La sangre de Jesús y su significado
La sangre de Jesús es el primer poderoso elemento que Dios revela al hombre y representa el hilo de florecimiento que le da sentido a toda la Escritura, y no podemos alcanzar la victoria, plenitud, paz, si no logramos entender el significado que tiene este símbolo.
Desde que el hombre pecó contra Dios en el huerto del Edén, ha estado separado del Señor, ya que su desobediencia terminó con el plan de Dios, y lo distanció de su creación más amada, y esto nos separa de nuestra comunión con él. Por lo cual Dios debía ofrecer algo que tuviera gran valor y que pudiera equilibrar todo lo que el pecado había hecho.
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De esta forma, el Señor debía dar algo con el poder de quebrantar su ira y hacer justicia, la cual era el pago por nuestra iniquidad en este mundo. Esto era alusivo al amor del Todopoderoso segregando mediante la fuente de liberación que es el verdadero el significado de la sangre de Jesús.
La sangre de Jesús y su significado
La sangre de Jesús es algo que le pertenece solo a Dios, que fue diseñada dentro de las características de la sangre, posee su sello, y debe ser respetada, ya que una vida es ofrecida para poder salvar otra vida. Este es el principio mediante el cual Cristo nos redimió.
En este sentido, la sangre simboliza el elemento en el cual se encuentra la vida y su origen. Esto se puede apreciar en el siguiente pasaje bíblico:
“Porque la vida de la carne en la sangre está, y yo os la he dado para hacer expiación sobre el altar por vuestras almas; y la misma sangre hará expiación por la persona”. (Levítico 17:11)”
Contenido de la sangre de Jesús
Para comprender el significado de la sangre de Jesús, se debe conocer el contenido de la misma
- En la sangre está la vida de Dios: Se manifiesta con la palabra “Zoe”, que es la energía vital propia de toda criatura de la tierra. Pero este término no es la naturaleza misma del Señor.
- Se halla la luz de Dios: La vida del Señor es luz líquida que está en las venas de Jesús, a cuál es visible en el mundo espiritual, y muy temida por las tinieblas: “Todas las cosas por Él fueron hechas y sin él nada de lo que ha sido hecho, fue hecho. En Él estaba la vida y la vida era la luz de los hombres, y las tinieblas no prevalecieron contra ella”. (Juan 1:3-5)”
- Está el amor de Dios: El amor estaba contenido en la sangre de Jesús, quien nació llevando la marca de este inmenso amor, ya que Dios es amor.
En este sentido, el amor representa la naturaleza que tiene el Señor para darse totalmente. Por lo cual cuando estamos impregnados del amor de Dios tenemos las puertas a todo lo que él representa, y a todo lo que él posee. Él creó al hombre por su infinito amor, ya que él necesitaba ser conforme a él Mismo para verter todo lo referente a su propia esencia de amor.
De esta forma fuimos creados con el fin de ser amados por él a tal punto de entregar a su Hijo Unigénito en sacrificio por nosotros, para liberarnos de la esclavitud del pecado a través de la sangre de Jesús, tal como lo dice su palabra: “Porque de tal manera amó Dios al mundo, que ha dado a su Hijo unigénito, para que todo aquel que en él cree, no se pierda, mas tenga vida eterna” (Juan 3:16)
El amor no se refiere a un simple sentimiento, ni es algo que el hombre pueda crear, ya que su origen es divino. El amor es Jesús hecho carne, y su sangre representa el pacto entre Dios y los hombres, donde el único mediador es Cristo.
7 Características principales de la sangre de Jesús
Los rasgos que presenta la sangre de Jesús nos ayuda a comprender el sacrificio de la cruz y la victoria de su resurrección. Por lo cual es importante conocer las características principales de este elemento divino:
1.- La Sangre presente en el sudor de su frente
Ésta representa la victoria que obtuvo Jesús sobre el sufrimiento, y el poder que tiene seguir la voluntad de Dios y no la nuestra. Estas gotas de sangre nos conducen a niveles de conciliación que no tienen precedentes, y cautivan a los ángeles de Dios para que podamos dejar morir lo carnal en nosotros y purificarnos mediante esa sangre sagrada. Su palabra revela que Jesucristo al sudar sangre sentía el peso de nuestros pecados y sabía que sufriría:
“Padre si quieres, pasa de mí esta copa mas no se haga mi voluntad sino la tuya” “Y estando en agonía, oraba más intensamente; y era su sudor como grandes gotas de sangre que caían hasta la tierra”. (Lucas 22:42-44)”
2.- La Sangre de Jesús al recibir los golpes
Esta sangre revela el triunfo sobre la vanidad y el orgullo, y nos libera del rechazo, nos da poder para sobrellevar la humillación de otros y sus burlas. Nos enseña el poder de Jesús para combatir con el enemigo mostrando su amor por cada uno de nosotros, tolerando toda injusticia en el nombre de Dios:
”Entonces le escupieron el rostro, y le dieron puñetazos, y otros le abofeteaban diciendo: Profetízanos Cristo, quien es el que te golpeó” . (Mateo 26:67-68)
Este acto de crueldad donde Jesucristo es golpeado hasta tal punto de quedar desfigurado, refleja el lado divino cuando la belleza se destruye para que brille la hermosura de nuestro ser, y cuando el espíritu y el alma se impregnan de esta belleza, ya no tiene importancia lo que digan los demás de nosotros. Pero Dios nos ha mandado a que amemos a aquellos que nos han destrozado con sus humillaciones. Tal como lo revela su palabra:
“Como se asombraron de ti muchos, de tal manera fue desfigurado de los hombres su parecer, y su hermosura más que la de los hijos de los hombres” (Isaías 52:14)”
3.- La sangre de su barba al ser arrancada
Esto nos habla acerca del sacerdocio y su importancia, ya que mediante esta sangre debemos retomar el sacerdocio perdido que nos permite ministrar delante de la presencia de Jesucristo. Y es de la barba de Jesús que la unción proviene sobre todo el cuerpo, tal como pasó con el sumo sacerdote Aarón: “Es como el buen óleo sobre la cabeza, el cual desciende sobre la barba, la barba de Aarón, y baja hasta el borde de sus vestiduras” (Salmos 133:2)
4.- La Sangre de su espalda al ser desgarrada
De esta sangre obtenemos la victoria sobre toda enfermedad física. De la misma forma que Jesús cargó nuestros pecados, él sufrió para cargar en su cuerpo todas nuestras enfermedades y sufrimiento. Pero Jesús nunca se enfermó cuando estuvo en la tierra. Él no tenía pecado, y esto le proporcionaba una protección para que el enemigo no pudiera tocar su cuerpo.
De esta manera, Satanás sólo tiene potestad contra la naturaleza caída debido al pecado. El príncipe del mal quería exterminar a Jesús con toda clase de enfermedad, pero no tenía la potestad de hacerlo. Así que cuando Jesús se cubre de pecado mediante la cruz, atrae sobre sí toda enfermedad, y la conduce a la muerte mediante su propia muerte.
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Esto es un hecho de gran relevancia, ya que Jesús nos entregó la posibilidad de obtener una vida sin enfermedades y sin pecado. Nos da la oportunidad de liberarnos de toda esclavitud y nos ofrece la vida eterna. Así que un cuerpo que es lavado con la sangre de Jesús de forma continua es menos probable que se enferme.
En este sentido, a través del sacrificio de Jesús, Dios nos hace un llamado a obtener todo lo que Jesús alcanzó por nosotros mediante su perfecto sacrificio, tal como lo visualizamos en Isaías 53:4-5: ”Ciertamente Él llevó nuestras enfermedades, y sufrió nuestros dolores; y nosotros le tuvimos por azotado, por herido de Dios y abatido. Mas Él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados”.
5.- La sangre proveniente de la corona de espinas
Esta sangre derramada en la corona de espinas, simboliza la coronación de Jesucristo como nuestro Rey de reyes y Señor de señores. Con esto obtuvo la victoria contra el enemigo que es el diablo. Obtuvo la victoria y logró conquistar el gobierno de la tierra. Por lo cual esto nos da la posición de reyes y la autoridad para gobernar con Cristo Jesús. Esto lo podemos apreciar en su sagrada palabra:
“Y pusieron sobre su cabeza una corona tejida de espinas, y una caña en su mano derecha; e hincando la rodilla delante de él le escarnecían, diciendo: Salve Rey de los Judíos y escupiéndole, tomaba la caña y le golpeaban la cabeza”. (Mateo 27:29-30)
Esta sangre también logró tener dominio contra las fortalezas tanto en el mundo espiritual como las de la mente del hombre. Así que a través de ésta, podemos obtener la mente de Cristo. Nos adaptamos a la conciencia de Jesucristo, quien conocía perfectamente todo lo que estaba escrito sobre él. Adiestró su mente para que pudiera estar sujeta a su Espíritu y poder visualizarse como el Hijo de Dios, el Cristo Redentor.
De igual forma, mediante la afinidad con su sangre, permitimos que ésta invada nuestra mente, hasta que logremos convertirnos en todo lo que está escrito en su palabra, tal como lo refleja 2Corintios 10:5 ”Llevando cautivo todo pensamiento a la obediencia de Cristo por medio de las armas que son del Espíritu”.
6.- La Sangre de los clavos al ser crucificado en la cruz del calvario
La sangre obtenido de los clavos cuando estaba siendo clavado en la cruz, representa el triunfo ante la iniquidad y el pecado. Esta sangre nos muestra los caminos de obediencia y rectitud y nos permite caminar en sus senderos de paz.
Restaura nuestro destino y nos permite reconocer la gloria de Dios en cada aspecto de nuestra vida, recordando el por qué de su sufrimiento y del derramamiento de su sangre preciosa.
Su palabra nos muestra el plan divino de Dios, nos revela el mensaje real de la cruz y el significado de esa sangre, tal como se aprecia en Isaías 53:11 ”Por su conocimiento justificará mi siervo justo a muchos, y llevará las iniquidades de ellos”.
También representa la sangre que sana la tierra contaminada por nuestros pecados e iniquidades.
7.- La Sangre de su costado cuando fue atravesado por la Lanza
Esta preciosa sangre que fluyó de su costado, nos permite la entrada al lugar Santísimo, nos permite entrar a los cielos, y con ella podemos conocer el interior del corazón de Dios, tal como lo podemos visualizar en Juan 19:34 ”Pero uno de los soldados le abrió el costado con una lanza y al instante salió sangre y agua”.
De esta manera que una vez que el Señor nos proporciona el libertad de mostrarnos su corazón, podremos comprender su compasión que formará parte de nuestro ser. Cuando es desgarrado su costado nos sensibiliza ante el dolor que él sintió y seremos llenos de su infinita misericordia, la cual solo viene de Dios el Gran Yo Soy.
En este sentido, debemos comprender que en los lugares celestiales existen diferentes modos de observar a Dios, y a través de la manifestación del rostro de Jesús, es como nos revela los cielos y las riquezas de su reino celestial.
De esta manera que la comunión con la sangre de Jesús nos conduce a conocerlo en su interior, y nos va a ir moldeando para que podamos entrar en su corazón. Lo cual resulta ser un gran privilegio, ya que Dios le abrirá únicamente esa parte de su ser a los que sean considerados su esposa, ella es la que lo desea a él sobre todas las cosas, sin esperar nada a cambio, solo le basta su presencia en su vida para alcanzar la plenitud de su vida, esa es la verdadera esposa de Dios, la incondicional.
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observo que su tema carese de un enfoque total de la biblia me `le pregunto pablo cuantas beses algumenta la sangre de jesus en sus cartas el unico es pedro refierndose al ejemplo de la ley y el sustituyo al cordero