Amor es misericordia - 4 Ejemplos Bíblicos a Conocer

Amor es misericordia porque Dios es amor y no se puede manifestar esa misericordia si no tenemos la presencia divina en nuestra vida y nuestro corazón. No se trata de hacer actos compasivos ni de regalar todo lo que tenemos, se trata netamente de lo que tenemos en nuestro corazón, tal como lo realza la palabra:

“Y si repartiese todos mis bienes para dar de comer a los pobres, y si entregase mi cuerpo para ser quemado, y no tengo amor, de nada me sirve” (1 Corintios 13:3)

Esta cita nos demuestra que la misericordia va más allá de lo que podamos hacer humanamente en la sociedad porque tiene que ver con el amor que tengamos en nuestro corazón y la disposición de hacer las cosas incondicionalmente y no para agradar a los hombres. Recordemos que Dios escudriña los corazones y sabe todo de nosotros.

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    Amor es misericordia de Dios – Por qué necesitamos tenerla en nuestra vida

    La misericordia refleja lo que Dios ha hecho en tu vida, y ésta alimenta la compasión, que es una luz para un mundo, en tinieblas que necesita de la presencia del Señor.

    La misericordia manifiesta los frutos del Espíritu Santo de Dios, donde se hace presente la empatía, amabilidad, perdón y amor. Pero la verdadera misericordia la podemos encontrar en la cruz del calvario donde Jesucristo llevo a cabo el plan divino, para liberarnos del pecado y darnos vida eterna.

    Todo creyente que ha nacido de nuevo en Cristo necesita del amor que es la misericordia de Dios, donde los actos de bondad nos unen como hermanos, y manifiestan las maravillas que el Señor hace con sus hijos.

    Debemos ser un ejemplo para la humanidad incrédula que se niega a creer en Dios y también para los nuevos creyentes, quienes están comenzando el camino en Cristo. De esta manera, la misericordia es una característica del único y verdadero Dios.

     Qué es la misericordia según la biblia

    La palabra nos habla de lo que significa la misericordia del Señor: “El amor constante del SEÑOR nunca cesa; Sus misericordias nunca llegan a su fin; Son nuevos cada mañana; grande es tu fidelidad” (Lamentaciones 3: 22-23).

    Esta cita resulta ser muy alentadora ya que nos habla acerca de que la misericordia de Dios es eterna y no tiene fin. Así que en todo momento se está manifestando a través de sus actos llenos de compasión, amor y bondad en nuestra vida, y aún en el mundo entero, donde sale el sol para buenos y malos.

    El propósito de Dios surge de su amor misericordioso por su pueblo. Aunque él sabía que no existía nada que pudiéramos hacer para obtener el camino al reino de los cielos, él trazó un camino mediante la crucifixión de Cristo. Derrotando de esta manera a la muerte, Jesucristo abrió el acceso al Señor para nosotros.

    En este sentido, mediante la oración, la palabra de Dios y el Espíritu Santo que permanecen en nosotros, cada día nos trae una nueva misericordia. Así que cada mañana de nuestra existencia, el Seños muestra su fidelidad, dándole a sus hijos, el regalo de su misericordia infinita. Esto lo podemos apreciar en el siguiente versículo:

    “Pero debido a su gran amor por nosotros, Dios, que es rico en misericordia, nos hizo vivir con Cristo, incluso cuando estábamos muertos en transgresiones, es por gracia que has sido salvo” (Efesios 2: 4-5).

    ¿Cuál es la misericordia del Señor?

    La misericordia del Señor se encuentra junto a lo que es el perdón verdadero. Así que lo que hacemos en nuestra vida cuando somos compasivos y perdonamos, estamos proclamando que somos hijos de Dios y que nuestra vida está santificada por él.

    Amor es misericordia
    Amor es misericordia

    Nuestro testimonio es el ejemplo de que Dios tiene el poder de transformar vidas, de reconstruir hogares, de liberar y de purificar un alma corrompida por la maldad.

    Por lo cual, una vez que hemos aceptado a Nuestro Señor Jesucristo en nuestro corazón, se deben manifestar los frutos de su Santo Espíritu, para confirmar que estamos sellados.

    Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera: “Ama a tus enemigos, hazles el bien y préstales sin esperar que te devuelvan nada. Entonces tu recompensa será grande, y serás un hijo del Altísimo, porque Dios es amable con los ingratos y malvados. Sé misericordioso, así como tu Padre es misericordioso” (Lucas 6:35-36).

    En esta cita Dios nos exhorta a ser igual a él, a dar sin esperar nada a cambio, sin esperar ser retribuidos por nuestros buenos actos. Simplemente cuando hacemos las cosas de corazón, estamos dando una porción de aquello que Dios nos ha dado, ya que nada nos pertenece, todo es de él.

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    Por esta razón la misericordia de Dios es aquella que nos trae muchos beneficios en nuestra vida personal y espiritual, ya que ciertamente al ser misericordiosos, nuestro hogar será bendecido porque la presencia de Dios siempre nos rodeará con su amor.

    Dentro de los beneficios que encontramos en la misericordia de nuestro Padre Celestial, están el amor, la paz y el gozo, y las personas que están centradas en Cristo pueden ver el mundo mediante su perspectiva, y por eso su amor fluye a través de sus vidas. Así que cuando somos misericordiosos con nuestro prójimo, su corazón y el nuestro se llenan de un gozo que sobrepasa todo entendimiento.

    Y cuando nos sometemos a sus caminos llenos de misericordia, estamos escogiendo reconocer la paz del Señor. Pero si no tenemos a Cristo en nuestro corazón, sería imposible. Tal como se señala en la palabra:

    “Pero tú, Señor, eres un Dios compasivo y bondadoso, lento para enojarte, que abunda en amor y fidelidad. Acude a mí y ten piedad de mí; muestra tu fuerza en nombre de tu siervo; Sálvame, porque yo te sirvo”. (Salmos 86:15-16)

    En este sentido la misericordia de nuestro Señor resulta ser la piedra angular que caracteriza a Dios, y en las Sagradas Escrituras, existen muchas evidencias de ella y podemos encontrar esta palabra repetidas veces. También Dios hace mención de términos como “misericordioso”, “misericordias”.

    4 Ejemplos de la misericordia de Dios en la Biblia

    En la biblia podemos ver la manifestación de la misericordia de Dios desde el comienzo, ya que fuimos creados gracias a su amor y bondad hacia nosotros. Al respecto podemos encontrar diferentes ejemplos que nos demuestran la fidelidad del Señor en todo momento:

    1.- Cuando los israelitas se encontraban en el desierto

    Moisés fue un personaje bíblico a quien Dios le encomendó la misión de liberar al pueblo de la esclavitud. Sin embargo una vez que fueron liberados, les tocó atravesar el desierto y muchos se quejaron y no comprendían el propósito del Señor, tal como se puede apreciar en la palabra:

    “¡Ojalá hubiéramos muerto por la mano del Señor en Egipto! Allí nos sentamos alrededor de ollas de carne y comimos toda la comida que queríamos, pero nos trajeron a este desierto para matar de hambre a toda esta asamblea” (Éxodo 16:3).

    Ante esta muestra de ingratitud, Dios decidió ser misericordioso con su pueblo, ya que él los ama a pesar de su rebelión. Así que respondió a sus quejas con alimentos para satisfacer sus necesidades:  “He oído las quejas de los israelitas. Dígales: 'Al atardecer, comerás carne y por la mañana te llenarás de pan. Entonces sabrás que yo soy el Señor, tu Dios” (Éxodo 16:12)

    En este sentido, la historia del Éxodo donde se hace presente la misericordia de Dios que es una de sus principales características, la podemos ver repetidas veces en la palabra. Así que estos personajes bíblicos siempre estuvieron rodeados de la misericordia de Dios a pesar de sus rebeliones y desacuerdos.

    2.- Los retos del Rey David

    David, fue un hombre conforme al corazón de Dios, y a pesar de ser de corta estatura pudo derrotar a Goliat con la ayuda del Señor. Además fue un rey escogido por Dios que  tuvo una vida algo turbia, ya que cometió adulterio con la esposa de otro hombre y luego fue cómplice de la muerte del esposo de ésta en la batalla.

    El pecado puede alcanzar incluso a los más fieles seguidores de Cristo, y sus consecuencias van estar presente en nuestra vida y formarán parte de nuestra realidad. Sin embargo, la misericordia de Dios es para siempre.

    Ante el pecado que David cometió, éste rogó y se arrepintió por sus pecados ante Dios y fue perdonado:  “El Señor ha quitado tu pecado. No vas a morir” (2 Samuel 12:13). A pesar de que las consecuencias de nuestras malas decisiones sean duras y difíciles de afrontar, nuestro Señor se muestra misericordioso y no nos abandona nunca.

    3.- Pablo

    Pablo fue un siervo a quien Dios le cambió la vida por completo, incluso también le cambió su nombre, ya que anteriormente se llamaba Saúl. Él había apoyado las cruzadas en contra de los cristianos y fue el responsable de muchas muertes. Pero en una oportunidad, Jesucristo se le apareció, tal como lo podemos ver en la palabra:

     "El dijo: ¿Quién eres, Señor? Y le dijo: Yo soy Jesús, a quien tú persigues; dura cosa te es dar coces contra el aguijón"  (Hechos 9:5).

    Este siervo de Dios fue tocado por Dios pero quedó ciego, y cuando le fue devuelta su vista, pudo ver a Jesús, así que su misericordia lo llevó al perdón y activó su fe y lo a seguir  adelante. De esta manera, Pablo siguió los caminos de Dios a pesar de todas las calamidades que tuvo que enfrentar, ya que tuvo que sufrir naufragios, palizas y estar encarcelado.

    Mientras le acontecía todo esto, Pablo se dedicó a escribir cartas para alentar a las iglesias que estaba formando en el camino, ya que él fue encomendado a ser apóstol y ser apartado para el evangelio de Cristo: “Pablo, siervo de Cristo Jesús, fue llamado a ser apóstol y apartado para el evangelio de Dios” (Romanos 1:1).

    En cada una de estas cartas, Pablo, escribió acerca de la magnífica misericordia de Dios, ya que él mismo lo había experimentado con su testimonio, donde el señor tuvo misericordia de él y lo rescató de las tinieblas en las que se encontraba.

    4.-  La mujer adúltera fue perdonada

    Todos en algún momento hemos escuchado la historia de la mujer adúltera llamada Magdalena, quien iba a ser cruelmente asesinada por su pecado. Pero Jesucristo la rescató, tal como lo señala la palabra: “Jesús se agachó y escribió en el polvo con su dedo ... ¡Pero que el que nunca ha pecado arroje la primera piedra!” (Juan 8: 6-8).

    No se sabe precisamente lo que Jesús estaba escribiendo en el polvo, sin embargo, lo que podemos notar en este acto es la muestra de su misericordia, ya que los hombre que iban a apedrearla se dispersaron y la mujer fue salvada.

    De esta forma la misericordia de Dios no hace acepción de persona, ya que él ama a todos sus hijos y puede ver los corazones. Por eso decidió salvar a esa mujer, quien estuvo con él hasta el final de sus días.

    ¿Qué significa la misericordia para los cristianos?

    Los cristiano debemos ser los primeros en poner en práctica la misericordia de Dios en nuestra vida, con nuestro prójimo en todo momento, porque esto es lo que nos identifica como hijos de Dios y pone de manifiesto nuestra nueva vida en Cristo Jesús.

    La misericordia nos permite experimentar el perdón, amor, paz, compasión y gozo, bien sea que lo merezcamos o no. Así que debemos ponerlo en práctica en nuestra vida y no solo vivir de las apariencias, porque Dios conoce nuestro corazón. Por esta razón debemos cumplir con lo que Dios nos manda en la palabra: “Bienaventurados los misericordiosos, porque recibirán misericordia” (Mateo 5:7).

    En este sentido cuando nos mostramos llenos de amor y misericordia, estamos revelando el carácter compasivo de nuestro Dios y estamos manifestando el deseo de ser semejante a él. Además esta cita es una de las promesas que el Señor nos hace cuando somos obedientes y cumplimos su voluntad, donde seremos recompensados grandemente en todos los aspectos de nuestra vida.

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