Debemos dar con alegría - 7 Razones para agradar a Dios

Debemos dar con alegría porque es un principio bíblico que debemos tener presente en nuestra vida. Cuando damos de corazón estamos poniendo de manifiesto el amor y bondad de Dios en nosotros. Además es una manera de agradecerle al Señor por todas sus bendiciones, ya que gracias a éstas podemos compartir con nuestros hermanos. Siempre es mejor dar que recibir, tal como lo dice la palabra:

“En todo os mostré que así, trabajando, debéis ayudar a los débiles, y recordar las palabras del Señor Jesús, que dijo: «Más bienaventurado es dar que recibir»” (Hechos 20:35)

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    Debemos dar con alegría

     En la medida en que damos con alegría del corazón, cosecharemos buenos frutos, recibiremos bendiciones de lo alto y seremos recompensados. Esta es una promesa que nos da el Señor.

    Al respecto el apóstol Pablo nos dio otro principio de la vida que se encuentra en el versículo 6: "Pero esto digo: El que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará."

    De esta forma, la palabra "Escasamente " significa lo que debe ser dado. Por el contrario el término "generosamente" se refiere al un don libre de dar de forma espontánea y resulta ser de gran bendición para la persona que lo recibe.

    En la vida existe una ley que afirma el hecho de que si una persona siembra escasamente, cosechará lo suficiente. Pero si por el contrario, siembra generosamente, pues generosamente, segará.

    Esto se refiere tanto en el ámbito de la agricultura como en el de la negociación con las relaciones Este principio es totalmente cierto, y se concreta en el aspecto espiritual y material.

    Así que en el ámbito material, si trabajamos y nos esforzamos, obtendremos buenos ingresos, tendremos contraladas nuestras finanzas.

    Por su parte, en el ámbito espiritual si mantenemos nuestra comunión con Dios y nos mantenemos firmes en la oración, pues nuestro crecimiento espiritual será mayor. Se aplica en ambos aspectos, en nuestra vida espiritual y material.

    Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera:  “Pero esto digo: el que siembra escasamente, también segará escasamente; y el que siembra generosamente, generosamente también segará. Cada uno de cómo propuso en su corazón: no con tristeza, ni por necesidad, porque Dios ama al dador alegre” (2 Corintios 9:6)

    En esta cita hace referencia al dador alegra que es aquel que da sin condiciones, con alegría del corazón, sin esperar nada a cambio, sin buscar recompensas, tampoco lo hace por necesidad o por quedar bien ante la sociedad, simplemente lo hace de corazón, por amor al Señor, quien nos demanda a dar con amor, a servir al prójimo y ayudarlo en su momento de necesidad. De esta forma revelamos que somos de verdad hijos del Señor, del Todopoderoso.

    7 Razones por las que Dios ama al dador alegre

    Dios siento agrado por el dador alegre, quien da de corazón y con amor. El Señor siente complacencia en aquel que confirma y reconoce que todo lo que tiene no le pertenece y coloca su vida a los pies de Nuestro Dios.

    Por otro lado, Dios ama y se complace en aquel que no ama el dinero ni los bienes materiales, sino que coloca en primer lugar a Cristo, y hace buenas obras para dar buen testimonio de lo que el Señor hace con cada uno de sus hijos aquí en la tierra.

    Debemos dar con alegría
    Debemos dar con alegría

    También el Señor se regocija en aquel que se deja guiar por su perfecta voluntad. Al respecto la palabra nos exhorta de la siguiente manera:

     “No acumulen para sí tesoros en la tierra, donde la polilla y el óxido destruyen, y donde los ladrones se meten a robar. Más bien, acumulen para sí tesoros en el cielo, donde ni la polilla ni el óxido carcome" (Mateo 6:19-20)

    En esta cita bíblica podemos apreciar una enseñanza llena de sabiduría donde nos exhorta a buscar primeramente el reino de Dios y su justicia, antes que a las riquezas materiales porque éstas son temporales pero la salvación es eterna.

    Por lo cual considera las siguientes razones por las cuales Dios ama al dador alegre para que de esta forma puedas agradarle a él:

    1.- El dador alegre representan el amor y la gracia misma del Señor

     El dador alegre es semejante a Dios, quien nos da bendiciones sin merecerlas, quien nos otorga el privilegio de ser sus hijos, y quien nos da la salvación. Las Sagradas Escrituras nos señala que uno es semejante a quien adora; así que cuando una persona es un dador alegre, se parece al Señor.

    En este sentido, Dios es un dador alegre, que nos otorgó la salvación mediante el sacrificio perfecto de su único hijo Jesucristo: “porque de tal forma amo Dios al mundo que dio a su hijo unigénito, para todo aquel que en él cree, no se pierda más tenga vida eterna” (Juan 3:16)

    2.- El dador alegre es libre del espíritu de Mammón

    El término “riquezas” significa “mamonas” que es procedente al vocablo “Mammón”, quien se refiere al dios caldeo que personificaba la riqueza, avaricia y la confianza en el dinero.

    Al respecto la palabra de Dios nos exhorta de la siguiente forma: “El que ama el dinero, no se saciará de dinero; y el que ama el mucho tener, no sacará fruto. También esto es vanidad” (Eclesiastés 5:10)

    En esta cita, el señor nos advierte sobre este espíritu de Mammón que nos conduce a amar a las riquezas antes que a Dios, y nos conlleva a la perdición. Éste era un dios caldeo, invocado por los paganos para que les supliera las necesidades, trabajando bajo el principio del temor a perder todo lo que se tenía, o bajo el precepto del miedo a no tener nada.

    Ciertamente se está hablando de un anti-Cristo que operará en los últimos días, con el fin de que las personas nieguen su fe y se alejen de Dios, para que puedan recibir la marca de la bestia y así poder comprar y vender por el miedo a no tener suministros o a perder lo que poseen.

    Este espíritu maligno, es un subordinado de muy altísimo rango en el reino de las tinieblas, y tiene el poder de persuasión para que las personas se encuentren sin salida y recurran al colocarse la marca de la bestia, con la cual no podrán entrar al reino de los cielos y estarán destinadas al infierno por la eternidad.

    En este sentido, Dios es muy claro y firme cuando nos exhorta en su palabra acerca de no servir a dos señores, de servir solamente a Dios.

    Se refiere precisamente a no enceguecernos por el amor a lo material, a las riquezas, a los lujos y al dinero, y para ello debemos estar siempre velando y estar preparados para luchar contra ese espíritu que pretende desviarnos del camino del Señor.

    Al respecto la palabra de Dios nos dice lo siguiente: “Ninguno puede servir a dos señores; porque o aborrecerá al uno y amará al otro, o estimará al uno y menospreciará al otro. No podéis servir a Dios y a las riquezas” (Mateo 6:24)

    Así que debemos servirle solo a nuestro creador, a Nuestro Único y Verdadero Señor. No podemos dejarnos llevar por los deseos carnales, por las banalidades del mundo que solo nos trae destrucción a nuestra vida. Siempre debemos buscar es a Dios, quien nos provee de todo lo que necesitamos y nos da amor para bendecir a otros.

    3.- El dador alegre reconoce que todo lo que tiene es de Dios

     Todo lo que hemos obtenido a los largo de nuestra vida le pertenece a Dios, así que debemos ser agradecidos con él y valorarlo. No podemos vanagloriarnos por los bienes materiales y encerrarnos en el egoísmo, ya que cuando damos, estamos derramando bendiciones sobre nuestro prójimo y estamos agradando a Dios.

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    Así que lo que he recibido ha sido por gracia y lo doy, igualmente lo hago por la gracia del Señor, quien nos provee de todo lo que necesitamos. Al respecto la palabra señala lo siguiente: “Dios tiene el poder de darles más bendiciones de las que necesitan para que siempre tengan lo suficiente para ustedes y también para que puedan ayudar generosamente a toda buena causa”. (2 Corintios 9:8)

    En esta cita el apóstol Pablo le recuerda a la iglesia de Corintio de dónde proceden los recursos que ellos tienen y que darían en ofrenda. Comprender esto nos ayuda  a eliminar el orgullo y la idolatría por los bienes materiales, el dinero y a confiar en el plena sustento de Dios.

    4.- Dios ama al dador alegre porque en él puede confiar

     Ganarnos la confianza de Nuestro Padre Celestial es el mayor regalo que podemos tener. Así que cuando damos de corazón, lo hacemos en su nombre, para glorificarlo y honrarlo porque sabemos que todo lo que tenemos ha sido por su infinita misericordia y amor.

    5.- Dios quiere que su iglesia coseche amor

    Una de las maneras en las que una iglesia puede cosechar amor, es sembrándolo en el corazón de cada uno de sus miembros, en esas ovejas que están buscando dirección, ayuda, socorro.

     Porque ser un dador alegre, no se trata solo de dar cosas materiales, también se puede bendecir a una persona a través de una palabra de aliento, de un abrazo de hermandad, o simplemente con el hecho de permitirle ser escuchado.

    6.- Porque Dios es glorificado

    Cuando damos de corazón y sin condición, Dios es glorificado y exaltado, ya que se pone de manifiesta las buenas obras por parte de los hijos de Dios, quienes son el testimonio vivo de que Dios bendice a sus hijos y les da misericordia y bondad para con su prójimo.

    Un verdadero hijo de Dios no puede ser egoísta y difícilmente puede alcanzar la plenitud del Espíritu Santo en su vida. Así que debe buscar más de Dios, escudriñar más la palabra, para trabajar en esa debilidad que no lo deja crecer ni espiritualmente ni personalmente. Al respecto la palabra nos dice lo siguiente:

    “pues por la experiencia de esta ministración glorifican a Dios por la obediencia que profesáis al evangelio de Cristo” (2 Corintios 9:13)

    En esta cita Pablo resalta el resultado que tendrá el hecho de que la iglesia de Corinto diera de forma generosa y con gozo. Ciertamente los cristianos en Jerusalén glorificarían al Señor por la obediencia que demostraba la fe de los corintios.

    Por otro lado Nuestro Señor Jesucristo en los evangelios nos habla acerca de la importancia de hacer buenas obras para glorificar a Dios: “Así alumbre vuestra luz delante de los hombres, para que vean vuestras obras buenas, y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos” (Mateo 5:16)

    De esta forma Dios es glorificado y exaltado cuando somos dadores alegres, cuando ayudamos a alguien con nuestro dinero, y cuando lo hacemos de corazón y con buena disposición, sin  esperar nada a cambio o ningún tipo de retribución.

    En este sentido, se pueden tener muy buenos deseos de ayudar al prójimo, de hacer llegar el mensaje a toda criatura, de dar al necesitado, pero si no lo hacemos con alegría, sino por obligación, por cumplir un deber, no estamos glorificando al Señor.

    7.- Porque Jesucristo obra en sus hijos

    Jesucristo bendice a sus hijos en gran manera, y le da las herramientas para que puedan bendecir a los demás, hacer buenas obras, y dar con el gozo del Espíritu Santo. Cuando amas a Cristo, ese amor se refleja en tu rostro y en tus obras, porque su presencia te inunda.

    “Asimismo en la oración de ellos por vosotros, a quienes aman a causa de la superabundante gracia de Dios en vosotros. Gracias a Dios por su don inefable!”  ( 2 Corintios 9:13)

    En esta cita, el apóstol Pablo finaliza su exhortación a la iglesia de los Corintios con una exclamación de agradecimiento a Dios. El agradecer es otra de las maneras en las que podemos glorificar al Señor.

    El dador alegre es el verdadero hijo de Dios, que revela las maravillas que Dios puede hacer con sus hijos, dando al necesitado, proclamando palabras de salvación, de aliento, sanando a los enfermos, liberando a los cautivos. Todo eso que damos es gracias al Espíritu Santo en nosotros.

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