Decisiones que aseguran bendiciones de Dios en tu vida

Las decisiones que aseguran bendiciones son aquellas que están dirigidas por Dios porque él es quien determina lo que es correcto para el propósito que tiene para cada uno de sus hijos. Muchas veces nos apresuramos a actuar por impulsos, tomando decisiones que más adelante nos puede traer grandes consecuencias. Por eso es que debemos mantenernos en comunión con nuestro Padre Celestial y permitirle su dirección porque solo él sabe lo que es mejor para nuestra vida.

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Esto pasa porque hemos echado a un lado la participación del Espíritu Santo en cada uno de los pasos que vamos a caminar. Otras veces no reconocemos o no escuchamos lo que Dios nos dice porque nuestra voluntad está por encima a lo que el Señor tiene para nuestra vida porque nos dejamos llevar por nuestros propios deseas carnales y no consideramos lo que dice la palabra: “Todo me es licito pero no todo me conviene ; todo me es lícito, pero no todo edifica” (Corintios 10:23)

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    Decisiones que aseguran bendiciones de lo Alto

    Cuando nos dejamos guiar por nuestras emociones, impulsos le estamos dando cabida al error porque tenemos que reconocer que somos humanos naturales con una mente finita que no puede ver más allá de lo que está delante de nuestros ojos.

    Pero Dios que es Todopoderoso si sabe lo que nos conviene conforme a su perfecta voluntad. Esto lo podemos apreciar en su palabra: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano. Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar” (Isaías 55:6-7)

    De esta forma, Jehová es a quien debemos seguir para que nos dirija y así evitar cometer muchos errores, los cuales pueden traernos consecuencias en nuestra vida.

    En la actualidad resulta muy difícil comprender los misterios de Dios porque sus métodos a veces no vamos a poder entenderlos en su totalidad. Sin embargo, si queremos obtener bendiciones de Dios y ser exitosos en todo lo que hagamos, debemos ser obedientes a Dios. Al respecto la palabra nos dice lo siguiente:

    “Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos” (Isaías 55:8-9)

    De esta manera, que debemos poner todo en manos de Dios para que nuestros caminos sean guiados por él, comprendiendo que las bendiciones celestiales proviene de Dios únicamente. Esto lo señala la palabra en el siguiente pasaje:

    “Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié” (Isaías 55:10-11)

    Esta hermosa palabra es una promesa que debemos tenerla presente en nuestra vida y comprender que cuando buscamos su rostro, escudriñamos la palabra, lo buscamos en espíritu y en verdad, obtendremos incluso más de lo que deseamos porque él tiene cuidado de sus hijos: “La bendición de Jehová es la que enriquece, Y no añade tristeza con ella” (Proverbios 10:22)

    Qué podemos hacer para tomar buenas decisiones en nuestra vida

    Tal como se mencionó anteriormente para poder tomar las mejores decisiones en nuestra vida, debemos reconocer que no podemos hacerlo solos, que necesitamos de la presencia de Dios para poder encaminarnos de forma correcta conforme al plan que él tiene para nosotros.

    En la medida en que reconocemos nuestras debilidades, en esa medida hallaremos misericordia, porque cuando me hago pequeña, él me engrande, me enaltece según su voluntad.

    Decisiones que aseguran bendiciones
    Decisiones que aseguran bendiciones

    De esta forma que para tomar las mejores decisiones para poder ser bendecidos por Dios en gran manera debemos hacer lo siguiente:

    1.- Buscar a Dios por sobre todas las cosas

    La única manera en la que podemos saber qué decisiones tomar en un momento determinado es buscando constantemente su presencia en nuestra vida, porque todo lo demás nos vendrá por añadidura:  “Mas buscad primeramente el Reino de Dios y su justicia, y todas estas cosas os serán añadidas” (Mateo 6:33)

    Debemos comprender que aunque no somos de este mundo, habitamos en él, y tendremos que convivir con muchas personas que quizás no son creyentes, o personas que aunque son cristianas, se dejan usar por el enemigo.

    Por eso es importante estar siempre velando, orando y buscando de Dios porque muchas veces las bendiciones se detienen porque no escuchamos la voz de Dios, porque sencillamente nos dejamos llevar por lo que consideramos que es correcto para nuestra vida.

    Detrás de nuestro propósito está el enemigo intentando deshacerlo, intentar desviarte del propósito que Dios tiene para ti porque Satanás no descansa y anda buscando el momento de tu debilidad para tirar dardos.

    Esto influye de forma significativa en la toma de decisiones porque cada vez que tengas que tomarlas, el enemigo intentará que tomes decisiones que te alejen de Dios y de su perfecta voluntad. Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera: “Sed templados, y velad; porque vuestro adversario el diablo, cual león rugiente, anda alrededor buscando a quien devorar” (1 Pedro 5:8)

    Dios nos demanda a velar, orar y buscarlo en todo momento para que el enemigo no nos tome por sorpresa, porque sabemos que en la medida en que tomemos buenas decisiones para alcanzar bendiciones, en esa misma medida seremos atacados.

    2.- Llama a Dios

    Una de las maneras de llamar al Señor es mediante la oración, en la cual dejamos al descubierto nuestra necesidad de estar en su presencia y buscar dirección de él porque reconocemos que no somos nada sin él: “Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano” (Isaías 55: 6)

    Cuando pecamos, Dios se aleja de nosotros y por eso tenemos que arrepentirnos y llamarlo, clamar a él con toda nuestra alma y que él pueda respondernos y tocar nuestra vida en todas las áreas en que necesitamos ser liberados de toda atadura. De esta forma llamar a Dios es una buena decisión, y ciertamente obtendremos bendiciones y regocijo.

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    3.- Deje aquello que lo separa de Dios

    Para ser bendecidos debemos dejar cosas que quizás nos está impidiendo avanzar en los caminos de Cristo. Esto forma parte de las decisiones que tenemos que tomar para nuestro crecimiento personal y espiritual.De esta forma debemos dejar atrás nuestras malas costumbres, los malos deseos carnales, nuestras vanidades, egoísmos, maldad, entre otras cosas. Este es un excelente paso que debemos dar con firmeza, sabiendo que cuando somos obedientes, estamos agradando a nuestro Señor y por ende recibiremos bendiciones de lo Alto.

    “Si hicieras lo bueno, podrías andar con la frente en alto. Pero, si haces lo malo, el pecado te acecha, como una fiera lista para atraparte. No obstante, tú puedes dominarlo” (Génesis 4:7)

    De esta manera, con Cristo tenemos el poder para vencer el mal con el bien, dejando el pecado de nuestra vida y teniendo dominio propio para desechar aquello que me ata y que me encadena a las cosas del mundo y e alejan de Dios.

    Una de las cosas que tenemos como hijos de Dios es que podemos entregarle nuestros pensamientos a él para que podamos combatir esos ataques que constantemente nos asechan y que perturban nuestra mente. Al respecto la palabra nos señala lo siguiente:

    “destruyendo consejos, y toda altura que se levanta contra la ciencia de Dios, y llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia del Cristo”  (2 Corintios 10:5)

    4.- Vuelve  al Señor

    Volver a Dios, es desviarse del camino que habíamos tomado sin la dirección divina, es decir que cuando aceptamos y recibimos a Cristo en nuestro corazón, él comienza a ordenar nuestra vida, y para hacerlo es necesario deshacer muchas veces nuestros planes y volvernos a Dios y dejarnos guiar por él.

    En este sentido, tenemos que hacer un cambio total en nuestra vida para poder obtener las bendiciones que Dios tiene para nosotros porque ciertamente el cambio es una decisión importante y que puede transformarnos de forma sobrenatural. Al respecto la palabra nos demanda lo siguiente:

    “sabiendo esto, que nuestro viejo hombre fue crucificado con Él, para que nuestro cuerpo de pecado fuera destruido, a fin de que ya no seamos esclavos del pecado” (Romanos 6:6)

    Cómo se manifiestan las bendiciones en la biblia

    En la biblia podemos encontrar muchos ejemplos acerca de lo que significan las decisiones en la vida de los personajes bíblicos.

    Podemos encontrar malas decisiones tomadas como en el caso de Esaú que decidió desechar su primogenitura por un plato de alimento, lo cual trajo muchas consecuencias en su vida:

    “de que no haya ninguna persona inmoral ni profana como Esaú, que vendió su primogenitura por una comida. Porque sabéis que aun después, cuando quiso heredar la bendición, fue rechazado, pues no halló ocasión para el arrepentimiento, aunque la buscó con lágrimas” (Hebreos 12: 16)

    Por otro lado encontramos las malas decisiones de David al codiciar la mujer de otro hombre, lo cual lo conllevó a caer en adulterio y homicidio, y no lo alejó de las consecuencias que tuvo que padecer por sus malas decisiones:

    “¿Por qué, pues, tuviste en poco la palabra de Jehová, haciendo lo malo delante de sus ojos? A Urías heteo heriste a espada, y tomaste por mujer a su mujer, y a él lo mataste con la espada de los hijos de Amón. Por lo cual ahora no se apartará jamás de tu casa la espada, por cuanto me menospreciaste, y tomaste la mujer de Urías heteo para que fuese tu mujer” (2 Samuel 12: 9-10)

    Sin embargo encontramos personajes de la historia en las que Dios se ha Glorificado de forma sobrenatural, motivado por las buenas decisiones que tomaron bajo su dirección, tal como Ana, quien decide creer y confiar en Dios.

    En el libro de 1 Samuel encontramos la historia de una mujer llamada Ana que era estéril, quien era esposa de Elcana. Éste tenía dos mujeres Penina y Ana, pero solo la primera le había podido dar hijos por lo cual era altiva cuando veía a Ana.

    Sin embargo Ana tomó la decisión de buscar a Dios con todo su corazón, creyendo en su poder y oró con fervor para poder recibir su milagro:

    “ella con amargura de alma oró a Jehová, y lloró abundantemente. E hizo voto, diciendo: Jehová de los ejércitos, si te dignares mirar a la aflicción de tu sierva, y te acordares de mí, y no te olvidares de tu sierva, sino que dieres a tu sierva un hijo varón, yo lo dedicaré a Jehová todos los días de su vida, y no pasará navaja sobre su cabeza” (1 Samuel 10-11)

    En este sentido, esta sierva de Dios tomó la decisión de orar y clamar por su milagro, y Dios la escuchó porque ella lo llamó con un corazón sincero, y le dio un hijo a quien llamó Samuel. Esto solo lo hace nuestro Dios, hacer que un vientre estéril de vida:

    En este contexto podemos encontrar la desesperación de una mujer que es estéril frente a Penina que si podía concebir, y para ese tiempo el hecho de tener hijos era algo muy relevante para la sociedad, ya que la mujer era valoraba por su labor de madre.

    Podemos imaginar la tristeza de Ana al ver que otra obtenía algo que ella anhelaba, Pero ella en vez de mostrar envidia, reveló su necesidad ante Dios y clamó por su milagro con gran fervor. Tomó la decisión de orar en vez de quejarse o de renegar de su vida.

    Así que esta es una gran lección y ejemplo para la vida de todo creyente, ya que ciertamente en la vida tendremos muchas aflicciones, necesidades, tribulaciones. Pero si decidimos buscar de Dios, llamarlo y orarle en la intimidad, obtendremos respuesta a su tiempo.

    De igual forma, encontramos otros personajes que decidieron confiar en Dios y a pesar de las adversidades siguieron el propósito que el Señor tenía en su vida, tal como José quien vivió la traición de sus hermanos, pero aún así decidió perdonarlos y darles una gran lección.

    En este mismo orden de ideas, encontramos a un Abraham que decidió obedecer a Dios y entregar a su único hijo Isaac; a un Moisés que a pesar de sus limitaciones decidió dejar su vida de príncipe para liberar al pueblo de Israel. Además, tenemos una mujer llamada Rut que decidió seguir a su suegra Nohemí y no abandonarla, decidió ser fiel y leal y por eso Dios la bendijo y la hizo una mujer virtuosa.

    De esta manera, existen muchos ejemplos de la biblia sobre hombres y mujeres que decidieron creerle a Dios y fueron bendecidos en gran manera. Esto nos debe servir de ejemplo y alentarnos en el momento que tengamos que tomar una decisión importante porque lo primero que debemos hacer es dejarle todo a Dios para que él obre conforme a su voluntad.

    Puedes leer: Recibiendo las bendiciones de Dios - 5 Aspectos Importantes

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