10 Consejos prácticos para vencer la ira
Los consejos prácticos para vencer la ira nos pueden ayudar en un momento determinado de nuestra vida, donde las cosas se están saliendo de control y donde hemos, sin duda alguna, perdido la dirección de Dios. No sabemos controlar nuestras emociones y el enemigo ha tomado lugar en nuestra vida, lo cual nos afecta tanto en el ámbito personal como espiritual.
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Todos en algún momento hemos experimentado la ira en nuestros cuerpos debido a diversas situaciones que se salen de control, conflictos personales que nos causan impotencia y frustración, inseguridades, recuerdos traumáticos, problemas en todos los ámbitos que nos descontrolan emocionalmente.
Esto nos pasa porque tenemos ciertas expectativas de las cosas y al ver que no pasan como nosotros habíamos determinado, nos genera ira. Todo esto en cierta forma es normal porque somos humanos. Pero si no buscamos la dirección de Dios, podemos perdernos en el camino, y esto puede traer consecuencias negativas tanto en nuestra vida personal como en la espiritual.
No debemos dejar que el enemigo tome lugar en nuestras emociones, debemos confiar plenamente en el Señor y aferrarnos a su palabra que nos da la sabiduría para enfrentar cualquier situación:
“Guarda silencio ante Jehová, y espera en él. No te alteres con motivo del que prospera en su camino, Por el hombre que hace maldades. Deja la ira, y desecha el enojo; No te excites en manera alguna a hacer lo malo. Porque los malignos serán destruidos, Pero los que esperan en Jehová, ellos heredarán la tierra” (Salmos 37: 7-9)
En este sentido, tenemos a Nuestro Dios que nos ayuda en cualquier situación y quien nos da la calma en medio de la tormenta. Por lo cual no debemos dejarle puertas abiertas al enemigo para que tome control de nuestras emociones, haciéndonos pecar contra Dios.
La ira es una reacción emocional, una emoción violenta que puede estar relacionada a cambios tanto biológicos como psicológicos. La intensidad de la ira puede ir desde un simple disgusto hasta sentir una rabia o furia incontrolable.
Dentro de los cambios que se generan en nuestro cuerpo cuando sentimos ira podemos hallar un incremento de la presión sanguínea, de la respiración, del ritmo cardíaco, puede aparecer el sudor, enrojecimiento, tensión muscular, daños en el sistema circulatorio, insomnio, problemas digestivos, menor capacidad para razonar y pensar de forma coherente, entre otros.
De esta manera que al dejar que la ira nos controle, puede ocasionar daños significativos a nuestra salud que si no se controlan, pueden acarrear enfermedades mayores como el cáncer. Así que antes de airarnos, debemos buscar la presencia de Dios y tratar de calmarnos por nuestro bien.
10 Consejos prácticos para vencer la ira
La forma natural de manifestar la ira contenida que solemos tener la mayoría de personas es haciendo uso de la violencia, bien sea rompiendo o golpeando cosas, gritando, y por lo general huimos y nos aislamos. Esto es más delicado de lo que parece, sobre todo si se trata de adolescentes. Así que es importante considerar los siguientes consejos prácticos para vencer la ira:
1.- Captar las situaciones que te provocan la ira
Resulta normal que sientas ira en alguna situación extrema, pero debes aprender a controlar esa situación. Para afrontarla y saber manejar la ira, debes conocer la raíz del problema, qué situaciones o personas te generan mayor irritación, y en caso de poder evitar esas situaciones cómo hacerlo de la mejor forma. Así que debemos aprender a trabajar con nuestras propias reacciones.
Sin embargo, no se trata de andar en la vida evitando todo lo que nos molesta. Se trata de poder ser tolerantes y enfrentarnos a situaciones que no son muy amenas pero que nos hacen ser más empáticos y menos irritables. Ciertamente hay que evitar situaciones de conflictos pero también se debe aprender a cómo enfrentarlas de la mejor manera posible.
En la biblia, Moisés tuvo que enfrentarse al Faraón, quien tenía el corazón endurecido, quien a pesar de ver el poder de Dios, se negaba a liberar a los esclavos. Pero Moisés no perdió la calma y confió plenamente en Dios, aunque el pueblo lo señalaba y juzgaba, no dudó en el propósito que el Señor tenía.
De igual forma, Dios nos exhorta a tener templanza, a enfrentarnos al adversario de forma pacífica pero firme, a controlar nuestras emociones y a dejarnos guiar por el Espíritu Santo, quien nos conduce por caminos de luz.
2.- Cuida tus palabras cuando tengas ira
Cuando nos enfrentamos a situaciones de ira, podemos decir muchas malas palabras que no sentimos cuando estamos calmados. Así que no vas a sentir lo mismo o a pensar de la misma manera cuando ya no estés airado. Así que debemos ser cuidadosos a la hora de decir palabras ofensivas e hirientes, de las que luego nos arrepentiremos.
Al respecto la biblia nos exhorta acerca de las palabras: “Hay hombres cuyas palabras son como golpes de espada; Mas la lengua de los sabios es medicina” (Proverbios 12:18)
3.- Cálmate y respira profundo
Todas las personas debemos ser conscientes de nuestras limitaciones. Nadie puede conocerte mejor que tú mismo, y ciertamente en la vida no podemos evitar todo, así que sin duda nos vamos a enfrentar a situaciones determinadas que nos incomodas, a personas que no son de nuestro agrado.
Pero de eso se trata, de aprender a ser tolerantes, ya que el llamado de Jesucristo es a amarnos unos a otros, y más aún amar a nuestros enemigos. Lo cual es una gran misión, sobre todo en estos tiempos finales. La palabra nos exhorta a lo siguiente: “Pero yo os digo: amad a vuestros enemigos y orad por los que os persiguen” (Mateo 5:44)
En este sentido, cuando pienses que ya no puedes más, que las cosas se están descontrolando, cálmate y respira profundamente. Aléjate por un instante del lugar que te está generando la ira, sal a caminar, relájate, trata de tener pensamientos positivos.
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Pídele la dirección a Dios mediante la oración, lee un salmo, alaba al Señor. Todo esto de seguro será un respiro para tu alma y te hará sentir mejor.
4.- Usa el método “reestructuración cognitiva”
En psicología, el método de la reestructuración cognitiva es muy común, éste se trata de cambiar nuestros pensamientos más inapropiados por otros que nos puedan ser de mayor provecho. Es decir, cambiar un pensamiento negativo por uno positivo. De esta manera, se busca eliminar el malestar causado debido a las diversas situaciones o momentos adversos.
En este punto, es de suma importancia que pongamos en práctica un entrenamiento con nuestros pensamientos para evitar pensar que los demás actúan para hacernos molestar o herirnos. Debemos de dejar de suponer cosas, y cambiar todo lo negativo por lo positivo, por pensamientos que actúen en nuestro favor.
5.- Aprende técnicas de relajación y respiración para un mejor manejo de la ira
Como creyentes debemos saber que nuestro respiro es Cristo, su palabra, su presencia, su Espíritu Santo en nuestra vida. Sin embargo, como seres humanos, podemos aprender técnicas que también nos pueden ayudar a mejorar en todos los ámbitos, a mejorar a controlar nuestras emociones y así evitar que la ira nos venza.
De esta manera que cuando realizamos una buena respiración nos ayudará a bajar la tensión y a tener unos pensamientos más claros de toda la situación que estamos pasando. Puedes cerrar los ojos y contar hasta 10 lentamente.
Respira profundamente, mientras trata de mantener la mente libre de pensamientos negativos. Las técnicas de respiración más usadas son la respiración abdominal y la relajación muscular progresiva de Jacobson, las cuales son una excelente opción cuando estamos a punto de estallar.
La oración también te puede ayudar grandemente, ya que al hablar directamente con Dios, podrás sentir su presencia, su paz que sobrepasa todo entendimiento, y sentirás calma en medio de la tormenta.
Por otro lado es importante que logres conciliar bien el sueño, y duermas de 7 a 8 horas diarias, ya que el descanso te ayudarán a relajarte y a controlar mejor tu carácter. Si no duermes bien, esto aumentará tu mal humor y te hará más irritable.
6.- Aplica las habilidades sociales
Cada circunstancia que vivimos diariamente necesita el dominio de nuestras habilidades o conductas que hacen que podamos interactuar mejor con los demás y que nuestra vida se desarrolle de la mejor manera posible.
Para ello es necesario que aprendamos a escuchar a los demás, y al mismo tiempo que tengamos la capacidad de mantener conversaciones de forma fluida, que podamos ser agradecidos cuando nos hacen un favor, poder ayudar cuando alguien nos necesita y aceptar las críticas de forma madura.
Así que para controlar mejor la ira es fundamental ser capaz de canalizar la información de nuestro entorno, saber escuchar a los demás e interpretar las distintas situaciones que se nos presenten, aceptar las opiniones contrarias y no frustrarnos por eso. De igual forma, se debe ser cuidadoso con la manera en la que nos expresamos con los demás para así evitar acusaciones imprudentes.
7.- Cómo controlar la ira con una persona que nos irrita
En algunos casos las cosas que nos irritan tienen que ver con personas tóxicas que nos causan la ira. En estos casos, lo más aconsejable es que cuando notes que comienzas a irritarte, te alejes de esa persona para evitar cualquier situación de conflicto que pueda descontrolarte.
No se trata tampoco de reprimir tus emociones, se trata de poder controlarlas y de detectar la raíz de tu irritación, para así evitarla al máximo. Puedes expresar tu enfado de forma calmada.
Ante este tipo de personas tóxicas, se debe ser muy maduro, y escuchar siempre la otra versión y poder llegar a acuerdos que conduzcan a una sana relación. Pero lo más recomendable es andar con personas de tu mismo sentir, que tengan tus mismas creencias porque los incrédulos no pueden entender tu estilo de vida a cabalidad.
8.- Realiza ejercicio físico
Cuando realizamos algún tipo de actividad física liberamos endorfinas que nos ayudan a calmarnos y nos brindan la oportunidad de liberar la ira. Además resulta ser muy bueno para nuestra salud en general, nos ayuda con el estrés, con dolores musculares, nos ayuda a mantener un peso saludable, entre muchos beneficios.
9.- Escribe y libera tu ira
Escribir puede ser una manera de drenar tu ira, ya que cuando nos desahogamos podemos dejar salir todo aquello que nos causa malestar y nos hace sentir airados. A través de la escritura además podemos organizar nuestros pensamientos y reflexionar en torno a la situación que nos descontrola.
Hay personas que tienen diarios, donde expresan sus emociones y sus pensamientos. Hay otras que escriben cartas a sus amistades expresándoles cómo se sienten, otras escriben en un papel y luego lo rompen a manera de terapia. Es decir, cada persona puede expresarse de la forma que desee, también pueden escribir canciones donde comuniquen su frustración, sus inquietudes, sus sentimientos.
Por otro lado, puede escribir frases que le den ánimos, anotar versículos de la biblia, buscar en internet palabras reflexivas, lecturas inspiradoras. Todo lo que te pueda ayudar a calmar tu ira, te será de provecho. Así que escribe cuando te sientas enojado por alguna razón y desahógate.
10.- Reír es una terapia
Una de las maneras para vencer la ira, calmarnos y relajarnos es mediante la risa. Ciertamente que cuando estamos enojados, no nos provoca reírnos y estamos de mal humor. Sin embargo, ver una película cómica, nos puede ayudar a relajarnos y a usar la risa como una terapia. Al respecto la palabra nos dice lo siguiente: “El corazón alegre hermosea el rostro; Mas por el dolor del corazón el espíritu se abate” (Proverbios 15:13)
Aunque resulte difícil, si mostramos una actitud positiva, los problemas se ven desde otra perspectiva y una dosis de alegría y de risa en nuestra vida puede ayudarnos a sobrellevar mejor las adversidades.
Como creyentes debemos poner de nuestra parte y saber que todas las cosas nos ayudan para bien y que todo tiene un propósito que quizás hoy no entendamos, pero en el tiempo de Dios, vamos a ir comprendiendo. Así que no te dejes vencer por la ira y dale alegría a tu corazón porque el gozo del Señor es nuestra fuerza.
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