Mi tema principal Jesucristo Crucificado – 4 Aspectos para entender su propósito

Mi tema Principal Jesucristo Crucificado, ese es el mensaje que todo creyente debe llevar a las naciones, proclamar las buenas nuevas y anunciar el mensaje de salvación. Tal como lo señala la palabra: “Pues me propuse entre vosotros no saber cosa alguna, solo a Cristo, y a este crucificado” (1 Corintios 2:2)

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En este versículo Pablo nos señala que los cristianos deben enfocarse solo en Cristo y en su mensaje de salvación. En la actualidad muchos predicadores han desviado el propósito que debe tener todo creyente y se han centrado en dar mensajes de prosperidad, abundancia y riquezas.

Sin embargo, es importante señalar que el predicador puede abordar diferentes temas de gran importancia pero siempre enfocados en Cristo que es el camino, la verdad y la vida.

Si se predica el mensaje de salvación, muchas almas pueden conocer y aceptar a Cristo como su único y verdadero salvador, pero si nadie le ofrece la oportunidad de hacerlo, no se cumple el principal propósito que tenemos como cristianos, y es hacer que ningún alma se pierda, tal como lo demanda Dios es la palabra:

“El Señor no se tarda en cumplir su promesa, según algunos entienden la tardanza, sino que es paciente para con vosotros, no queriendo que nadie perezca, sino que todos vengan al arrepentimiento” (2 Pedro 3:9)

En este sentido, para que un incrédulo pueda arrepentirse tiene que conocer a Cristo y saber acerca del pacto divino. Pero si en las iglesias se enfocan solo en como cobrar las ofrendas y los diezmos, o en predicar sobre la abundancia.

Las personas que no conocen a Cristo no tendrán la oportunidad de hacerlo. Es por ello que es de suma importante abordar el tema de Cristo siempre en las iglesias, y en todas las naciones.

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    Mi tema principal Jesucristo crucificado – 4 Aspectos para entender su propósito

    El único mensaje que Pablo quería proclamar era el mensaje del Cristo crucificado, el mensaje de la salvación. Este mensaje que parece tan ilógico en la mente natural y vanidosa del hombre, representa la muestra más veraz de la sabiduría y poder del Señor.

    Hay que resaltar el hecho de que la iglesia de Corintios estaba constituida por griegos y Judíos y el apóstol Pablo ciertamente sabía que su mensaje no era bien recibido. Sin embargo, él de lo único que les podía hablar era del mensaje de la cruz que les daría la vida eterna. Es decir que él no les habló de los que a ellos les agradaría escuchar, sino que les habló de la verdad.

    En este sentido, Corintios estaba llena de filósofos y las personas se interesaban en escuchar aquellos temas, pero Pablo tenía la habilidad para hacer llegar el mensaje principal de la salvación, ya que era su único propósito.

    Sin embargo, Pablo no se oponía al aprendizaje, a la cultura ni a la educación. Pero ciertamente todas estas cosas no transforman el alma pecadora de las personas. Por lo cual éstas necesitaban un mensaje que les pudiera brindar la oportunidad de nacer de nuevo en Cristo Jesús. Para comprender más lo que significa la redención de Cristo es importante resaltar 4 aspectos:

    1.- Por la crueldad de nuestra propia iniquidad

    Para entender el mensaje de Jesucristo en la cruz debemos reflexionar en torno a nuestros pecados, y en el lugar en el que estaríamos si no hubiéramos aceptado a Cristo en nuestro corazón.

    Mi tema principal Jesucristo Crucificado
    Mi tema principal Jesucristo Crucificado

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    Quizás estaríamos sumergidos en el mundo del alcoholismo, drogadicción, vicios, lujuria, entre muchas otras cosas. De igual forma debemos ir más allá y pensar qué sería de nuestra vida en un futuro cuando se manifieste el juicio final y no estemos preparados.

    De allí la importancia de que mi tema principal sea el mensaje de Jesucristo crucificado, del mensaje de salvación que nos permitirá acceder al reino de los cielos y nos alejará de la gran tribulación que se aproxima, donde la ira de Dios se hará presente.

    2.- La Justicia Divina

    Dios es  justo, pero severamente riguroso en su trato con la humanidad. El Dios de las Sagradas Escrituras no es el tipo  de Dios que muchos se imaginan, que no ve nuestras transgresiones y que deja pasar por alto pecados menores. El Dios de Israel no es así, tal como se muestra en la palabra:

    “El Señor es lento para la ira y abundante en misericordia, y perdona la iniquidad y la transgresión; mas de ninguna manera tendrá por inocente al culpable; sino que castigará la iniquidad de los padres sobre los hijos hasta la tercera y la cuarta generación” (Números 14:18)

    En este sentido, estamos en presencia de un Dios amoroso, misericordioso, pero es un Dios justo y castigará a quien practique la iniquidad y esto puede recaer en sus hijos. Así que no subestimemos el poder de Dios porque como buen padre castiga y exhorta a sus hijos.

    3.- El precio que Jesucristo Pagó

    No se puede saber a ciencia cierta todo el sufrimiento por el que tuvo que pasar Nuestro Señor Jesucristo. Pero cuando leemos la palabra podemos tener una idea de todo el tormento que tuvo que pasar por nosotros, para librarnos del pecado y darnos acceso a la salvación.

    Esto lo podemos apreciar en el siguiente versículo: “Mas él herido fue por nuestras rebeliones, molido por nuestros pecados; el castigo de nuestra paz fue sobre él, y por su llaga fuimos nosotros curados” (Isaías 53:5)

    4.- Jesucristo Nuestro Salvador

    Para saber la importancia que tiene el sacrificio de Nuestro Señor Jesucristo en la cruz del calvario es importante que te hagas las siguientes interrogantes: ¿Necesitas un salvador en tu vida?, ¿Te sientes un pecador?, ¿Has sentido la presencia del Espíritu Santo en tu vida?

    Si de verdad sientes que tu vida no está completa, que estás sumergido en el pecado, que no encuentras salida. Si estás dispuesto a aceptar a Jesucristo como tu único y verdadero salvador, y te arrepientes de tus pecados, puedes considerarte libre de toda culpa porque Cristo te limpia, te renueva, te transforma, te libera.

    Una vez que te des cuenta de que Cristo es el único camino, que es nuestra única esperanza y que gracias a él somos justificados ante el Padre, sentirás una paz que sobrepasa todo entendimiento.

    De igual forma, otra de las preguntas que debemos considerar es si Cristo murió por nosotros, y es algo que debemos tener presente para tener la certeza de que el mensaje de salvación es verdadero, tal como lo expresa la palabra:

    “Palabra fiel y digna de ser aceptada por todos: Cristo Jesús vino al mundo para salvar a los pecadores, entre los cuales yo soy el primero” (1 Timoteo 1:15)

    En este sentido, no hay dudas de que Jesucristo es nuestro Salvador, quien nos limpia de todo pecado y nos justifica delante de Dios para poder tener acceso al reino de los cielos. Quien escribe nuestros nombres en el libro de la vida y quien nos mira con ojos de piedad porque nos ama.

    Interpretación del mensaje de Pablo a la iglesia de Corintios

    El mensaje del Apóstol Pablo se basa específicamente en la salvación de Cristo, en lo que representa la crucifixión de Jesús y el propósito que ese hecho tiene para cada uno de sus hijos. Se deben considerar los siguientes puntos:

    1.- El mensaje a la iglesia

    Pablo dirigió su mensaje a la iglesia, explicándole todo el plan y el propósito del Señor para la solución de la humanidad aquí en la tierra y la plenitud proveniente de Dios. Habló acerca de las verdades divinas de creación, redención, conversión, glorificación, justificación, adopción, conversión, santificación, vida en santidad, entre otros.

    2.- Enseñó la Palabra de Dios en la Corintios

    La estadía más larga que tuvo Pablo fue en Corintios, después de Éfeso y Roma. Tal como lo indica la palabra: “porque yo estoy contigo, y ninguno pondrá sobre ti la mano para hacerte mal, porque yo tengo mucho pueblo en esta ciudad. Y se detuvo allí un año y seis meses, enseñándoles la palabra de Dios” (Hechos 18: 10-11)

    Lo que el apóstol Pablo quiere resaltar a los no creyentes es que Jesucristo fue quien pagó el castigo por el pecado en la cruz del calvario. Y no hay que dejar de hablar del mensaje de salvación hasta que las personas comprendan y crean en el evangelio, en las profecías, enseñanzas de Nuestro Señor Jesucristo, quien viene pronto a raptar a sus hijos.

    En la actualidad existen muchos pastores que se centran en hacer sus prédicas sobre la prosperidad, el cual es un tema que viene siendo un tema mundano, porque cuando estemos en la presencia de Dios nada de lo que tengamos aquí en este mundo no los llevaremos al cielo.

    Esto se revela en la siguiente cita bíblica: “Mirad, y guardaos de toda avaricia; porque la vida del hombre no consiste en la abundancia de los bienes que posee” (Lucas 12:15)

    De esta manera, el sistema de valores del Señor es diferente al sistema de valores del mundo y aquello que es importante para Dios no lo es precisamente para el mundo.

    En este sentido, lo que Pablo está revelando es que si existe un tema que él quisiera dominar a la perfección, que si hay algo que de verdad quisiera conocer entre todos los temas del mundo que se puedan generar, sería el tema de Jesucristo crucificado.

    Hoy en día muchas iglesias se centran en otros aspectos, en pedir ofrendas para mejorar la infraestructura del templo, a hacer eventos para recaudar fondos, pero se olvidan que lo más importante es el mensaje de salvación, el cual es nuestro principal objetivo como hijos de Dios, porque nuestro deber es predicar el evangelio a toda criatura.

    Así que podemos ver que cuando invitan a un cristiano a un programa, en vez de predicar sobre Jesucristo, se centra en cantar, hablar de prosperidad y siempre busca brillar. Se deja arrastrar por la vanagloria y se olvida de lo más importante. Por eso debemos destronarnos porque la gloria es solo de Dios.

    El mensaje que Pablo envía a la Iglesia de Corinto, está vigente, y es un mensaje para todas las iglesias de mundo para que se centren en el tema verdaderamente importante que es Jesucristo crucificado, porque a través de él es que podemos liberarnos del pecado y alcanzar la salvación. Tal como lo revela la palabra:

    “Pero nosotros predicamos a Cristo crucificado, para los judíos ciertamente tropezadero, y para los gentiles locura; mas para los llamados, así judíos como griegos, Cristo poder de Dios, y sabiduría de Dios” (1 Corintios 1:23-24)

    Cabe destacar que la iglesia de Corintio, era una Iglesia envidiable, porque tenía muchísimos dones, además de poseer muchísimos creyentes. Sin embargo había descuidado la predicación más importante, el mensaje de salvación.

    Podemos notar que Pablo tomo una sabia decisión por el resto de su vida, ya que él se propuso a evaluar las diferentes opciones que tenía para su vida.

    Él optó por dedicarse a proclamar el mensaje de salvación como su único tema principal, tal como se aprecia en la palabra: “Pues me propuse entre vosotros no saber cosa alguna, solo a Jesucristo, y a este crucificado” (1 Corintios 2:2)

    En este sentido, el apóstol Pablo no le está dedicando este pasaje bíblico a los incrédulos, quienes hasta pueden llegar a pensar que está loco por predicar sobre un hombre que ya está muerto, sino que le está dejando el mensaje específicamente a la iglesia de Corintios.

    La iglesia de Corintios representa a las iglesias de las naciones, y Pablo nos habla a través de los diferentes pasajes bíblicos, donde resalta que el tema principal que se debe abordar en las iglesias es Jesucristo y su pacto divino, en el cual mediante su sacrificio, podemos nosotros acceder al reino de los cielos, liberándonos de todo pecado y limpiando nuestras vestiduras.

    De esta manera, estaremos cumpliendo el propósito aquí en la tierra como verdaderos hijos de Dios, llevando el evangelio a toda criatura, proclamando las buenas nuevas de salvación, anunciando la segunda venida de Cristo y enseñando el evangelio.

    Así estaremos preparados para cuando llegue el día del rapto, donde seremos llevados al lugar santísimo. Pero debemos recordar que Dios nos pedirá cuentas por cada alma que hayamos podido salvar y no lo hicimos. Por eso es fundamental centrar las prédicas en Cristo y dejar atrás la vanagloria, porque toda la gloria y toda la honra le pertenece a Dios.

    Puedes leer: Jesucristo es el camino la verdad y la vida. Reflexión

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