Pablo Y Silas. Experiencias Y Enseñanzas

Pablo y Silas fueron mensajeros de Dios que anduvieron por varias ciudades participando el mensaje del Creador a sus habitantes. Estos hombres fueron la prueba de que Dios protege a sus siervos y que siempre hay un propósito en todas las cosas que nos pasan en la vida. Aquí te mostramos algunas de las experiencias de estos dos personajes bíblicos.

Pablo y Silas
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    Pablo y Silas fueron encarcelados en Filipos

    Un día de reposo, Pablo y Silas salieron hacia el río, donde frecuentemente se hacía la oración, y sentándose comenzaron a hablar sobre las mujeres que frecuentaban ese lugar. Entonces una dama que llevaba por nombre Lidia, la cual vendía púrpura, tuvo un corazón dispuesto y estuvo atenta a lo que decían.

    Cuando iban a hacer la oración, llegó a ellos una chica que estaba tomada por un espíritu de predicción (adivinación). La misma dijo que estos dos eran mensajeros del Dios verdadero y que el mensaje que anunciaban era para salvación.

    Sin embargo, a Pablo le desagradó esto en gran manera, y ordenó al espíritu de adivinación que saliera del cuerpo de la mujer. El espíritu hizo lo que se le ordenaba. Pero esto no le agradó ni un poco a sus amos, los cuales obtenían una gran ganancia de lo que ella hacía.

    Debido a esto, los tomaron y los pusieron a orden de los encargados de hacer cumplir las leyes, diciendo que estaban causando mucho alboroto en la ciudad, y enseñando costumbres que no eran las habituales. Todo el pueblo se fue en contra de ellos, les rasgaron las ropas que cargaban y dictaminaron que se les azotara con varas.

    Después que los habían azotado muchas veces, los apresaron, mandando a que se les tuviera con máxima seguridad. Los carceleros, haciendo caso a esta ordenanza, los pusieron en el calabozo que estaba más hacia adentro, y les colocaron los pies en el cepo.

    ¿Qué sucedió mientras estaban presos?

    En la medianoche, cuando Pablo entonaba himnos a Dios en compañía de Silas, ocurrió un terremoto de gran magnitud que zarandeó el lugar. Fueron soltadas las cadenas de todos los que allí estaban, y las puertas se abrieron.

    El carcelero despertó, y viendo lo que había pasado se dispuso a suicidarse, pensando que los presos ya no estaban. Sin embargo, Pablo dijo en una voz enérgica “no lo hagas” “todos estamos en este lugar”. Entonces temblando abismado, se postró ante la presencia de los dos, y les preguntó que cómo hacía para obtener la salvación.

    Estos le dijeron que si creía en Jesús, él y toda su familia se salvarían. Este creyó, y también todos los suyos. En esa misma noche les limpió las heridas que tenían, y aceptó el bautizo. Cuando la luz del día llegó, los magistrados ordenaron que soltaran a estos dos presos.

    Experiencia en Tesalónica

    Luego de que los mensajeros viajaran transitando por las ciudades de Anfípolis y Apolonia, consiguieron llegar a Tesalónica, donde encontraron una iglesia judía. Pablo visitó la sinagoga para conocer a los judíos, como tenía por costumbre. Discutió con ellos acerca de temas de las escrituras durante tres (3) sábados.

    Les expuso que era preciso que el Mesías muriera y luego resucitara, y que el Jesús del que les estaba hablando era esta persona (el Mesías). Algunas de las personas que estaban allí (judíos) se convencieron de lo que hablaba y se unieron a ellos, junto con una cantidad de griegos, y muchas damas de importancia.

    Sin embargo, la gente que no creyó tuvo envidia de ellos. Esto ocasionó que contrataron a un grupo de delincuentes para que formaran alborotos en la ciudad. Los malhechores acometieron en la vivienda de Jasón buscando a estos dos hombres para que se presentaran ante la corte.

    Como no los consiguieron, tomaron a Jasón, junto con otros practicantes y los llevaron ante las personas encargadas de hacer cumplir las leyes. Las personas gritaban: “¡Estos hombres causaron problemas en otros lugares, y ahora vinieron a causarlos en este lugar!” “Se quedan en casa de Jasón e incumplen las normas implementadas por el emperador, indicando que un tal rey de nombre Jesús”.

    Debido al alboroto, los habitantes de la ciudad (incluidas las autoridades) se molestaron en gran manera e hicieron que estos tuvieran que pagar una multa para poder soltarlos.

    ¿Qué podemos aprender de la experiencia de estos dos siervos de Dios?

    Hay una gran cantidad de cosas que podemos aprender de la experiencia de estos dos hombres de fe. Entre las más importantes están las siguientes:

    • La fe en Dios puede lograr cualquier cosa.
    • Dios protege a todos sus siervos.
    • Cuando creemos en Dios, todo lo que nos sucede (sea bueno o malo) nos ayuda para bien.
    • El propósito divino se cumple pese a cualquier cosa, porque nuestro Señor es el Dios omnipotente que todo lo puede.
    • La hechicería no es de Dios, ni siquiera que parezca que se está anunciando un mensaje celestial a través de esta.
    • La envidia puede causar numerosos problemas, y puede lograr que las personas pasen por cosas desagradables que no se merecen.
    • Debemos predicar el mensaje de Dios, pese a todas las cosas que nos digan o nos hagan los no creyentes. Dios mismo va a ir haciendo la obra a través del mensaje escuchado.
    • La salvación viene de parte de Dios, y no debemos temer a nada porque Él nos librará de todo, o todos los que quieran arremeter contra nosotros.
    • Hay que saber esperar en Dios (estos hombres no buscaron tomar venganza si no que esperaron la que venía de parte de su mayor defensor (Dios))

    Pablo y Silas, indudablemente fueron hombres de fe. Estos, llevaron el mensaje no solamente a través de las palabras, sino también por medio de su testimonio. A pesar de todo lo que pasaron, nunca arremetieron en contra de ninguna de las personas que los agredieron. Por el contrario, les hablaron sobre la manera de obtener la salvación y esperaron el socorro de Dios.

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