamos cuando queremos lograr un propósito. Pero nuestra misión fundamental es hacer la obra de Dios, y para ello debemos dejar las diferencias a un lado y estar unidos dentro de la iglesia para poder hacer crecer el ministerio y solidificarlo.

    Dándole a tu iglesia sentido de pertenencia
    Dándole a tu iglesia sentido de pertenencia

    La iglesia es una familia, es una hermandad, donde se debe respirar armonía, paz, amor y alegría. En unidad se pueden lograr muchas cosas agradables para Dios, se pueden fortalecer los ministerios y hacer crecer el pueblo de Cristo. Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera:

    “!Mirad cuán bueno y cuán delicioso es habitar los hermanos juntos en armonía!” (Salmo 133:1)

    En este versículo podemos apreciar que el estar juntos como hermanos es un acto que le agrada al Señor y nos da armonía y paz. Crea un ambiente lleno de la presencia de Dios y fortalece los lazos del amor.

    4.- Como hermanos debemos tener un mismo objetivo

    Este es uno de los principios más importantes para que la obra de Cristo aquí en la tierra se lleve a cabo, ya que debemos estar enfocados en un mismo sentir y tener los objetivos claros.

    La iglesia de Cristo, es un solo cuerpo y debe tener un solo propósito, el cual debe estar centrado en el mensaje de salvación, en proclamar su palabra en todas las naciones y a toda criatura para que ningún alma se pierda.

    En este sentido, el objetivo marca el destino de la iglesia, y ahí, los líderes desempeñan un papel muy importante, ya que deben procurar no desviarse del propósito fundamental. No se puede perder el centro, el cual es Cristo Jesús y su mensaje de salvación.

    5.- Los hermanos se deben perseverar unánimes

    Para fortalecer el sentido de pertenencia de la iglesia se debe perseverar unánimes, continuar sin detenernos, siempre en unidad, en un mismo sentir, siguiendo la sana doctrina de las Sagradas Escrituras.

    Por otro lado, se deben evitar dentro de la iglesia, las murmuraciones, las contiendas, resentimientos, entre otros. Para ello se debe mantener la comunión con Dios, orar, velar, ayunar, adorar y alabar a nuestro Padre Celestial.

    6.- En la iglesia debe existir el sentido del servicio

    Tener sentido de pertenencia, es tener sentido del servicio a la iglesia para concretar la obra de Dios. Una iglesia debe servir a la comunidad, a los nuevos creyentes, a los jóvenes, a todos los miembros que necesiten apoyo.

    Hay que resaltar que el servicio no debe estar limitado a un espacio, sino que debe ir más allá, tal como lo afirma la palabra: “Mas entre vosotros no será así, sino que el que quiera hacerse grande entre vosotros será vuestro servidor” (Mateo 20:26)

    7.- La iglesia debe tener una visión de crecimiento

    La iglesia debe tener una visión clara y definida, y saber  cuál es el rumbo que debe seguir. Debe estar organizada y los ministerios debes estar relacionados entre sí, y no trabajar de forma individualista.

    Dándole a tu iglesia sentido de pertenencia significa entonces caminar el camino de Cristo, seguir su ejemplo y proyectarnos en un solo objetivo unidos como hermanos, activando el poder de Dios, y manifestando las maravillas que el señor hace en su iglesia.

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